¿DECLARACIÓN?

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Mi hermana seguía triste por lo de sus aretes

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Mi hermana seguía triste por lo de sus aretes. Pero a pesar de eso siguió con su día y decidió que le diría a Frank lo que sucedió.

Terminaron las clases y fuimos a nuestras casas. Nuestros abuelos decoraron toda la sala para cuando nuestros amigos. Invitamos a Emily, Brenda, Frank, Mateo, Gianmarco y Alonso.

Ese día no tenía entrenamiento, como era mi cumpleaños, era mi día libre. Por lo que simplemente fui a mi habitación para ponerme el vestido que mi hermana y yo habíamos acordado. Ambas nos pondríamos vestidos iguales.

No tienen idea de lo mucho que me costó convencerla de ponerse aquella prenda. A esa niña jamás le gustaron los vestidos, a mí me encantan.

En fin, ambas bajamos a la sala para ayudar a mis abuelos con los últimos detalles de la decoración. Ya todo estaba listo, solo faltaba que llegaran los invitados.

Pasaron unos minutos, Mateo y Gianmarco fueron los primeros en llegar. Ambos tenían dos bolsas de regalo en sus manos. Se lo agradecimos y las abrimos. Mateo nos había regalado una caja de chocolates a cada una. Nos regaló nuestros chocolates favoritos.

Ahora que lo pienso, ese chico siempre ha sido detallista. Ahora entiendo por qué Liz se fijó en él. No la culpo.

Gianmarco nos dio algo distinto a cada una. A Paz le regaló una colonia que le fascinó y a mí un brillo labial muy lindo. Se lo agradecí enormemente y le pregunté de dónde rayos había sacado un labial tan lindo. Él solo respondió que había recibido mucha ayuda de sus hermanas, ya que él no tenía ni la menor idea de qué regalarnos.

Nosotros solo nos reímos de su respuesta y mi hermana y yo subimos a nuestros cuartos a guardar los regalos.

Cuando bajamos, vimos que ya habían llegado Emily y Brenda. Gianmarco y Mateo ya estaban sentados en el sofá con un vaso de gaseosa en la mano. Vaso que, probablemente, les dio mi abuela al verlos con las manos vacías. Ya saben, es típico de las abuelitas el querer que comas y comas hasta reventar.

De igual forma, Brenda y Emily llegaron con dos regalos cada una. Nuestra querida Brenda nos regaló unas camisetas hermosas que eran a juego. ¡Y eran de El Rey León!

Paz y yo amamos esa película.

Su camiseta decía "Hakuna" y la mía "Matata". Simplemente fue asombroso.

Emily nos dio unos peluches. Pero no unos simples peluches. Paz y yo también amábamos (y seguimos amando) la serie de Cartoon Network llamada Steven Universe. Era nuestra favorita en esa época.

Yo tuve al personaje de Zafiro y mi hermana el de Rubí. Si no han visto esa serie, se las recomiendo.

Les agradecimos a ambas con un fuerte abrazo y una gran sonrisa.

Ya solo faltaban dos invitados: Frank y Alonso.



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