María Fernanda es una chica de 12 años que descubre algo increíble que cambiará su vida para siempre, pero no se arrepentirá de ello. Junto a sus amigos: Emily, Mateo, Gianmarco y Alonso; descubren nuevas cosas y aventuras interesantes para cualquie...
@Kasie_Dreamer ya llegó por quién llorabas xD. Que disfruten el cap babys :3
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El día ya había terminado. Había regresado a casa en la movilidad junto con mis amigos. Entré y mi papá estaba descansando, así que por eso fue Betty quien me recibió.
—Hola, Betty —la saludé. Era una señora bajita de tez trigueña de unos 45 años de edad que era muy amable y nos ayudaba con los quehaceres del hogar.
—Hola, hijito —nos saludamos con un beso en la mejilla. Sí, me trataba como a un hijo y eso me encantaba.
Verán, la historia es algo larga pero trataré de resumirla.
Mi papá y mi mamá eran una pareja felizmente casada que tenían dos hijos: mi hermano mayor Marco y yo. Todo era muy bonito hasta que cumplí los seis años y mi hermano tenía siete.
A mi madre la ascendieron en su trabajo después de mucho tiempo, así que, con justa razón, salió a celebrarlo con sus amigas a una discoteca. Hasta ahí, bien.
Pero... en la discoteca conoció a un hombre, ambos fueron a su casa de él y tuvieron relaciones. Básicamente, mi mamá le fue infiel a mi papá. Él no se enteró de nada hasta que se dio cuenta de que mi madre estaba embarazada y que la hija que llevaba dentro era de ese hombre, del cual ya no sabía nada.
Producto de ese engaño, mis padres se divorciaron y yo me fui a vivir con mi papá, mientras que Marco y Kiara, mi media hermana, se quedaron en Piura con mi mamá.
Mi papá y yo nos mudamos a Huachosica, donde vivo ahora y donde vivíamos en el momento en que toda esta historia se desarrolló.
En fin, como mi papá no sabía cocinar muy bien que digamos y tampoco tenía mucho tiempo, contrató a Betty. Y ahora es como parte de la familia, ya que me conoce desde los seis años.
Cambiando de tema y siguiendo con el capítulo, le dije a Betty que la comida que me había mandado de almuerzo estaba muy rica y le agradecí. Luego de eso, subí a mi cuarto, me cambié de ropa y me tiré a la cama a descansar un rato.
Solo tenía un pensamiento en la cabeza: "¿Quién era esa linda chica que me golpeó casualmente con la pelota?"
Tenía que averiguarlo, pero no se me ocurría cómo.
Definitivamente era mayor que yo, se notaba. Y sé que, instantes antes de que la viera, había dicho que, si tuviese una novia, no me gustaría que sea mayor que yo; pero una vez que la vi, eso se fue directo al tacho de basura.
"¿Cómo rayos puedo saber su nombre siquiera?", pensaba. "Es mayor que yo... ¿conozco a alguien que esté en grados mayores al mío? Como en segundo o tercero de secundaria". Hasta que me di cuenta de que... "Brenda", pensé. "Claro, Brenda es mayor que yo por un año, quizá ella sepa de esa chica", sonreí ante la idea.
