9

12.3K 1K 765
                                    



San camino apresurado por los pasillos del edificio universitario, ignorando el dolor de cabeza y caderas que le acosaba más a cada paso que daba. Se le había hecho tarde al salir de la mansión del chico de cabellera gris. Y eso que le había prometido no interferir con sus estudios ¡¿Y que mierda había hecho?! ¡Justamente eso! Gracias a ese imbécil iba 20 minutos tarde a la primera clase que le tocaba ese día, y para colmo era clase de neurociencia, dada por el peor maestro de aquella Universidad, aquel anciano parecía sentir un odio profundo por la vida y por ende, se desquitaba con sus estudiantes y más con él, no sabía por qué pero ese viejo decrépito le odiaba.

Se detuvo frente a la gran puerta de madera oscura y suspiró con fastidio antes de abrirla.

- El hemisferio izquierdo es la parte lógica del cerebro, tamb... - El señor de cabellos blancos detuvo sus palabras y observó al joven pelinegro que acababa de entrar con el ceño fruncido- ¿Qué cree que hace aquí a esta hora señor Choi? -preguntó el anciano en tono molesto.

-Mis más sinceras disculpas señor Do, tuve inconvenientes en el camino hacia acá y...

-No me interesa- le interrumpió- sabe lo estrictos que son mis horarios, no sé hubiera molestado en venir siquiera... Pero ya que está aquí- el señor sonrió, sorprendiendo a todos, cuando aquel tipo sonreía sólo significaba una cosa. Algo malo sucedería- le dejaré una pequeña asignación... Para la próxima clase quiero en mi escritorio un informe detallado de mínimo 170 páginas sobre la historia de la neurociencia, sus avances más relevantes y el impacto científico que ha tenido en Corea en los últimos 30 años... cabe destacar que si dicho informe no está en mi escritorio para cuando yo ingrese al salón, usted quedará automáticamente reprobado, puede retirarse.

San no fue capaz de pronunciar palabra alguna, sólo se dio media vuelta y salió del salón. Pudo sentir como el calor subía hasta su rostro. Si su cabeza dolía hace rato, ahora sentía que le explotaría en cualquier momento. Se encaminó hasta los baños, donde se encerró en un cubículo y se permitió desahogarse.

-¡Jung Wooyoung maldito bastardo, imbécil, hijo de puta, te odio, te odio te odio! - Sus gritos salieron amortiguados gracias a tener el rostro entre sus manos. Luego de un par de minutos más gritando improperios en contra del mayor y darle un par de patadas a la puerta salió del cubículo.

Abrió el grifo de uno de los lavamanos y se miró al espejo, su rostro estaba rojo y sus ojos cristalizados. Rápidamente se echó agua al rostro, no lloraría. Y si tenía ganas de hacerlo no era por Wooyoung, sino por el hecho de que sabía que la llegada del mayor a su vida sólo representaba problemas y el no podría hacer nada al respecto, eso le frustraba. No tenía ni un día al lado del rubio y ya iba a perder la asignatura más importante del semestre.

¿Por le pasaba esto a él? No era una mala persona, no era justo. Pero ese era el chiste. La vida no es justa.


(...)



Yeosangie

《Espérame en el café de la esquina, iré a verte en cuanto termine la clase.》

Luego de recibir aquel mensaje por parte de su mejor amigo, el pelinegro salió del campus en dirección a un bonito local en el cual su amigo y el tenían la costumbre de tomar café y comer pastel de vez en cuando.

Luego de una hora y un par de minutos, el castaño también ingresó al local buscando a su pelinegro amigo con la mirada, hasta que dio con su paradero en una mesa del fondo.

-¿Estás bien? ¿Qué te ocurrió? ¿Por qué llegaste tan tarde? ¿Dónde estabas?- San frunció el ceño ante el atropellado interrogatorio del chico que acababa de sentarse frente a él, iba a responder pero el joven siguió con sus interrogantes- ¿Y por qué traes esas fachas? ¿No pasaste la noche en tu departamento, verdad?

Toxic [WooSan] CORRIGIENDO Where stories live. Discover now