23/3

121 45 38
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hace unas horas, el humo se incorporaba en mis pulmones por primera vez al igual que los celos abrazaban con fuerza mi cuerpo, pues de repente comenzaba a sentirme extraña incluso con mi mejor amigo agarrando mi mano para ayudarme a subir al asiento de su vehículo. La sonrisa que me dedicaba me hacía sentir algo incómoda, parecía querer triunfar ante su nuevo rival; Luke. No entiendo que mosca les ha picado para estar tan a la defensiva, para cruzar esas miradas que hacían que me pusiera en alerta por si algo sucedía. Tanto Evan como Luke, se unieron para no dejar que probara ni una sola gota de alcohol, sin embargo, Jessica fue una gran ventaja cuando le pedí que me llevara rápidamente a la pista antes de que los chicos nos alcanzaran. Si Jessica supiera mi historia, juraría que no hubiese hecho todo lo que le estuve pidiendo y me protegería. Estoy harta de que se preocupen por mi incluso cuando quiero vivir y comportarme como las personas de mi edad. No los culpo, he dado mucha pena, he dado que hacer y les he arrebatado sus noches pensando en mi. Lo sé cuando observo los ojos de Evan, cuando Luke acude "casualmente" a todos los lugares donde voy. Es su reloj.

Ahora, mientras la música electrónica y ahogada que suena tras las paredes de los baños, observo mi muñeca, palpo la fina correa y sonrío al recordar lo mucho que me enseñó Jack sobre estas cosas. El avance de la nueva tecnología puede resultar un plato apetitoso para los psicópatas de hoy en día, pero sé perfectamente que Luke no es así. De hecho, fui yo quien le dije que necesitaba su reloj creyendo en la posibilidad de que si me encontraba alguna vez en peligro, él iba a poder salvarme. Cierro los ojos recordando el primer momento que tomó mi brazo para asegurarse que estaba bien, como me miraba con esos ojos azules-grisáceos mientras sus labios se separaban para recuperar el aliento.

- ¡Neeeeeeeeeena! ¿¡ESTÁS BIEN!?

Los gritos agudos de Jessica interrumpen mis recuerdos, sin arrebatarme todavía la sonrisa de la cara salgo del baño con torpeza y levanto la mirada para descubrir a la chica rubia que ríe a carcajadas sin motivo alguno. Las paredes se mueven, me atrapan con ellas entre tanto siento mi cuerpo flácido recostándose sobre la pila. Abro el grifo y me enjuago la cara.

- ¿P-puedo... pedirte un f-favor...? - Jessica apoya sus brazos, apoyando su cabeza en una de sus manos mientras trata de visualizarme correctamente. - Sé que... tú eres una buena persona. - asiente con seguridad. - Verás... es sobre Luke. Me gusta.

En ese momento, me detengo. Observo como el agua del grifo cae sobre la pila a toda velocidad, como se entapona y va formando un pequeño charco hasta el agujero superior. Mientras Jessica cuenta ilusionada todo lo que siente por Luke, mi estómago comienza a mezclar todo el alcohol provocando que la amenazante bilis se remueva por todo mi interior. El sabor tostado del ron se desliza hasta mi garganta lo que hace que me tape con la mano y trate de controlar las árcadas.

- Aquella noche... - miro de reojo a Jessica. Unas lágrimas comienzan a salir de sus ojos, anhelando por el amor del mismo chico que altera todos mis sentidos. Descubrir su historia me hace sentir como una completa idiota. - me enamoré. P-puedo recordar lo caballeroso que fue conmigo a pesar de no tener todo bajo control. Conozco a Luke desde primaria y desde entonces siempre he pensado que es un chico muy atractivo. Me gustaba más de lo que creía. Una noche decidimos salir para celebrar la soltería de Jhon, un amigo en común. Su novia le había dejado por otra chica. ¡Era lesbiana! ¿Cómo era su nombre...? ¡Oh, ya! Danna.

WILLOW. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora