Mami Ben || BeVin

Juicio

Durante casi 20 minutos Keppler se sentó en silencio escuchando atentamente como Ben le relataba toda su historia. Los ojos verdes de Ben estaban brillando con fuerza mientras relataba su unión con Kevin y la extrañeza que las crías trajeron a su vida antes de que finalmente salieran de su cuerpo y de los huevecillos. Kevin igual contribuyó con la historia, el Loboan jamás en su vida había visto a Kevin expresarse con tanta emoción como lo había hecho hasta antes de llegar a las crisis que durante ese poco tiempo había estado arrasando con su breve felicidad. 

Para el alienígena peludo era evidente que la preocupación de ambos hombres era totalmente real, ellos no estaban fingiendo querer a las crías, no estaban jugando con esas vidas y definitivamente no pensaban que fuese algo "extra" como todo lo demás en su vida como héroes —O cualquier situación momentánea que significara beneficios o fama—. Ellos le habían dejado en claro lo mucho que esos niños necrofriggian significaban en sus vidas y lo mucho que los destruiría que se los arrebataran.

Eran sus padres, estaban ligados a esas crías ahora más que nunca y no podrían simplemente dejarlas ir.

A raíz del relato Keppler pudo sacar muchos puntos importantes de los cuales se podrían colgar si los mandaban a testificar al podio, no era seguro pero al menos más de uno de esos era tan posible como evidente.

1. Su joven edad
2. Su mala relación familia
3. La inestabilidad emocional de Gwen y Ben y por lo tanto posibles confrontaciones que afecten a los niños
4. El pésimo conocimiento que Ben tenía sobre ellos
5. Que la tierra no estaba preparada para que ellos llevasen vidas normales

Aún así, si incluso todo eso parecía ser suficiente para joderlos de las peores maneras habían muchísimos más puntos en los que esos dos podían destacar para proteger a sus hijos simple y sencillamente porque les amaban como nunca habían amado a alguien, por encima de su amor de pareja y eso pudo saberlo simplemente por ver sus ojos mientras los había hecho hablar, se veía la sinceridad, la esperanza y la llana felicidad. Era el mismo brillo y la misma fuerza que había visto en su amada fallecida alguna vez y no iba a permitir que muriera para ese par de chicos si podía evitarlo.

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Cuando el juicio dio comienzo hubieron muchísimas trabas que Myrkur había garantizado a su favor y eso era demasiado evidente para Kevin, Ben y para el mismo Keppler. Había presentado pruebas y registros médicos de la condición del menor de todas las crías para demostrar el enorme daño que Ben les había ocasionado y les podría seguir ocasionando debido a su profunda ignorancia e inmadurez. Evidentemente había alegado que debido a su naturaleza humana jamás iba a ser capaz de criar a esas crías de necrifriggian y las pondría en peligro una y otra vez hasta que finalmente murieran en sus manos.

Muchos de los jueces parecieron estar en completo acuerdo, aunque probablemente se debía a que estos eran de la misma raza que Myrkur y consideraban —debido a su elitista mentalidad— que un anidador como Ben —quien era incapaz de cuidar adecuadamente a las crías— no debía permanecer con ellas y que su crianza eventualmente sería mejor si la desarrollaban en su planeta natal con parte de su cultura, con seres similares a ellos, sin embargo muy en el fondo incluso los jueces consideraban que debido al gen ellos nunca serían como los demás, aún así era un riesgo más favorable que el de dejárselos a la madre.