ATRAPADA© ✔️ #1 De La Saga (Traumas) (En Edición)

Al borde de la locura

Nivek#

¡No, no, no!

Esto no puede ser posible.

No pude haber perdido esa carpeta, yo fui muy cuidadoso de que no le pasará nada ahora no está. Busque bajo los asientos del auto, en mi casa, en la oficina y no está.

Desapareció.

Respiro profundo y trato de calmarme para poder pensar mejor, solo a mi me pasan estas cosas y es inaudito soy un oficial y estas cosas son imperdonables ¿qué fue lo que hice el día que tenía la carpeta?

A ver:

Fui al psiquiátrico y tenía la carpeta.

Me encontré a Lily y tenía la carpeta.

Fuimos al café y tenía la carpeta.

Fui a su casa y...

Su casa...

¡Claro!

Ella al subir a mi auto debía ver la carpeta, la debía tomar y revisar por curiosidad al ver qué tenía información de ella debía guardarla pero para que yo no me diera cuenta debía hacerlo cuando llegamos a su casa.

Debía hacerlo porque no quiere que nadie sepa de su enfermedad y es obvio nadie quiere que lo miren como un monstruo. Podría ir a ella y culparla pero no tengo nada de pruebas y si nos llegan a interrogar de lo que pasó ese día no ganaría nada, ya que me avise con ella y tome licor.

Yo no soy de dejarme llevar por una mujer pero ese día de veía tan segura de si misma, se veía muy hermosa, si mirada ya no era inocente sino que era juguetona y atrevida.

Era como si tomarán a otra mujer y la metieran en su cuerpo, lo peor es que no me dió ni tiempo de leer al menos que enfermedad parece ella ni eso pude leer.

Paso mi brazo por el escritorio y tiro todo al suelo me siento mal conmigo mismo, me falle a mi mismo. Esto podría tener consecuencias en mi carrera porque aunque no sea una investigación de la estación de policías sigue siendo una investigación, estoy podría impedir mi aprobación en las pasantías.

Trato de calmarme pero es imposible la irá me tiene al borde de la locura y la frustración más aún. Me robó en mi cara y no me di cuenta sino tres días después.

¡Que imbécil!

Me deje llevar por una calentura, por la figura femenina quisiera lanzarme de un edificio o que me dieran una abofetada por lo imbécil que fuí.

Un ruido me saca de mis pensamientos, estaban tocando la puerta y eso era raro ya que nadie me avisó que vendría, coloco mi mano en el arma que tengo en la parte baja de mi espalda salgo de mi habitación en silencio, esto es muy extraño y si eres oficial siempre desconfias de todo, nunca de sabe que está detrás de la puerta.

Al acercarme a la puerta saco el arma y apunto hacia la puerta, giro lentamente la perilla para ver quién es. Al abrir la puerta veo el gesto inexpresivo de Alejandra que mantenía su mirada entre mi cara y el arma.

-¿Tan frustrado estás que ahora recibes a tus visitas apuntandolas con un arma? ¿en serio?- dijo ella mientras con su mano baja el arma y entraba a mi casa.