¿Otra vez tú? «segunda parte de mi chico malo» ©

33. Solo será esta vez.

¿Otra vez tú?

Capítulo 33.

-Abby Jones-

Estar con mis amigos siempre me va ser agradable, y esta vez no es la excepción, no hemos dejado de reír porque Víctor dice una que otra cosa graciosa y las discusiones constante entre Dayana y Jasón son muy graciosas, ellos se adoran, pero no saben estar sin llevarse la contraria y creo que así será siempre.

Estoy sentada en el borde de la piscina mirando cómo Vans le enseña a Renata a nadar, se ven tan bien juntos, me gustaría que llegaran a verse como algo más que amigos, los dos han pasado cosas desagradables y sé que pueden curarse sus heridas uno al otro.

Nunca dejaré de decir que tenerlos a ellos cerca me ha ayudado mucho, porque son mi fortaleza y espero que estemos juntos por muchos años porque amistades como estas valen la pena y merecen ser reconocidas.

Miro a mi lado que se ha sentado Tania, solo tiene su ropa interior puesta.

-Parece que a tu nueva amiga le quedó gustando Vans -miramos hacia ellos-. Hasta bien se ven juntos.

-No sería mala idea que Vans ponga sus ojos en Renata, los dos han pasado cosas terribles. Estoy segura de que antes que nos regresemos a Reino Unido algo pasa entre ellos dos.

-De hecho, todos apostamos que Vans te olvida y se fija en esa chica -nos reímos-. Espero ganar, yo dije que sí te olvida, y eso es difícil, lleva años queriéndote.

-Nunca me va a olvidar, somos amigos, me dejará de ver cómo la chica que quiere para él, pero no me olvidará -le sonrío-. Renata es una chica tímida, pero increíble, ellos dos se miran perfectos para una relación.

Me cuenta que la mitad de los chicos han apostado que Vans no me olvida, y la otra mitad que algo pasará entre Renata y él. Mis amigos son bien intensos, pero dinero es dinero y yo también apostaré, nada pierdo con apostar, aparte, será bien divertido. Ya es de noche y cada quien ha escogido una habitación, me acerco a Renata para decirle cuál es nuestra habitación.

-Renata -le digo cuando me acerco-. Me iré a dormir, es la habitación del fondo, cuando termines de hablar con Vans subes.

-Se quedará conmigo -me dice Vans con una sonrisa y mis labios se abren por la sorpresa-. Quita esa cara, no vamos a tener sexo, solo la invité a ver películas.

-Sabes que no haría nada malo, Vans es amable -sus mejillas están rojas y eso me recuerda a mí cundo estoy cerca de Ades-. Confía en mí.

-Confío en ti, amiga, pero sé lo que tengo como amigo y, créeme, no es un angelito, tiene la cara, pero no lo es.

-¿Oh, vamos Abby! Por poco y sudo agua bendita.

-Payaso -ruedo los ojos-. Entonces los dejo para que vayan a hacer lo que quieran, por favor, si lo van hacer se cuidan, con Belén ya tenemos.

-Descuida, yo tengo condones.

-Ese es mi amigo -chocamos puños y no evitamos reír por la cara de miedo que hizo mi amiga-. Lo hacen donde quieran, debo ganar dinero.

Los dejo solo y me voy hasta la habitación donde dormiré esta noche, que es la misma donde me quedé cuando vine la primera vez. Ya le he mandado un mensaje a mi padre Roberto para que sepa que me quedaré en casa de mi tía Karla.

Han pasado unos minutos, me he duchado y colocado ropa limpia que me trajo mi tía Karla para que no fuera a pescar un resfriado. Sin saber qué hacer camino por toda la habitación sin quitarle la vista al celular que está en la cama. Estoy hecha bolas, quiero ir a la habitación de Ades, pero también sé que si lo hago me voy a ver como alguien fácil y no quiero eso. Me tiro en el mueble y segundos después mi celular empieza a sonar, sin mirar quién es respondo la llamada.