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Wooyoung le propinó una fuerte patada a las puertas en cuanto llegó justo después de que se cerraran.

Pero no tenía tiempo que perder, no iba a dejar que San se fuera malinterpretando todo. Corrió hasta las escaleras y bajó por ellas como si estuviera escapando de un incendio. Bajó los escalones de tres en tres, sus pulmones quemaban, necesitaba recobrar oxígeno, pero más necesitaba a San así que ignoró la fatiga y continuó bajando a gran velocidad.

San salió disparado del ascensor, su cuerpo dolía, cada paso le costaba pero no iba a detenerse. Necesitaba salir de allí, no quería estar en aquel lugar, la imagen que había visto minutos atrás, se repetía en su cabeza como una película de terror.

Wooyoung besando a Solar... se besaron... ellos... ¡POR LOS MIL DEMONIOS, SE ESTABAN BESANDO!

San quiso gritar, el pecho le dolía, más bien, lo que en verdad dolía era su corazón dentro de este. Era un dolor mucho peor que el que sentía en sus músculos.

-¡San!

Wooyoung observó como el pelinegro salía apresuradamente del edificio. Corrió con todas sus fuerzas. San era rápido, pero en la condición en la que estaba no pudo ser lo suficientemente rápido. Wooyoung le alcanzó a unos pocos metros de la salida.

Rápidamente se puso delante del pelinegro, impidiendo que este avanzara más. Respiró como pez fuera del agua, y poco a poco su respiración se fue regulando.

-Déjame explicarte, por favor- pidió el rubio, intentó acercarse al menor pero este retrocedió.

-Lo menos que quiero escuchar ahora son tus explicaciones Wooyoung... lo que vi fue más que suficiente... ¿Te puedes apartar del camino? Quiero irme- San habló con voz temblorosa, parpadeando varias veces, en un intento de que las lágrimas no volvieran a salir.

-No... -Wooyoung negó con la cabeza- No dejaré que te marches, no así... primero vas a escucharme.

-¡No quiero! -le gritó San a la cara- ¡No sé que pensar en estos momentos!... Me sentía tan mal... tan... tan culpable... yo sólo quería verte, estar contigo para poder sentir un poco de paz... ¿Pero qué fue lo que obtuve? ¡La estabas besando Wooyoung!

-¡Ella me besó a mi, yo no quería!

-¡PERO SI VI COMO TE INCLINABAS HACIA ELLA MALDIA SEA! - El pelinegro gritó a todo pulmón, esta vez sin poder contener las lágrimas- ¿Siquiera imaginas cuanto me dolió aquella imagen? Yo estaba muy mal... estoy muy mal... sólo puedo pensar en ese pobre bebé... una criatura inocente que murió por nada... Y que quizás yo pude haberlo evitado pero no lo hice... ¿Entiendes la magnitud del asunto Wooyoung? Hoy... hoy quizás perdiste a tu primer hijo... Y yo pude haberlo evitado pero no lo hice... sólo necesitaba que me abrazaras y me besaras y me dijeras que todo estaba bien... Pero no fue a mi a quien besaste... fue a ella... - El rostro tan dolido de San puso un peso sobre el rubio a tal grado que le dolía respirar, el pelinegro le miraba con el ceño fruncido, y múltiples lágrimas bajando por sus rojas mejillas a cada segundo.

-Yo no la besé, fue ella quien me besó a mi y ni siquiera correspondí... todo fue un malentendido, fue un error... Por favor.... San... Dulzura, tienes que creerme- Wooyoung estaba empezando a desesperarse, sentía en ese momento como si San le estuviese dejando y el no pudiera hacer nada al respecto- Soy un tonto... un estúpido, un imbécil, lo sé... pero por favor... te lo suplico... créeme... -intentó tomar la mano libre del pelinegro pero este no le dejó, retrocediendo un par de pasos.

-No me toques... -susurró el menor, aún con lágrimas en los ojos, al parecer las mismas se negaban a desaparecer- sólo quítate de en medio... quiero irme... - San intentó avanzar pero el rubio le impidió hacerlo.

-No San... vamos a algún lado para hablar con más calma ¿Si? Te lo suplico... Por favor... No puedes... -Wooyoung habló esta vez con voz lastimera, casi rota, intentó volver a acercarse al pelinegro, esta vez con intenciones de acariciar su mejilla, pero su mano fue apartada bruscamente.

- Necesito pensar... Sólo ¡Solo! ¡¿Qué parte no entiendes?! ¡No quiero verte, no quiero escucharte, no quiero que me toques! ¡NO QUIERO NADA!

-¿Qué es lo que tengo que hacer eh? ¡DIME! -Ahora la mirada del rubio también se notaba cristalizada, una lágrima solitaria se atrevió a bajar por su pálida mejilla.

-¡¿POR QUÉ NO TE MUERES Y DESAPARECES DE MI VIDA?! -Gritó San mientras un sollozo escapaba de su garganta. La verdad no había meditado en sus palabras antes de pronunciarlas, estaba muy dolido y enfadado como para hacerlo.

-Bien... - dijo Wooyoung en voz baja, con un tono tan frío que a San se le cortó la respiración por un segundo, jamás había visto esa mirada en el mayor.

Sin pensarlo dos veces Wooyoung se dió la vuelta y camino hasta la orilla del asfalto.

-Woo... ¡Wooyoung! -le llamó San.

El rubio dió un par de pasos a la carretera, un camión de carga venía a unos cuantos metros. San sintió poco a poco como su alma abandonaba su cuerpo, corrió hasta el rubio, con su mano libre sujetó su brazo tirando de él hacia atrás, ambos cayeron al suelo, justo a orillas de la calle. Con la respiración agitada San observó como el camión pasó justo frente a ellos.

El pelinegro se puso encima del mayor, y golpeó su pecho repetidas veces.

-¡¿ACASO ESTÁS LOCO IMBÉCIL?! ¡PUDISTE HABER MUERTO! - San gritó llorando desesperadamente.

-Eso fue lo que me pediste- dijo Wooyoung.

-¡Pero no tenías que hacerme caso, joder! ¡A veces digo muchas estupideces! ¡¿Qué haría yo sin ti?! ¡¿Eh imbécil?!

-Debes entender algo San... - Wooyoung colocó una mano sobre la mejilla del menor y le acarició suavemente, limpiando sus lágrimas con el pulgar, esta vez San no le apartó- Si me dices ven, voy... si me dices salta, salto... si me dices muere... Entonces yo muero... A ese punto llega mi amor por ti... lo descubrí sólo hace unos instantes... cuando vi el dolor en tus ojos y sentí que te perdía... Yo te amo San, como no tienes idea.

-Yo también te amo... tanto que me asusta... tengo miedo de mis propios sentimientos... - San se dejó caer completamente sobre el cuerpo del mayor, enterrando el rostro en el hueco de su cuello y permitiéndose llorar un poco más- perdóname Wooyoung...

-No... Perdóname tu a mi dulzura... No debí haber dejado que algo así pasara... -Abrazó el cuerpo del menor, tratando de no lastimarlo.

Las personas que pasaban por el lugar los miraban extrañados, pero al rubio no le importó, siguió con el menor entre sus brazos, sin que nada rompiera su burbuja.

Yunho y Soyeon salieron apresurados del edificio, y se pararon en seco cuando encontraron a la pareja tirada en el suelo, San abrazado a Wooyoung como si fuera un perezoso. Al mismo tiempo, llegaron Seonghwa y Yeosang, que miraron la escena confundidos.

Wooyoung puso un dedo frente a sus labios, pidiendo con este gesto que no hablaran, luego articuló un silencioso "Les explicaré más tarde" y con la mano hizo un gesto para que se marcharan.

Yunho asintió y les pidió en voz muy baja a los demás, que entraran al hospital.

Wooyoung bajó la vista al chico entre sus brazos, enterró la nariz en su pelo y aspiró su aroma.

-Te amo San... nunca dudes de ello- susurró.





I LOVE ATEEZ

Toxic [WooSan] CORRIGIENDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora