- Capítulo 3 -

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Me había levantado con un fuerte dolor de cabeza. Mi gire aún en la cama para poder mirar la hora, ya eran casi las 10 de la noche, me sorprendí un poco por cuanto había dormido. Pero igualmente me levanté, me tome una pastilla para el dolor de cabeza y me vestí con una sudadera negra y un pantalón corto oscuro, junto a unas zapatillas que tenía hace bastante tiempo. Me asome a la ventana de mi pequeño edificio pudiendo observar las luces y el ruido de los coches de la ciudad. Levanté un poco la mirada y me fijé en las estrellas. No sé porque pero me relajaba muchísimo, era una sensación que de paz y tranquilidad. Salí de mi pequeño trance y decidí ir a patinar un poco, ya que junto a las estrellas y la pizza era de mis cosas favoritas.

-- Iré por la playa -- me susurre a mi misma para coger a Cruso y salir de casa.

Durante el camino sentía la brisa en mi cara, junto al sonido de la playa. Segui patinando hasta llegar al parque, decidí ponerme mi capucha y hacer un par de trucos. La verdad que al estar yo sola y no haber nadie. Hacía ruido, cuando me equivocaba y mi tabla chocaba contra el suelo.

Al llegar entré de servicio y pregunte a toda la malla si habían capturado al ladrón o ladrona de aquel banco. Aunque de ser así la hubieran llevado al hospital.

-- Aquí comisario Volkov a toda la maya, me reciben? -- pregunté, mientras daba vueltas por radio.

-- 10-4 -- me contestaron y me afirmaron todos.

-- Bien, se sabe algo sobre el atracador del banco hace unas tres horas aproximadamente? -- volví a preguntar.

-- 10-5 -- respondieron todos, menos un oficial que comento algo más.

-- 10-5, perdimos de vista al sujeto en plaza central -- añadido el oficial.

-- 10-4 -- contesté para subir al despacho de Conway.

-- Bueno, Mari Cler, tú y yo tenemos algo pendiente -- dije colándome en el despacho sin que nadie me viera.

Entré en la PDA desde el ordenador y busque su nombre, el cuál tenía muchisimos antecedentes: robos de coches, venta de drogas, atracos a badulakes, a joyerías, intento de homicidio a un civil... Parecida que nunca se acabaría, siendo honesto me sorprendía un poco que la chica con la que me había cruzado antes intentase matar a un civil. Pero para mayor fue mi sorpresa cuando apague la pantalla y me gire encontrándome la cara del comisario Greco a un par de metros de la mía con una pequeña sonrisa.

-- Joder Greco, a usted le parece normal aparece así, sin avisar -- le dije mientras tapa disimuladamente un poco el ordenador.

-- Y a ustede le parece normal colarse en un despacho que no es suyo y utilizar la PDA a su antojo -- dijo mientras señalaba el ordenador con la mirada y levantaba una ceja.

-- No lo estaba utilizando a mi antojo, estaba buscando el nombre de un delicuente -- conteste sincero.

-- Así que afirma a verse colado sin permiso -- repitió el comisario.

-- 10-5, no me he colado, tengo permiso, por algo soy comisario -- dije intentando que se alejara discretamente del ordenador.

-- Bueno, supongamos que le creo... -- continuó mientras intentaba dirigirse al ordenador.

-- Pues, si me cree no se a donde se dirige -- le corte el paso.

-- Qué esta escondiendo Volkov? -- pregunto para acto seguido esquivarme y encender la pantalla de forma muy rápida.

Me quedé en seco sabiendo que ya no servía hacer nada. Pase mi mirada lentamente hasta Greco sin pronunciar ni una sola palabra.

-- Se puede saber quién es Mari Cler? -- preguntó Greco curioso mirándome.

-- Esto...ella es la culpable de un robo sucedido en el día de hoy -- dije retirando la mirada rápidamente puesto que estaba un poco avergonzado por mi propio comportamiento.

-- Mmmm, valla y se puede saber por qué le llama tanto la atención esa atracadora? -- me preguntó con una mirada pervertida.

-- Qué... qué está insinuando? No sera lo qué creo qué es, no? -- pregunté intentando camuflar el color rosado que se había teñido en mis mejillas.

Greco solo se limitó ha asentir y ha sonreír pícaramente.

-- No no y no -- continúe más rojo por culpa de sus gestos.

-- Y es guapa? -- me preguntó aún manteniendo esa sonría pícara.

-- Puff... Greco usted no sabe lo que dice, de verdad -- dije esquivando la mirada del comisario.

Él soltó una carcajada por mis gestos y me agarro del hombro para que no me marchase de la sala.

-- Si usted lo dice... -- volvió a su anterior postura.

-- Venga vamos, tenemos una ciudad a la que proteger -- dije saliendo del despacho una vez por todas.

Greco iba detrás suya, bajaron las escaleras y ambos dirigieran su mirada a el reloj que se encontraba en la sala principal, marcaba las 11 en punto. Comprobaron la radio y los únicos que aún estaban de servicio eran ellos dos y otros 3 policía.

Recibieron un aviso cerca de la playa, los comisarios se miraron entre sí diciéndose entre miradas que irían al aviso, salieron fuera y montaron en el patrulla. Se dirigían a la playa, mientras que Volkov conducía, Greco miraba el aviso, en el se informa de que varios vecinos de la zona se quejaban por el ruido provocado por una persona encapuchada a esas horas de la noche.
Cuando estuvieron cerca decidieron aparcar el patrulla en una calle metros detrás del aviso, puesto que no querían ser vistos y que el sujeto se marchase. Caminaron y se encontraron a una figura montando en lo que parecida monopatín, mientras daba pequeños saltos.

-- Seguro que es algún crio -- dijo Greco guardando el taser.

-- No sabemos si esta armado -- dijo Volkov continuando por el paseo con el taser.

Por parte de Greco solo rodo los ojos y saco nuevamente el taser.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca gritaron ambos al unísono -- manos arriba -- para que la figura se deteniera.

La persona se giró dejandonos confirmar que iba encapuchada y con algo que cubría su boca, una especie de pañuelo. Acto seguido de hacer contacto con visual con la policía, levanto las manos. Ambos pudieron escuchar muy bajito de su parte un "Mierda". Y rápidamente cogió la tabla y se echo a correr a pie. Nos miramos un segundo y fuimos a por él.

***

Minutos atrás, estaba apunto de que me saliera un truco que llevaba practicando un par de minutos, cuando de repente escuche pasos y seguido de ellos dos voces que decían al unísono "manos arriba" de parte de unos agentes.

-- Mierda -- susurre para misma haciendo que después levantara mis manos.

No me podían pillar, pensé, además hacía tiempo que no huía de unos polis, pensé sarcástica acordandome de lo de esta mañana.  Mi siguiente pensamiento y gesto fué coger la tabla y hecharme a correr.

Spain RP y tuWhere stories live. Discover now