[ABANDONADO] Barra de Progreso de la Muerte

Capítulo 42: Masaje

El ambiente era un poco incómodo. Shi Jin bajó la cabeza por un momento y controló con fuerza sus pensamientos errantes. Luego, como si nada hubiera pasado, se volvió hacia la camilla de masaje y miró las piernas de Lian Jun.

Lian Jun estaba casi demacrado. Cuando mencionó el masaje por primera vez, Shi Jin se había preparado mentalmente para ver un par de apéndices huesudos y poco atractivos. Sin embargo, cuando llegó el momento, se quedó atónito.

Las piernas de Lian Jun eran de hecho delgadas, apareciendo aún más cuando estaba acostado así. Sin embargo, no eran feos: largos y rectos, con un poco de músculo en los lugares adecuados, como las pantorrillas. Las proporciones también eran geniales. Probablemente debido a la mala salud de Lian Jun, su vello corporal era escaso. Básicamente, a excepción de que las piernas eran un poco demasiado delgadas y la piel lo suficientemente delicada como los vasos sanguíneos eran visibles, no hubo problemas graves.

Esta proporción, esta longitud ... Las piernas de Lian Jun eran atractivas, contrariamente a la imaginación de Shi Jin. Si uno no tenía la opinión de que "los hombres deberían tener músculos fuertes", eran perfectos.

"¿Son feos?" Preguntó Lian Jun en voz baja, observando la expresión de Shi Jin con atención.

El adolescente volvió en sí mismo y negó con la cabeza. No pudo evitar tocarse una pierna pálida, pellizcar la carne de la pantorrilla para asegurarse de que el músculo fuera real.

Resultó que las hermosas piernas de Lian Jun no eran producto de su imaginación.

También eran muy sensibles. El pellizco de Shi Jin fue leve pero repentino; Lian Jun no estaba preparado para eso y reflexivamente se apartó, arrugando las cejas.

Shi Jin se dio cuenta de lo que había hecho y volvió a tocar suavemente su pantorrilla, preguntando ansiosamente: "¿Eso duele? Lo siento, usé demasiada fuerza".

"No" El ceño fruncido de Lian Jun se suavizó. Movió un poco las piernas, evitando las manos calientes y secas del joven. No estaba acostumbrado a tener contacto directo piel con piel con nadie.

Shi Jin, sin embargo, malinterpretó su movimiento y pensó que el toque le dolía las piernas. Frunciendo el ceño, le preguntó en silencio a Xiao Si: "Las piernas de Lian Jun son más sensibles de lo esperado. ¿Puede soportar el masaje?"

<Él puede, solo necesitas usar menos fuerza. El masaje es bueno para querido> aseguró Xiao Si. Su tono se vuelve ansioso: <¡Vamos, Jingjin, no tengas miedo! ¡En el nido se ve bien! ¡Ve y gana! ¡Querido está cansado y grasiento!>

Shi Jin: "...."

Aparentemente, su "dedo dorado" había quedado atónito por la belleza y era inútil por el momento.

Shi Jin se centró de nuevo en las piernas de Lian Jun. Dudó por un momento, pero decidió intentarlo. Aunque las piernas de Lian Jun se veían bien en la superficie, después de un período tan largo de inactividad, los músculos deben estar rígidos. Lo mejor sería aflojarlos primero.

Con eso en mente, se volvió y tomó una toalla, la dobló y luego la puso en la cintura de Lian Jun, cubriendo sus partes clave. Miró al hombre, tocando el dobladillo de la bata: "Voy a empezar, Jun-shao. Dime si te duele para que pueda usar menos fuerza".

Lian Jun no estaba acostumbrado a acostarse, indefenso y vulnerable, dejando al descubierto su cuerpo. Sin embargo, no lo mostró en su rostro y asintió. Incluso cerró los ojos, fingiendo que lo estaba esperando.

Está cooperando, bien.

Aliviado y agradecido, Shi Jin abrió rápidamente la parte inferior del albornoz de Lian Jun y expuso sus piernas. Se dio la vuelta y recogió el aceite de masaje médico proporcionado por el tío Long, se vertió un poco en la palma de la mano, se frotó por un momento para calentarlo y luego tocó con cuidado la pantorrilla de Lian Jun.