[ABANDONADO] Barra de Progreso de la Muerte

Capítulo 8: Ejercicio

"¡Y dices que no son gángsters!"

"No es 'son', es 'nosotros', camarada", lo corrigió Gua Two. Él sonrió y palmeó el hombro de Shi Jin. "Pequeño Jingjin, deberías creerle a Gua Three, realmente somos hombres de negocios honestos".

Shi Jin espetó: "¿Entonces supongo que los mangos en nuestros camiones son realmente mangos?"

"Bueno ..." Gua two retiró su mano y le preguntó amablemente: "Pequeño Jingjin, ¿estás cansado? ¿Quieres cambiar de asiento?"

¿No es tu forma de cambiar el tema un poco demasiado al azar?

Shi Jin lo ignoró y pisó el acelerador, acercándose al vehículo que tenía delante.

Temprano en la mañana, el convoy dejó el camino de tierra y se adentró en la selva a través de un camino irregular, obviamente temporal. Shi Jin tenía suficiente autoconciencia para saber que no tenía la experiencia suficiente para controlar el gran camión en estas circunstancias, por lo que le pidió a Gua Two que se hiciera cargo.

Después de otra hora tortuosa, el convoy finalmente llegó a su destino: un pueblo escondido construido en las profundidades de la selva.

Gua Two salió del camión y le dijo unas palabras a un hombre delgado que esperaba en la entrada del pueblo. El hombre asintió, sacó un silbato y sopló. Luego, un gran grupo de hombres con ropa de camuflaje salió de las chozas escondidas y sin una palabra comenzó a descargar la mercancía.

Shi Jin siguió observando a los hombres y notó que había rastros de los gestos militares en su comportamiento. Su corazón dio un vuelco y volvió la cabeza con decisión: selva, carga no identificada, esa emboscada en el camino y probablemente destinatarios militares ... La tarea de Gua Two obviamente no era una simple entrega. Es mejor para él actuar tonto que pisarle los pies a alguien siendo demasiado entrometido.

Gua Two vio los movimientos de Shi Jin por el rabillo del ojo y su sonrisa se profundizó.

Los productos se descargaron rápidamente y las cajas de metal verde oscuro se transportaron a la aldea una tras otra. En menos de un cuarto de hora, los camiones estaban completamente vacíos. Gua Two se despidió del hombre flaco y regresó al taxi.

"¿Estás cansado?" Preguntó el hombre, subiéndose al asiento del conductor y cerrando la puerta.

Shi Jin asintió: "Sí".

"Entonces duerme" Gua Two arrancó el camión y agarró otro cigarrillo, aún sin encenderlo. "Te despertaré cuando sea el momento".

Shi Jin volvió a asentir y miró a la aldea oculta por la oscuridad. Se recostó en su asiento. "Puedes fumar si quieres. Prefiero respirar humo de segunda mano que terminar en una zanja porque tienes demasiado sueño".

Gua Two se burló: "Si alguien aquí entra en una zanja, será usted". Pero sacó el encendedor y encendió su cigarrillo.

Les llevó otro día conducir a toda velocidad para regresar; en la mañana del día siguiente, el convoy llegó al huerto sin más accidentes en el camino.

Shi Jin pasó los últimos dos días casi por completo dentro de la cabina, comiendo lo que había en el refrigerador portátil y durmiendo en el asiento del pasajero, así que cuando salió del camión estaba más muerto que vivo, lo que obligó a Gua Two a casi llevarlo a su habitación. Se durmió tan pronto como se metió en la cama.

Shi Jin durmió mucho y se despertó al mediodía del día siguiente con el estómago gruñendo de hambre.

El dormitorio tenía su propia cantina, así que después de que Shi Jin se lavó la cara y los dientes, fue allí. Tan pronto como cruzó la puerta, vio a Gua Two, que estaba comiendo un plato de fideos, y se dirigió a su mesa.