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FLASH BACK

Luego de un par de tragos el castaño abandonó la barra y decidió acercarse a la pista de baile donde un gran grupo de personas se divertían al ritmo de la música. De todas formas su mejor amigo estaba muy ocupado atendiendo clientes, no tendría tiempo siquiera de notar su ausencia.

La música resonaba por todo el lugar, el castaño avanzó a pasos seguros, se adentró entre las personas y les acompañó en el baile.

Aceptaba los coqueteos de uno que otro chico, también algunas chicas, empezaba bailando con una por aquí y terminaba con el otro por allá.

Amaba bailar. Pasársela realmente bien en esos momentos no representó problema alguno.

Un par de manos se posaron en su cintura, alguien se pegó a su cuerpo descaradamente, un masculino e intenso perfume se adentró intensamente por sus cosas nasales haciéndole sentir mareado por un segundo.

Se dio la vuelta con algo de brusquedad y una penetrante mirada se clavó en su persona.

-¿Seonghwa...? - Aquel nombre salió de sus labios como una pregunta para sí mismo, más que cualquier otra cosa- ¿Qué haces aquí? - con voz más aguda de lo normal el castaño dejó salir aquella pregunta de sus labios, arrepintiéndose al instante ¿Acaso era idiota? ¿Qué clase de pregunta era esa? El castaño se dio una bofetada mental. Seonghwa sonrió ante la contrariada expresión del menor.

-Admito que no soy un cliente exageradamente frecuente, pero me gusta divertirme de vez en cuando...

-Si... por supuesto... - el castaño soltó una risa nerviosa y volvió a darse un par de bofetadas mentales por el repentino ataque de nerviosismo que se le había entrado.

-¿Quieres bailar? - el rubio lanzó aquella pregunta de forma tan seductora que el castaño pensó que se refería a otra cosa y... ¡¿Cuándo se había acercado tanto?! Seonghwa, literalmente, estaba invadiendo su espacio personal, pero por alguna razón, a Yeosang no le molestaba, todo lo contrario, aquella situación con el rubio como protagonista era bastante excitante.

-Claro que quiero...

Seonghwa fue quien tomó la iniciativa, sus manos volvieron a la cintura del menor, sus cuerpos redujeron un poco más la distancia y empezaron a moverse al ritmo de la música. El rubio se movía increíblemente bien, y Yeosang no esperaba menos.

Poco a poco el castaño fue tomando confianza, sus movimientos eran cada vez más sueltos, sus hombros cada vez más relajados, su cuerpo cada vez más cerca del contrario.

Tenía una curiosidad creciente en su pecho, quería saber que tanto más allá le dejaría ir el mayor y que tanto más allá se atrevería a ir él mismo.

¿Qué más daba? El arrepentimiento del ¿Y que tal si hubiera...? Era mucho peor que el que llegaba después de haber actuado.

Decidió no darle más vueltas al asunto y se dio riendas sueltas.

Se giró, pegando su espalda al pecho del mayor, moviendo sus caderas de un lado a otro de forma sensual, demasiado de hecho, pero al castaño ya no le importaba el control y al parecer al rubio tampoco.

Seonghwa reafirmó su agarre, anclando firmemente sus manos en la cintura del rubio, delineando su curvilínea figura por sobre la ropa, porque eso sí, el castaño se cargaba un cuerpo de infarto. Cintura definida, piernas tonificadas y trasero redondo, ninguno de esos detalles pasaron desapercibidos para el rubio y menos cuando el menor se restregaba tan descaradamente contra su cuerpo.

Toxic [WooSan] CORRIGIENDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora