18. Cómprate una vida.

1.5K 154 1
                                    

¿OTRA VEZ TÚ?

Capítulo 18.

—Abby Jones—

En este momento de mi vida no puedo sentirme nerviosa ante lo que estoy por escuchar, nada ha sido color de rosas para mí, y agradezco de corazón que alguien quiera ser sincero conmigo. He tenido que sufrir, he tenido que llorar yo sola en la oscuridad de mi habitación, lloraba porque me sentía miserable, pensaba que yo no valía nada, llegué a pensar que mi manera de ser tan tímida era buena, pero con todo lo que viví me di cuenta de que ser buena no está mal, lo que está mal es dejarnos atropellar por personas que se creen los dueños del mundo, y que jamás se detienen a pensar en los demás.

Aquel hombre que pensé era mi papá nos destruyó la vida. El destino de Ades, Celeste, Roberto y el mío ya estaba unido, todos de mundo a diferentes, pero a la final estábamos marcados por la misma persona. Durante mucho tiempo me dejé influenciar de los malos comentarios, pero por ser tan ignorante nunca me pregunté a mí misma si quería seguir siendo la chica que todos humillan, la chica que aceptaba todo sin poner peros, pero cuando me detuve a preguntarme eso entendí que si yo misma no hacía algo por salir de ese mundo nadie lo iba a hacer, yo misma tenía que salir de todo ese dolor que me daban para ser renovada, y justo cuando hice eso comprendí cuánto valgo, y que hay personas dispuestas hacer todo por mí. También que hay personas que darían todo por verme arrastrada antes sus pies solo para tener la satisfacción me destruyeron.

Hoy me encuentro frente a frente con mi verdadero padre y debo decir que no se siente nada mal, que aquel día donde lo traté mal únicamente estaba llena de rabia, pero cuando vi que podía perderlo entendí que ni él ni yo éramos culpables de nada de lo que nos había pasado, porque incluso él fue una víctima de las circunstancias.

—¿Segura de que estás lista para hablar?

—Sí, creo que es tiempo de hablar, no vaya a hacer que aparezca otro loco y le dé dos tiros.

Reímos.

—Seré sincero contigo. Cuando conocí a tu mamá yo era más grande que ella, pero la diferencia de edad entre nosotros jamás fue un obstáculo, la pasábamos bien, ella iba en la universidad y yo ya hacía prácticas en un hospital, duramos mucho tiempo viéndonos hasta que nos hicimos novios, me gustaba estar a su lado, era tan hermosa que nunca me cansaba de verla. Pasó el tiempo y nos hicimos novios, ella siempre fue una chica de familia adinerada, yo no, siempre trabajé por lo mío y por eso andábamos escondida para que no nos separarán, ni siquiera Karla sabía de esto —se me queda mirando a la nada y se pasa la mano por la cara—. Yo tenía que andar de lleno en el hospital, y creo que descuidé mucho a Vilma, ella conoció a ese hombre que pensaste que era tu padre y empezaron andar, supe que la había perdido porque se enamoró de él.

Toma aire para seguir contándome la historia.

—Yo sabía que él no era nada bueno para tu mamá, y por eso la buscaba siempre y ella me rechazaba, hasta que cedió a tener una última noche conmigo, fue la mejor, ya no nos volvimos a ver. Se llegó el día de tu nacimiento y al verte tan pequeñita algo en mí me hizo quererte desde que vi tan hermosa mientras llorabas —sonríe como si fuera su mejor recuerdo, tiene sus ojos lagrimosos—. Recuerdo que te hice una prueba de ADN sin que nadie se diera cuenta y efectivamente eras mi hija, cuando fui a buscar a Vilma para preguntarle por qué no me dijo nada que sería papá, me encontré con su esposo, él me sacó a patadas de su casa, y yo juré que volvería, pero saliendo del hospital unos hombres me dieron una paliza y uno de ellos me dijo antes que perdiera la conciencia que eso era para que no buscara mujeres casadas.

Se calla para tomar aire.

—Duré cinco años en estado de coma, y cuando desperté recordé todo, te miraba desde lejos, parecías feliz con tu enorme sonrisa, pero después esa sonrisa se perdió, te miraba siempre a donde ibas, con ganas de abrazarte y decirte cuánto te amaba. Fui a verte el día de tu graduación y te veías tan hermosa, lloré ese día al verte realizando tus sueños. Decidí contarle todo a Karla y ella no lo creía, quiso hacer unos exámenes, y con cabello de tu cepillo mandó hacer las pruebas y sí eras mi hija. No podía estar lejos de ti y pedí que me mandarán para Londres, sabía que tenía que visitar a Karla y que yo te volvería a ver. No sabes la impotencia que sentí el día que me dijiste que ese hombre te violó y yo no estuve, me dolió tanto porque debía cuidarte para que nadie te hiciera daño, pero yo no estuve allí.

¿Otra vez tú? «segunda parte de mi chico malo» ©حيث تعيش القصص. اكتشف الآن