Huyendo de los sentimientos.

Pequeños y grandes amores.

Capítulo 31.

Maratón 2/5.

Sábado 30 de mayo del 2020.

Todos los amigos de Víctor y Andrea estaban siendo interrogados por sus padres para saber de el paradero de estos pero ninguno dijo nada.

James hasta que no viera claro que harían su padre y Leonard con Víctor y Andrea tampoco diría nada pues ya no solo eran una pareja de enamorados, esperaban un hijo que James estaba seguro que traerían al mundo conociendo a su hermano y por lo poco que sabía de Andrea.

—Leonard—dijo Hunter mientras entraba en el despacho de este—¿Has localizado los móviles de nuestros hijos?

James iba a ir a una cita tripe con Ashley, Logan, Tyler, Mia y Aurora pero al escuchar a su padre y Hunter hablar se detuvo.

—Según esto están en Los Ángeles, pero estoy muy seguro de que Andrea habrá pensado que con esto podríamos rastrearles y ha convencido a Víctor para deshacerse de las tarjetas sims—dejo de mirar el ordenador y lo miró a él—No han hecho uso de tarjetas de créditos, pero si han sacado dinero de sus cuentas corrientes y lo sacaron en Los Ángeles.

—Han sido demasiados listos—entro y se sentó al frente de su prometido—Cuándo los encontremos...¿Qué haremos?—resopló—Porque hemos visto que dicen la verdad y por mucho que tratemos de separarles tengo por seguro de que encontraran la manera de estar juntos.

—Es que no podemos separarlos—se quitó las gafas—¿Tan horrible es que sean novios pese a que nosotros planeemos casarnos este verano?

—Muy cómodo no es teniendo en cuenta que vivimos los cuatro en la misma casa—contempló—Pero si que es cierto que están enamorados, no sería juntos separarles de esa manera y al final del día no son hermanos y nunca convivieron como tal.

—Les pondríamos normas, está claro—dijo—No podemos tenerlos por ahí acostándose en cualquier parte de la casa—suspiró—Aunque es un hecho que nuestros hijos tienen diecisiete años y muy probablemente hayan tenido sexo.

—¿Lo dudas? Yo lo tengo clarísimo, conozco a mi Víctor y si llevan metido casi dos años en esto, créeme que sí—se acarició el brazo—Entonces es un hecho, nuestros hijos están enamorados.

—¿Qué probabilidad había que entre 3,99 millones de personas se encontraran y se enamoraran?

—Lo mismo piensan ellos de ustedes—entró James al despacho—He oído que vais a dejar que Vic y An siga con su relación—ambos adultos asintieron—Yo...sé dónde están, pero antes de decirles dónde están tienen que saber algo.

—¿Qué?—preguntó su padre.

—Andrea está embarazada y por eso se escaparon, no se si pretenden tenerlo o no...pero Víctor no quería dejarla con toda esta situación y se han ido juntos para decidir que hacer—contesto.

—Sí, hay que ponerles normas definitivamente—Leonard se dio en la cara—Y hablarles del condón.

Y después de una larga charla sobre el embarazo de Andrea, James les desveló la dirección en la que se estaban quedando los tortolitos. 

Leonard y Hunter consiguieron el lunes un vuelo a las seis de la tarde, era una hora de travesía así que a la siete estarían allí, harían noche dónde se estuvieran quedando y volverían el martes a la mañana.

Dejando ese tema zanjado James salió de su casa y condujo muy feliz hasta la casa de Aurora, dónde pretendía recogerla para ir a la bolera con Ashley, Logan, Tyler y Mia.