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La razón por la cual no me iba o más bien no me decidía era por una persona. Del nombre Choi MinHo. Ya que en realidad si me hacía ilusión cualquier acto que cometía conmigo.

Le pedí personalmente al novio de mi padre que me diera tiempo de pensarlo hasta el día de la obra teatral. No podía dejarlo a medias.

Él era muy amable, simpático e incluso carismático. Se le ocurría cualquier cosa para hacer reír a mi padre. Confesé en aquel momento. Que estaba totalmente celoso de ellos tuvieran una excelente relación y ellos simplemente me deseaban lo mejor para mí futuro.
Me daban la esperanza de que algún día estaría así como ellos.

A pesar de que dos semanas hayan pasado, no me había sentido nervioso ante la presentación. Ya solo teníamos otras dos semanas para podernos presentar.

Sentí que todos mis diálogos estaban aprendidos.
Pero nadie se había comunicado conmigo acerca del cambio que había pedido de club. El tiempo pasaba y aquella idea me abrumaba más.

Ahora nos encontrábamos ensayando y todos estaban muy concentrados. SunYoung me ayudaba a aprender mis lineas. Ella sería personal de maquillaje y efectos visuales. Así que a la vez que me ayudaba a mí. Ella preparaba sus técnicas para hacer sangre falsa y que se vea real en el momento de aplicarla.

-¡Alguien tomó el dinero que teníamos ahorrado!.-Gritó un sujeto mientras abría aquella caja donde se depositaba el dinero.

MinHo al escuchar aquello se acercó a revisarlo, observando que no quedaba ni un centavo.

-¿Quién fue?.-Se mostraba molesto y de verdad tenía mucha ira. Nos miró a cada uno con aquel rostro que de verdad daba miedo. Se veía aterrador.

-¡De seguro fue TaeMin!.

-¡Sí!, él fue el único que se quejó por no tener el papel principal.

-¡Ese es su plan! Irse de este club para tomar el dinero e ir con los de baile.

Más rumores comenzaron a expandirse y todos me miraban de mala manera.

-TaeMin... ¿Los tomaste tu? Sé honesto.-MinHo con rostro mostrando despeción se me acercó.

-No lo hice. Yo ni sería capaz de hacer algo como eso.-Me dolía que todos estuvieran a mi contra, así que me mostré débil frente a él.

-Cierto, él jamás haría algo como eso.-SunYoung estaba a mi lado defendiendome.

KiBum por su parte no sabía en qué creer, tal vez se debía a que habíamos dejado de hablarnos desde aquella vez.

-Si él no fue. ¿Quién más podría haber tomado el dinero?.-MinHo seguía molesto.-Hablaré a alguien a que nos ayude en esto.

Dicho aquello se alejó para dirigirse  a la sala de maestros y a pesar de que ya no estuvieran muchos, este mismo regresó con el director de toda la institución.

-Me han informado sobre el robo que se cometió. Saquen todo lo que tienen en sus mochilas.

Hubo muchos quienes no les gustó aquellas palabras del director. Sin embargo comenzaron a sacar todo.

MinHo y el director fueron los encargados de revisar que no tuviéramos el dinero.
Pero no había nada de evidencia.

Ninguno tenía el dinero.

-¿Podremos aumentar el precio del boleto?.-Cuestionó MinHo.

En realidad se cobraría a cualquiera que quisiera ver aquella ya que de esa forma podrían recuperar el dinero con el cual se invirtió.

El director se negó ante aquella idea. Pues creyó que si aumentaban el precio no tendrían gente que quisieran verlos.

-Esto se llevará a cabo. No termina aquí. Si ven algún sospechoso informen.-Mencionó para alejarse aquel principal de toda la escuela.

MinHo seguía molestó tenía sus brazos cruzados, mirando como todos comenzábamos a guardar nuestras cosas.

-Creo que fue TaeMin, es un mente maestra.

-Yo vi que se quedó ayer aquí, después que todos nos fuimos.-La gente seguía levantando falsos.

-¡Silencio!. TaeMin estaba conmigo ayer. Nos vamos juntos, en ningún momento se separó de mí. Ambos estuvimos aquí cuando todos se fueron pero ninguno tomó la caja.-Habló MinHo mirando a las personas que se decían cosas con el fin de molestarme.

Todos miraron sorprendidos el momento en que MinHo me defendió. Sin embargo yo solo agradecí alejándome de ahí.

Corrí como pude fuera de aquella aula.
Dirigiéndome a aquel sitio junto al árbol y las escaleras o gradas para sentarse y poder mirar los juegos deportivos.

No había podido con tantas cosas que me decían, solté el llanto sin pensarlo.

-Yo sé que no fuiste tu.-Habló MinHo sentándose a mi lado. Teniendo su voz más calmada y suave. A comparación de como anteriormente la tenía.

Yo solo me dedicaba a llorar que no conteste a lo que había dicho. Sin embargo me abrazó provocando que yo pudiera sentirme un poco mejor.

-Todos me odian ahí. ¿Ves por qué quiero irme? No merezco estar en tu club.

-TaeMin...-Susurró para mirarme al rostro.

-Estoy feo, no me mires llorar.

-No lo estás. Solo que, las lágrimas no combinan contigo, deberías dejar de hacerlo.

Mencionó limpiando mis mejillas con sus dedos.

-¿Por qué haces esto MinHo?. Me lástima cada vez que lo haces.

-¿Hacer qué?.

-Ser tierno y lindo conmigo, parece que soy un amigo íntimo. Me ilusionas MinHo y no me gusta.

Solté mientras continuaba con las lágrimas, dejando que cayeran y mojaran de nuevo mis secas mejillas.

El mayor al escucharme se quedó en silencio sin retirar sus manos de donde las tenía.

-No lo sé. Hago esto sin preguntarle a mi cerebro qué debo hacer.

-Deja de hacerlo entonces. Tú tienes novia.

-Ella, ¿te ha dicho algo?.

-No, pero lo que sí sé es que te ama. Y tu a ella.-Susurré lo último bajando mi mirada.

Pero el contrario como tenía sus manos en mi, me ayudó a volver a levantarla para que le mirara a los ojos.

-¿Cómo lo sabes?.

-No seas idiota. Es obvio. Por algo son novios.

-¿Entonces estás celoso?.-Hablaba ahora con una sonrisa juguetona que me miraba.

Yo solo solté un bufido y me puse de pie para caminar e irme de ahí.

-Ya lo acepté. No tengo porque estar celoso de eso. Solo que no me gusta que jueguen conmigo de esa manera.

MinHo se acercó a mí y tomándome de la mano me hizo dar vuelta. Él tenía mejor fuerza que yo por lo cual era más fácil para él hacerlo.

-TaeMin. Lo siento. No es mi intención hacerte sentir mal. Es lo que menos quiero.

-Entonces deja de ser amable y vuelve a ser arrogante y egoísta como solías hacerlo. Deja de pensar en mí.

-Yo nunca fui arrogante, mucho menos egoísta.

-solo te pido que me dejes y le pongas más atención a tu novia.

Mencioné para irme corriendo de ahí, sin que me pudiera detener.

Todo el caminoe había ido con lágrimas en mi. No me importaba que la gente me viera.
Sabía que a esas horas mi padre aún no llegaba a su casa, así que me dirigí hasta su trabajo y una vez que logré estar en su oficina hablé.

-Me iré con ustedes a Japón.

Mirándote Desde Lejos (2MIN)Where stories live. Discover now