Capítulo 4.

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- ¿De dónde viene ese aroma? - se preguntó a sí mismo intentando desesperadamente encontrarlo.

Anteriormente pudo olerlo un poco cuando el omega de la cafetería se había ido era casi imperceptible y no le había tomado la suficiente importancia, sin embargo ésta vez al ser tan intenso podía atreverse a decir que ese olor le exigía ir tras el y no por ser procedente de un estudiante en celo, era más profundo que un simple "aroma dulce" tan característico de los omegas, ese olor era lo más delicioso que pudo haber olfateado en su vida tan envolvente como un abrazo cálido de la persona que amas.

-Mierda...  de pronto hay tantos que no puedo seguir el rastro - frustrado, pasó su mano por su cabello tirándolo hacia atrás e intentando olisquear un poco más el aire para ver si conseguía la procedencia del ese aroma que su lobo ya amaba desde que apenas olfateo un par de rastros en esa mesa.

- Jiminnie, ¿qué tienes amigo? - dijo Namjoon de repente llegando a su lado.

Namjoon había visto cuando Jimin llegó a la cafetería de la universidad, sin embargo, se veía algo desesperado y aturdido, como si estuviera buscando algo o a alguien.

- ¿Qué sucede? - preguntó un poco preocupado por la actitud de Jimin, no era común verlo así de alterado parecía incluso la primera vez que tenía un aspecto tan eufórico.

-Dime que tú también puedes olerlo Nam - dijo Jimin mirándolo de manera suplicante tal vez su nariz se equivocaba y era meramente un olor cualquiera.

- ¿De qué hablas Jimin?, ¿oler qué? - Estaba realmente confundido ¿qué le ocurrió? - Él realmente no podía oler nada específico eran tantos los aromas que de verdad no distinguía nada en especial por lo que su amigo estuviese así.

-¡Eso!, huele a frutos rojos y cocoa, es realmente embriagante... - mencionó obvio, pero aún un poco desesperado por encontrar a la persona que provocaba  aquel olor.

-Realmente no sé de qué aroma me hablas Jiminnie, hay muchos aromas aquí, quizás pasó una omega apunto de su celo y dejó su olor- mencionó ya más calmado, sin embargo, no sabía con exactitud que estaba pasando.

-Es que no lo entiendes Nam, debo encontrar a esa persona - y dicho eso salió corriendo del lugar, empujando a varios en el proceso.

- ¡Jimin, espera! - Medio gritó exaltado - ¿qué mierda le pasa? - en verdad que no entendía la situación dejándolo frustrado.

-En verdad que no entiendo a ese niño - Y como de costumbre colocó sus dedos en el puente de su nariz aliviando ligeramente el dolor de cabeza que a veces el rubio provocaba.


...


- ¿Dónde estás? - dijo mientras seguía corriendo por los pasillos de la universidad, la desesperación bajaba en forma de sudor por su frente haciendo que algunos cabellos se quedasen adheridos a su piel.

Estaba intentado encontrar a la persona que desprendía ese aroma y de cierta forma esperaba que fuese una omega hermosa - porque sí, Jimin pensaba que no era Yoongi el origen de ese olor o se negaba a hacerlo - logró inquietar a su alfa de manera impresionante, obligándolo a buscar de forma casi inhumana a la chica que emitía dicho olor. Moría por encontrarla, jamás había sentido tal impulso, era como si en verdad tuviera la necesidad de restregarse en el cuello de la omega y quedarse allí por horas sin despegarse. Sin darse cuenta se estaba acercando más y más ya que a lo lejos escuchaba el sonido de un piano, jamás había escuchado esa canción, era realmente hermosa, siguiendo sus impulsos primitivos, corrió un poco más hacia el sonido de aquel piano que por alguna razón le pareció bellísima, ojalá y  como tocaba el piano fuera así de hermosa la joven, pensó el alfa.

Un par de pasos más un por fin había llegado, el sonido del piano combinado con esa fragancia hacían que el rubio tiritara de sus extremidades, sus manos comenzaban a sudar frío y se relamía los labios en un  intento en vano que las mariposas de su estómago se calmaran. 

-Por fin te encontré - se dijo a sí mismo cuando quedó en frente de la puerta de aquel estudio.

Al abrir lentamente la puerta se topó con lo inesperado; un omega de cabellos negros yacía sentado de espaldas a él, con los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta, tan sumergido en su música que ni siquiera se dio cuenta de su presencia, parecía un hermoso ángel sus manos se movían ágilmente tocando una bella canción, por otra parte, Jimin seguía sin procesar todo lo que estaba ocurriendo, Yoongi, el omega que estaba frente a él ¿era realmente el que desprendía tal aroma?, ¿tenía que ser una broma verdad?.

Todo era tan irreal que fue como un balde de agua fría, fue karma casi instantáneo, su lobo aullaba por entrar en aquella sala, por otra parte Jimin solo se quedó allí observando sin moverse demasiado arrugando el entrecejo evidentemente decepcionado.

Sin hacer mucho ruido, aún sin que Yoongi se percatara de que él estaba allí se fue por donde vino; no podía ser verdad, quizás se confundió, sí, eso tenía que ser, ese omega no podía ser dueño de ese delicioso aroma.

-Llegaré tarde a clase si no me apuro, ¡joder! - gruñó un poco enojado por lo que acababa de ocurrir.

Por otra parte, Jimin se sentía realmente traicionado con su lobo por jugarle una mala pasada como esa, ¿en qué estaba pensando? - Genial estúpido alfa - regañó a su animal interno, su alfa.

Tenía que idear algo rápido, con tan solo joderle la existencia a ese omega era más que suficiente y más con lo que acababa de pasar, esto no se quedaría así.





- Priverslla. 



Omega Por Defecto/Jimsu♡Where stories live. Discover now