Después de una noche larga y oscura surge la incertidumbre de tus actos. Lo único que recuerdas es una pluma negra y unos ojos cuyos no sabías que en ellos se encontraba el mismísimo infierno. Con todo lo ocurrido no puedes confiar de la misma maner...
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Obtuve la grabadora y el diario, los agarré con la fuerza de mis manos mientras exhausto recorría las calles a la velocidad que las piernas me concedían. Corrí tan rápido como pude, lo hice para detenerla, para evitar que desapareciera de mi vida sin habérselo permitido. Mi frente sudaba mientras el sabor de sus labios cuando me besó por última vez me animaban hasta llegar a la casa de Jessica.
Llamo a golpes a la puerta sin ser consciente del ruido que estoy haciendo, solo soy consciente de mi histeria y mi locura. No puedo dejar que se vaya, no sin mí. No tiene por qué estar sola y enfrentarse a sus demonios sin la ayuda de nadie. Durante mi carrera, lo he escuchado todo. He escuchado la voz del mismo chico que intentó violarla ante mis ojos. Este se confesó mientras Evan soportaba sus duros golpes en la cara. Por otro lado, unas carcajadas malévolas provenían de su garganta tras haber logrado lo que quería. Willow no puede irse, no sin antes escucharlo.
Cuando la puerta se abre observo las lágrimas de Jessica, sus ojos rojos me miran y después se desvían hacia el suelo. Me adentro en el interior con rapidez, apresurándome hasta la habitación del fondo, vacía y sin rastro de ella. Escucho unos pasos deteniéndose detrás de mí, me volteo y me acerco a Jessica para agarrarla de los brazos, tirar de ella ligeramente suplicante para que me cuente qué ha pasado.
- ¡Dimelo! - gritosin poder contener lo que siento, aquello que se apodera de mi paciencia y consigue enloquecerme.
- Se.. se ha ido. -llora. - Le pregunté que era lo que ocurría. No me respondió. Cuando trató de irse, la detuve agarrando sus muñecas y vi... - se detiene sin controlar el llanto. - Vi sus marcas. Cuando las vi, ella me empujó y me amenazó con un cuchillo advirtiéndome para que no la siguiera. No sé que está pasando, Luke. Hoy es su cumpleaños y le propuse hacer una fiesta, pero todo el tiempo insistía que me alejara de ella. Que no entiendo nada, que ella es un peligro para la sociedad. ¿Qué le pasa, Luke?
Cierro los ojos, alejándome de Jessica a la vez que enredo mis dedos en mi cabello y tiro de este. Seguidamente, le mando un mensaje urgente a Evan y le pido a Jessica que me llame si sabe algo de Willow. Cuando estoy a punto de desaparecer por la puerta, me agarra suplicando para que no vaya detrás de ella mientras asegura que Willow ha perdido completamente la cabeza. Diviso mi mochila, la misma que Willow se llevó. Trato de controlar mi ira e ignorar a Jessica para no derrochar mis gritos más furiosos contra ella, por lo que me pongo la mochila en la espalda y camino con rapidez hacia la salida.
