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El hombre que se encuentra de pie ubicado al lado de la puerta, vigilando para que nadie entre sin permiso en la habitación, me mira con los brazos cruzados sin perder ningún detalle de mis palabras. No obstante, el oficial Nuñez agarra una pequeña libreta con una de sus manos mientras con la otra sostiene un bolígrafo y me realiza la primera pregunta antes de comenzar con la interrogación a la que tanto miedo me ha dado enfrentarme. Respondo que estoy todo lo mejor que puedo estar en estos momentos, pues por la suerte de ellos yo sigo estando viva.

En mayor parte estoy agradecida de seguir viva, pero me pone de los nervios no saber lo que puede pasar de ahora en adelante. No quiero alejarme de Luke. No quiero que me separen de mis amigos y de la nueva vida que ellos me han dado. Tengo mucho miedo de enfrentarme a mi madre. Tengo miedo de decir cómo me siento, decir la verdad y que nadie sea capaz de creerme. De todos modos, estoy postrada en una cama con agujas, un tubo de suero inyectado en mi piel y respirando de la ayuda de una máquina que introduce el oxígeno por mis narices.

-¿Por qué te fuiste de casa? - comienza el oficial Nuñez con su interrogatorio, preparando la punta del bolígrado para cuando reciba una respuesta.

A veces siento que soy la persona más cobarde del planeta, la más miedosa y sumisa que pueda existir. La persona que respeta las reglas de una mujer por muy inhumanas que sean sin considerar mis derechos primero. Agacho la cabeza mirándome las manos entrelazando los dedos mientras recuerdo los ánimos que Evan me daba para decir la verdad. Una verdad que tengo que confesarle a Luke, pues no puedo continuar mi vida sin decirle lo que pasó. No puedo mirarle a la cara y sentir como mi fuego interno se enciende con el miedo en el cuerpo. Como la voz del capullo que me violó se repite una y otra vez en mi cabeza.

-¿Emma es buena madre? - vuelve a preguntar Nuñez. Levanto la mirada pestañeando mientras trato de aguantar las ganas de llorar. No quiero volver a llorar. - ¿Qué sucedió en la montaña?

Tener miedo es la peor cosa que puede sufrir una persona. El miedo te debilita, te atrapa y te lleva consigo hasta arrebatar todos tus valores, todos tus sueños. Te hace pensar que no vales para nada y comienzas a pensar que toda la gente que te mira te odia. Que todos te critican cuando posiblemente no suceda nada de eso. El miedo ha podido conmigo desde el día de mi nacimiento, pero Jack lo hacía todo mucho más fácil. Era como la luz que me guiaba a través de la oscuridad.

Podía sentirme segura en aquellos tiempos, pero luego después, todo se volvió sumamente oscuro. He querido confesar la verdad desde hace mucho tiempo, pero no he tenido el valor necesario para hacerlo. Y ahora, no sé si es buen momento. Pero lo que sí sé, es que me he cansado de sufrir y de guardar tantos secretos que la gente no conoce. No tengo ni idea de donde estaré cuando salga de aquí, si estaré en una celda o empezando una nueva vida. De igual modo, quiero hacer algo cuando salga de esta maldita habitación.

WILLOW. ©Where stories live. Discover now