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Cierro los ojos mientras abrazo el móvil contra mi pecho, recordando el tono tan cálido de su voz. Honestamente, no quería colgar la llamada, necesitaba seguir escuchando esa voz que siempre me ha transmitido calma y protección. Lleno mis pulmones de aire y después suspiro profundamente mientras vuelvo a poner la mirada en la nueva noticia respecto a mi desaparición. Llevo más de una hora mirando la pantalla del ordenador mientras leo todo tipo de rumores. Si antes era la loca de Oxnard ahora soy una adolescente rebelde que se escapa de casa. Nadie sabe realmente el motivo para decir tales tonterías. Cansada de leer mentiras apago el ordenador y me apoyo en el escritorio apartando mi cabello hacia atrás entre tanto suplico que no le pase nada a Evan.

En ese mismo instante, la puerta de la habitación se abre dejando entrar una estela de luz proveniente del pasillo. En cuanto levanto la mirada pongo los ojos en blanco y aprieto los dientes conteniendo las ganas de pegar a Luke, quien últimamente está haciendo que mis días sean más insoportables que nunca. ¿Por qué me persigue todo el rato?

Me cruzo de brazos girándome ligeramente sobre la silla mientras repaso su figura alta y musculosa acercándose tan lentamente a mi que me eriza el vello de los brazos. Lleva una camiseta blanca de manga corta con unos pantalones vaqueros que atrapan sus piernas y hacen fácilmente visible su bragadura. Inmediatamente, desvío la mirada y dismulo observar el detalle de mis manos. Advierto sus pies desnudos frente a los míos, carraspea su garganta y de reojo puedo ver como se extiende una sonrisa pícara en su semblante.

-¿Por qué todavía no estás durmiendo?

- Oh, ¿debería? - digo sarcástica. - Si tienes un horario, no estaría nada mal que me lo dieras. Así sabría qué hacer y qué no hacer.

- Ah... - suelta un suspiro mientras apoya una de sus piernas sobre el reposabrazos. La silla desciende levemente por su peso y yo me veo obligada a tenderme hacia el lado opuesto para mantener mi rostro lo más alejado del suyo. - Si realmente estuvieras incómoda conmigo, ya te hubieses ido la primera noche. Pero no. Sigues aquí y eso me gusta.

- Estoy incómoda. ¡Me sigues a todos lados!

- Coincidimos.

Clava fijamente su mirada mientras se atreve a guiñarme el ojo con gracia. Le desafío a que se detenga con su tortura, sin embargo, acerca su rostro rápidamente al mío arrebatándome el aliento. A pesar de la oscuridad que envuelve la estancia soy capaz de ver sus brillantes y enormes ojos, sus labios entre abiertos y percibir la tensión de su cuerpo. Como siempre, su cabello luce enredado y salvaje pero ahora solo puedo quedarme estática durante unos segundos esperando mi propia reacción. Trago mi inexistente saliva. Un escalofrío recorre mi columna vertebral entre tanto contengo la respiración. Luke comienza a acercarse, sútil e interesado en mis labios. ¡Dios!¿Pero qué demonios le pasa a este tipo? ¿Es que quiere morir?

WILLOW. ©Where stories live. Discover now