Un pastel de capítulo.

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Capítulo 28.

Lunes 11 de mayo del 2020.

Había pasado casi un mes desde lo último que supimos de los participantes de esta historia.

Efectivamente como Tyler teorizo las rubias sabían que lo que les había pasado era culpa de Brittany así que trabajaban sin descanso en armar algo gordo para que Brittany no solo se fuera de su vida si no también del instituto.

Jake y Riley se habían ido a New York a visitar la universidad de Columbia ya que en septiembre sería donde ambos comenzarían sus estudios en artes escénicas y estaban pasando un día agradable en una de las ciudades más aclamadas del país. 

El idilio entre Antonella y Ashley no duro mucho más, la rubia se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en Logan (como el tampoco en ella) y decidió no hacer ilusiones a la italiana, que de todas maneras no se había hecho muchas porque decidió que después de la graduación de su anfitriona se volvería a Italia, echaba de menos a su gente.

Y por último nuestros protagonistas, habían cenado con sus respectivos suegros y hacían unos días habían hecho su primer mes juntos, en concreto, el domingo que lo celebraron en un globo aerostático gracias a que James era un chico de contactos. 

En este capítulo nos centraremos en como viven su romance en un día normal James y Aurora con pequeños detalles de alguna de las parejas secundarias que tanto nos gustan.

Por la mañana los Pindter/Simpson desayunaban en su casa unos panes integrales que Leonard había comprado para mejorar la alimentación de Hunter y cuándo fue la hora todos salieron de la casa.

La pareja adulta junto a Ares para dejarlo en la escuela y después ir a sus respectivos trabajos.

La pareja en secreto con nuestro protagonista, se montaron en el descapotable plateado que a Víctor le encantaba conducir y fueron juntos hasta el Anchor Beach.

—Entonces, repasamos los eventos—comenzó a hablar Víctor—Mañana James tiene partido, yo lo tengo el viernes, Ares tiene una obra de teatro el lunes y Andrea tiene su exhibición el jueves que viene.

—Somos unas personas muy liadas—carcajeo James—Pero sí, así están las cosas.

—Bueno, con organización y demás se saca todo—calmo las aguas Andrea—Y somos los reyes en eso así que podremos.

Víctor aparcó en el estacionamiento del Anchor Beach.

James se despidió de los tortolitos y para reunirse con su novia.

Andrea deposito un beso en los labios de Víctor a modo de despedida y se reunió con Julia y conmigo, Finn, con los que tenía que recapitular los chismes de una fiesta. 

Al lado de Víctor llego Aaron, ya iba con una sola muleta pero su recuperación del accidente seguía siendo lenta, demasiado para el gusto del futbolista.

—Buenos días, guapo—sonrió Aurora para luego besar a su novio—¿Cómo estás?—le cogió la mano para avanzar y entrar al centro escolar.

—Bueno, son casi las ocho de la mañana y estoy en el insti, no muy bien—vaciló—Pero estoy con la chica más guapa de toda la ciudad, así que eso lo mejora bastante.

—Eres un pelota—carcajeo—Pero me gusta que me tengas como una diosa.

Cuándo sonó la sirena, indicando que tenían que separarse para ir a sus respectivas clases se despidieron con un beso.

Las tres primeras horas se les hicieron eterna, ya que no compartían ninguna de esas, no dejaban de mirar la hora que no parecía avanzar y estaban deseando volverse a ver, como los dos locos enamorados que eran.

Huyendo de los sentimientos.Where stories live. Discover now