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Fin de semana. Día para permanecer todo el día en casa, sin que nadie me indique qué trabajos escolares tengo que realizar. Sin nadie quien me explique algo que yo no sepa. Estaba totalmente feliz en mi cama, sin ganas de despertar sabía que los fines de semana son los días prohibidos donde no se deben de molestar a uno. Mucho menos cuando cree que está perfectamente en descanso.

-MinHo... Min... Ho.

-TaeMin, ¡eres parte del club de teatro!, ¿Sabes por qué te escogí?.

-Necesitaban alguien que ayudara con las luces.

-No bobito, te escogí porque eres bello.

-¿Bello, yo?.

-Hermoso. Dime... ¿Tienes novio?.

-Y... Yo no aun.

-Entonces tengo algo que decirte.-Mencionaba con su voz grave acercándose a mis labios y gritar.-¡ARRIBA FLOJO!.

En aquel momento abrí mis ojos asustado, ya que esa voz de MinHo no pertenecía a la de él, sino a la de mi hermano mayor.

-Arriba.-Decía este burlándose de la manera en la que me había despertado.

Yo solo realicé un puchero lanzándo una de mis almohadas a su rostro.

-Y porque tu me lo dices, no me moveré de la cama.-Dicho aquello me cubrí con mis sábanas sin importarme nada.-Idiota.

-¿Qué dices?. ¡LEE TAEMIN LEVÁNTATE YA!.-Tragué de mi propia saliva al escuchar que esa no era la voz de mi hermano, sino la de mi madre por lo que rápido me puse de pie con el corazón acelerado.-¿Qué es ese vocabulario?. Anda, ve a darte una ducha, apestas a sudor.

Caminé con flojera sin quejarme a mi armario y tomar lo primero que encontré para después dirigirme a la ducha, sin saber qué es lo que ocurría en mi hogar.

Al salir vi la hora y solo eran las once y media. Por lo que solo solté un bufido.

-Que exagerados, no es tan tarde.

Susurré mientras me colocaba mis ropas. Me miré al espejo y comencé a secar mi cabello con la secadora para después pasar el peine por mis cabellos.

Baje a la planta baja de mi casa, viendo a mi familia totalmente arreglada e incluso ya habían desayunado.

-¿A dónde vamos?.

Mi hermano aparentando a ser infantil solo sacó su lengua mirándome para molestarme. No lo acusé pero si me hizo querer golpearlo. Lo cual tuve que aguantar debido a estar con mis padres.

-Iremos a visitar a la abuela.

-¿a la abuela?.

Pregunté debido a que desde que mi padre obtuvo matrimonio con mi madre, mi abuela siempre miraba con un poco de desprecio hacia mí madre. Lo cual no me gustaba, como tampoco mostraba mucho afecto a mí y a TaeSun.

-¿Y por qué  no vamos mejor a otro lado?.

Mi padre regañó y de colmo me dio un pequeño zape en mi cabeza diciendo que guardara silencio y subiera al auto.

Obedecí sobando aquella parte de mi cuerpo.

Cuando llegamos mi madre soltó un suspiro pesado y bajamos del auto para abrir la puerta siendo recibidos por aquella mujer mayor que besó la mejilla de mi padre y a todos nosotros solo nos miró.

-Le traemos mandarinas.-Dijo mi madre con una sonrisa entregando aquel paquete de decoradas y jugosos vitaminas C.

-De seguro están agrias.-Respondió mi abuela tomando la caja y ponerla aún lado del lavaplatos.

Mirándote Desde Lejos (2MIN)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang