Huyendo de los sentimientos.

El final.

Último capítulo, el 37.

Viernes 8 de agosto del 2020

Bueno, han pasado muchas desde el trece de junio, que fue lo último que supieron de esta historia que no daba mucho más de si, así que...

¿Qué mejor que cerrarla ahora?, ¿Con una boda y con el cumpleaños de una de nuestras protagonistas?

Y bueno, antes de centrarnos con la boca resumamos lo que necesitamos saber:

⚫︎Desde el trece de junio, por la tarde, Danielle y Christian eran novios, el menor de los McDaniel se lo pidió mientras la acompañaba a su casa y la menor de los Mitchell no pudo negarse, porque quería estar con él.

⚫︎A los padres de Ashley no les pareció del todo buena idea lo del año sabático y menos cuándo oyeron que quería irse con su novio un año entero por Europa, pero en una presentación de power point explico sus puntos y prometió estudiar el año que viene en Yale, así que aceptaron y cuándo se lo propuso a Logan casi que le pidió matrimonio en ese mismo lugar.

⚫︎Jake y Riley irán a Columbia y vivirán en el piso de la familia de la chica algo que les hacía mucha ilusión porque estaban en el mejor momento de sus vidas y querían compartirlo, juntos.

⚫︎Mia y Tyler a veces discutían, era inevitable cuándo eran tan diferentes pero siempre encontraban un punto intermedio, como arreglar las cosas y no dejar que esas pequeñas diferencias afecten demasiado a su relación para que pudieran vivirla lo mejor posible.

⚫︎Renee y Josh no estaban en su mejor momento y todo por las dudas de la rubia, que siempre había sido muy insegura, que aunque dijera que sabía que Josh era el hombre para ella y que ella sabía que ella era la única para él no se sentía del todo segura y eso la mataba por dentro y lo exteriorizaba haciendo que discutieran más que nunca pero ¿Supondría eso un fin para la pareja?

Sin más dilatación nos centramos en el gran día de Leonard y Hunter había llegado: 

Su boda. 

Dónde sellarían su amor delante de amigos, familia y también de nosotros, los amigos de sus hijos y aprovecharé este evento para dar cierre a la historia de James y Aurora, aunque esta a penas estaba comenzando pero todos nos imaginamos como irá yendo.

James fue en su camioneta en busca de Aurora, que aunque su familia también fuese a la boda prefería ir con él. Aparcó delante de su casa y se bajo para ir a tocar la puerta, cuándo lo hizo vio a la de los ojos verdes que estaba preciosa.

Vestía un vestido, valga la redundancia, largo hasta las canillas, de asillas, negro y con estampado de margaritas y calzaba unas cuñas de ese mismo color, en cuanto a su peinado era una trenza de espiga bastante trabajada y que la favorecía.

—Estás muy guapa—la halago.

—Gracias—sonrió—Tu también vas genial.

Se montaron en el coche y tras cuarenta minutos llegaron al lugar, un complejo de una casa antigua, aún más a las afueras que la mansión Myers, con un gran lago dónde celebrarían el enlace y también el banquete.

Todos al verse fueron saludando compartieron risas y sonrisas, la boda no tardo en empezar.

Leonard y Hunter estaban muy ilusionados, quizás más que nunca, tenían ganas de cerrar de manera oficial su amor, usar guion cada vez que tuvieran que firmar algún documento oficial y en definitiva, compartirlo absolutamente todo.