Capitulo 14: La noche que tiré todo para atrás

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- Pero Lali no entiendo – se agarraba la cabeza y daba vueltas – hace tres meses que estamos saliendo y ahora me decís que estas confundida – yo lloraba y me secaba las lagrimas –

- No dije que estaba confundida Peter – lo miré – te dije que hay cosas que me duelen todavía y que no quiero arruinar esto

- Pero nadie te esta apurando ni pidiéndote nada La – se sentó en la mesa ratona y me miro – Entiendo tu dolor, es más que comprensible, pero si nosotros la pasamos bien, no sé porque de repente queres que nos dejemos de ver

- Por que necesito pensar – esquivé su mirada – Porque no resolví cosas que debería haber hecho y ahora me arrepiento

- Volvió a aparecer Santiago? – quiso darme la mano, pero la saqué y negué – Entonces no me alejes, dejame ayudarte a superar lo que hay que superar

- Tengo que hacerlo sola, es lo que estuvimos hablando todo este tiempo – me volví a secar las lagrimas –

- No entendiste nada Lali – negó con la cabeza y se levantó – me voy mejor porque no discutimos nunca y no voy a hacerlo ahora

- Para Peter – lo miré desganada y se puso la campera –

- No, porque no nos estamos comprendiendo y no quiero seguir hablando, respetame a mi ahora por favor – me miró triste – yo respetó tu decisión, aunque me duela y no este nada de acuerdo, vos respetá que me quiera ir.

Cuando escuché la puerta cerrarse negué con la cabeza para hacerme un rollito en el sillón y seguir llorando. De repente mi cabeza había vuelto a ser una licuadora y hacia varios días que estaba mareada con tanto sentimiento. Sabía que estaba dejando ir a una persona que me cuidaba y me acompañaba en todas mis elecciones, pero necesitaba tiempo para pensar que hacer. Había algo dentro mío que no había sanado y estaba muy asustado que no me dejaba ser completamente yo con él y sabía que no se lo merecía. Durante todos estos meses estuve esquivando cerrar mi historia anterior y no por miedo a hacerlo, si no por la bronca y el enojo que llevaba. Necesitaba sanar para poder seguir y para sanar necesitaba hablar.

No tenía coraje para hacerlo, pero tampoco quería hacerlo esperar a Peter a que mi cabeza se acomodé. Él había sido totalmente generoso y bueno conmigo, escuchó mis problemas, me abrazó cuando me acordaba y me dolía, me aconsejó y me dio su mano cada vez que una inseguridad circulaba por mi cabeza.

Era muy tarde para hablar con mis amigas, así que solamente me dediqué a quedarme en el sillón envuelta en mi manta con música de fondo. En un momento las lagrimas se acabaron y pude volver a respirar más tranquila. Quise llamarlo para pedirle perdón y que vuelva, pero iba a terminar de enloquecerlo. Tenía que marcar otro número, pero no fui tan valiente para hacerlo.

Me levanté alrededor de las diez de la mañana y tenía un mensaje de Agustín, mejor amigo de Peter, que ya había conocido en su departamento con un asado de por medio, unas cervezas para ellos y un vino blanco para mí. Esa noche el me presentó a su compinche y nos reímos hasta altas horas de la madrugada. Su amigo se encargó de dejarlo en ridículo varias veces y desenmascarar a ese psicólogo de anteojos y cuadernito que había conocido hacia un tiempo. Agus me preguntaba que había pasado porque su amigo estaba mal y no quería darle ninguna información, también me dijo que la noche anterior había ido para allá y habían tomado hasta muy tarde y terminó hablando de mí. Revoleé los ojos y tiré el celular al sillón, me agarré la cabeza y suspiré.

- Me mandé la cagada de mi vida – Eugenia cebaba mates y Candela y Rocío me miraban atentas – le dije a Peter que nos tomáramos un "tiempo" – usé las comillas –

- QUE?!?! – las tres gritaron al mismo tiempo y solo bajé los hombros –

- No sé chicas, no es justo que él me de tanto y yo este a media maquina por mi historia con Santiago – Eugenia se atragantó con el mate y me disparó con sus ojos –

- Mira Lali – suspiró y ya sabía lo que se venía – yo te adoro eh – se atajó porque sabía que me iba a doler lo que me iba a decir – pero no podés ser tan estúpida amiga

- No le digas así – Cande me abrazó –

- Ya se que soy una estúpida – la miré obvia – y ahora me quiero morir, le mandé mensajes y no me responde – negaron la cabeza – pero tampoco quiero ir a pedirle perdón sin haber cerrado la historia

- Pero que tenes que cerrar con un estúpido que te dejo plantada en el altar Lali? – intervino Rochi –

- No sé, algo siento que no cerré y por eso me duele tanto y no puedo ser yo completa con Peter – las miré casi desesperada -

- Lali, esa historia termino sola hace tiempo – mi amiga comprensiva me acaricio la pierna – yo te entiendo, y no voy a ser tan mala como estas, pero no podés vivir pensando que hay algo que solucionar cuando creo yo que no hay más nada

- Es que me quedaron cosas para decirle – Euge abrió más los ojos – no me mires así – la señalé – Si chicas, yo tenía un proyecto de familia con Santiago

- Ay no, chau, me retiro – mi amiga frontal simuló levantarse pero Cande la fusiló con la mirada – Mariana tenes casi 27 años, que proyecto de familia me estas hablando?! – dijo indignada y miró a las demás – y ahora ustedes se callan y me dejan hablar – se puso seria y me miró – Lalo, yo te amo y sabes que nadie en este mundo quiere que seas feliz, que estés contenta, que nadie nunca más te lastime, como yo. Pero estas hablando de cerrar una capitulo de tu vida con una persona que ya rehizo su vida por completo – agaché la cabeza – y es normal que te genere cosas, pero ¿no pensas que peor sería sentarte con un café para decirle de nuevo todo lo que te lastimo y volver a darle ese poder? – suspiró – Estas con un pibe hermoso, que te quiere y te cuida, que te escucha y te banca, por que tenes que buscarle la vuelta de rosca?

Nos quedamos un rato más debatiendo sobre mi nueva vida no-amorosa. Todas al final estuvieron de acuerdo con Eugenia, solo que lo dijeron con mucho mas amor. Andrés paso a buscar a Candela y la alcanzaron a Euge a su casa. Rochi se quedó conmigo a dormir mientras me consolaba. De Peter no tuve novedades durante varios días, mis mensajes no tuvieron respuestas y mis llamadas tampoco. 

ReconstruirmeWhere stories live. Discover now