Huyendo de los sentimientos.

La familia.

Capítulo 32.

Maratón 3/5.

Martes 2 de junio del 2020.

Ese era un día de celebración, de alegría y de muchas buenas emociones que probablemente lleven tilde. 

Por la tarde Hunter y Leonard llegaron a casa y no solos si no con nuestros fugitivos, cuyo único crimen fue amar, Andrea y Víctor.

Ares al ver a su hermano y Andrea corrió hasta ellos, no lo dudo por un segundo, primero abrazo a Víctor, luego a Andrea y por último a su padre y a Leonard.

James fue abrazado por Andrea y finalmente centró su mirada en su hermano, quién lo miraba con gratitud. 

Víctor redujo la distancia e inicio el abrazo con su hermano mayor, un abrazo lleno de muchas emociones, entre las que se encontraba el agradecimiento.

—Todo ha sido gracias a ti—susurró mientras lo seguía abrazando.

—Te dije que te traería de vuelta, eres mi hermano pequeño y siempre voy a cuidar de ti, aunque te guste mucho ponerte en riesgo—vaciló para apretarlo con fuerza contra él.

Una vez todos se saludaron se tomaron la licencia de hacer la cena entre todos, por votación popular salió que cenarían albóndigas con patatas fritas y un anexo que lanzo Ares, nada de ensalada.

Todos cenaron juntos y esa vez si que se sentían que eran una familia, no muy ortodoxa ni católica y todos sabían de sobra que desde que sus vecinos los padres de Aaron se enterasen de todo eso estallarían porque esa familia contaba con divorcios, hijos no biológicos, homosexualidad y lo que seguro ellos llamarían incesto, pondrían el grito en el cielo y la casa de los Pindter/Simpson sería bautizada como la casa del pecado.

Pero les daba igual, todos estaban felices y era lo que realmente importaba, además de que pronto Leonard y Hunter hablarían seriamente con Vandrea sobre unas normas de convivencia, ya que no dejarían que aquello fuera un carnaval y que hicieran lo que se les viniera en gana.

—Esta muy buena la cena—sonrió Ares—Si cada vez que alguno de nosotros se escape la cena va a estar tan rica, no si, me escapo lo menos tres veces por semana—vaciló este provocando la risa de sus hermanos y hermanastra.

—Nada de escaparse—bufó Leonard.

—El próximo que se escape no verá nunca más la luz del sol, y quienes lo cubran tampoco— regaño Hunter—Con este susto me han quitado años de vida, lo tengo claro.

—Entonces An, ¿Estás embarazada?—preguntó Ares a lo que ella asintió—¿Y voy a tener un sobrino?

—Dios nos libre—hablo por lo bajo el padre de la chica.

—Aún no sé lo que haré, pero no tardaré en decidirme y serás de los primeros en enterarte.

Andrea le acarició la mejilla a Ares, provocando la sonrisa de este.

Cuándo todos terminaron de cenar recogieron las cosas de manera colaborativa y más tarde todos los menores de cincuenta y dos años fueron a la habitación de Ares a ver una película para luego irse a dormir, al día siguiente había clase.

James, Ares, Andrea y Víctor se acurrucaron como pudieron en la cama de Ares pero finalmente encontraron comodidad para empezar a ver Mounstros university, que aunque James lo negase, era una de sus películas favoritas y no la ponía por su hermano pequeño.

Miércoles 3 de junio del 2020.

Después de un día de clase para todos los alumnos, salvo los del senior que estudiaban para selectividad Andrea reunió a toda la familia en el salón, inclusive a su madre por videollamada a la que le contó todo el día anterior y se quedo muy sorprendida.