Proceso

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—¿Quieres recordarme de nuevo por qué estamos yendo a la sede de los plomeros?— Ben le preguntó a Kevin mientras se acomodaba mejor en el asiento trasero del deportivo. Gwen lo miró por el retrovisor y el castaño pudo jurar que por un momento la mirada de su prima estuvo llena de rencor. 

—Hay algunas cosas que la abuela Verdona y el abuelo Max quieren aclarar con nosotros.— Reiteró Kevin mirando por el espejo derecho para cambiar de carril, siempre había una desviación para llegar a la sede, se sabía cada uno, así que una vez que lo tomó cambió la velocidad, movió la palanca de cambios a segunda momentos antes de dar una vuelta en el retorno de manera apresurada y de cambiar a tercera, acelerando de nuevo.

—Entiendo.— Dijo suave. Se recostó entre los tres asientos con bastante cansancio hasta que a su mente llegó una imagen de algo sumamente delicioso, algo con fresas y queso.— Oye Kevin.— Llamó la atención del mayor quien hizo un sonido con su boca incitándolo a hablar. —¿Podemos hacer una parada antes de llegar con los plomeros?— Le cuestionó levantándose de nuevo de los asientos para sentarse y mirar al frente sabiendo que su tierna y emocionada expresión se reflejaría en el retrovisor.

—Ben, es importante que lleguemos con el abuelo y la abuela, nos han estado esperando desde hace rato por tu culpa, no tenemos tiempo para paradas.— Gwen le respondió de forma tosca y el castaño borró su expresión por una ligeramente deprimida antes de asentir.

Kevin quien no había dejado de mirar a Ben entre momentos frunció un poco el ceño antes de decidirse a hablar.

—Pues, tenemos tiempo suficiente para hacer una parada rápida, digo, total ya llevan un rato esperando y conocen a Ben, nunca ha sido puntual, no creo que les moleste esperar un poco más.— Aclaró Levin sonriendo y asegurándose de que Ben igual lo viera.

—¡¿En serio, Kevin?!— Le cuestionó el castaño acercándose a su asiento con una enorme sonrisa en su rostro antes de regresar a su lugar.

—Por supuesto, ¿a dónde quieres ir?

—¿Sabes si por aquí hay algún lugar donde vendan Cheesecake?— Preguntó avergonzado, sus mejillas se tiñeron de rosa y desvió la vista del retrovisor.

—Creo que a dos cuadras de la base de plomeros hay una tienda, podemos ir a ver.— Ben le sonrío y se aferró con sorpresa a su asiento cuando sintió cómo Kevin aumentaba aun más la velocidad del automóvil deportivo.

Gwen quien había estado con el ceño fruncido todo el camino volteó a ver a Kevin asustada de la velocidad increíblemente irresponsable con la que conducía. No pasó tanto tiempo hasta que llegaron a la dichosa pastelería. Kevin se bajó y decidió comprar tres de esos postres, uno para que Gwen no lo asesinara y dos para Ben, él por su parte no era gran fan de lo dulce.

—¡Eres el mejor, Kevin!— Agradeció Ben dándole el primer mordisco a su pastel de queso con fresas, de verdad se sentía de buen humor ahora que su pequeño antojo había sido cumplido. Después de eso por fin arribaron en la base de los plomeros. Se bajaron del auto y Gwen se alejó de ellos con los brazos cruzados. Ben volteó a ver a Kevin apenado y el más alto simplemente se encogió de hombros y le restó importancia al asunto. 

Al entrar a las instalaciones se toparon con Max quien los había estado esperando.

—Vaya, ya era hora de que llegaran.— Dijo sonriendo y Ben miró a su abuelo con una sonrisa.

—Lo siento, saben que despertar temprano no es lo mío, además Kevin pasó a comprar un poco de pastel que en serio quería.— Le informó a su abuelo y este miró a Kevin intrigado antes de que el chico alto se pusiera nervioso y sonriera llevando su brazo derecho hacia atrás y acariciara su nuca, causando que sus largos cabellos negros se desarreglaran.

Mami Ben || BeVinWhere stories live. Discover now