Omega Por Defecto/Jimsu♡

Capítulo VI.

- ¿Eso es un no? - preguntó al ver la cara de Namjoon, parecía como si estuviera decepcionado. 

-Jiminnie, deberías considerarlo, quizás malinterpretaste todo con tu lobo por lo que pasaste con ese omega en la cafetería, pero eso no significa que por ese hecho tu lobo se haya equivocado.

-Primero Jungkook, ¿y ahora tú Nam?, porque nadie me apoya, al menos Jungkook me ha ayudado un poco- si que el destino estaba en su contra, su mejor amigo ni siquiera lo apoyaba y ahora lo estaba casi sermoneando.

-Jimin, sé que es difícil, pero deberías abrirte un poco más con tu lobo él sabe lo que hace, no creo que lastimara solo porque sí,por favor no te ciegues sólo por tu ego- era su deber como amigo proteger a Jimin, y lo haría hasta de él mismo si era necesario.

-Oh vamos Nam, no seas ridículo, ese omega está lejos de ser mi pareja predestinada- dijo en son de burla, quién lo diría ¿él siendo pareja de ese inútil omega? eso si que es gracioso. Aunque a decir verdad... ¡es una grandiosa idea! ¿Cómo no se le ocurrió antes?

-Pues tú no sabes lo que te tiene preparado el destino, Jimin. - dijo recriminando el comportamiento de su amigo.

- ¿Y si te equivocas? - acusó causando duda al otro alfa, demostrándolo en su cara.

- Vaya me acabas de dar una gran idea Nam; bien, este será el juego me acercaré a ese omega y haré que se enamore de mí, la prueba de que así fue será un beso, pero... si yo sigo sin sentir nada hasta el final, tú admitirás tu error y serás mi esclavo lo que resta de tiempo en la escuela- dijo con una sonrisa de lado.

-Jimin, en serio, no hagas esto, no conoces las consecuencias.

-No, hablo en serio Nam.

-Jimin, yo en serio no quiero hacer esto.

-Está bien, pero aún así te lo demostraré, verás que te equivocas con respecto a ese inútil omega.

-Y Bueno lo mejor será que te vayas Nam, ya es tarde, y tú mamá enojada no es buen presagio.

-Esta bien me iré, pero Jimin en serio...piénsalo – y sin más salió dejando a Jimin con la esperanza de que a último momento cambiase de opinión.

Nam tenía miedo, él consideraba un tema delicado hablar sobre las parejas predestinadas, pues sabía que si llegabas a herir a tu omega, no sólo lastimabas a su lobo sino que también al tuyo debido a la conexión que ambos tenían, y según su familia ha habido casos en donde la pareja, alfa y omega, han muerto por lastimar a alguno de los dos; temía que eso le pasara a Jimin, quizás no tan grotesco pero no quería que Jimin cayera en una fuerte depresión.

-Tch- ya verás que te equivocas Nam.

🐺

-Abre los ojos Jimin.

Lo único que recibía Jimin eran lamidas en su cara, sentía que estaba recostado sobre pasto, pero ¿cómo había llegado ahí?

-Jimin- Podía escucharlo en su mente, pero no sabía quién lo llamaba.

Cuando por fin pudo abrir los ojos se encontró con un hermoso lobo azabache, sus ojos eran amarillos y estos lo miraban fijamente, tan envolventes. Estaba encima de él, lamiéndolo, pero no era incómodo para Jimin, al contrario, se sentía protegido con ese lobo, lo único que no entendía era de dónde provenían lo llamados a su nombre.

-Soy yo Jimin, estoy aquí. - hablaron nuevamente, pero no entendía de donde venía aquel llamado.

-Por favor, abre los ojos- Aquellos ojos amarillos que lo veían sólo a él, de repente se notaron suplicantes y aterrados, como si pidieran ayuda.

-Los tengo abiertos- esa voz al parecer provenía del lobo, sólo a él le pasaban este tipo de cosas tan extrañas.

-Abre los ojos Jimin, estoy más cerca de lo que crees, te ruego me dejes hablar con mi alfa.

- ¿Con tu qué? - ¿con su alfa?

-Jimin no lo hagas, te arrepentirás- de repente el lobo negro comenzó a gruñirle logrando asustar a Jimin.

- ¿De qué hablas?, no entiendo nada- dijo Jimin retrocediendo un poco, la presencia del lobo azabache logró intimidarlo.

-Abre los ojos. - dijo el lobo abalanzándose sobre él de repente.

En ese momento despertó, sudando y respirando frenéticamente, estaba muy confundido, por qué había soñado con ese lobo y por qué le había dicho que quería hablar con su alfa, acaso él era... 

- ¿Qué fue eso? - dijo mirando a la nada.

-Mierda... ¿qué hora es?- dijo mirando el reloj que estaba en una mesita de noche a un lado de su cama.

-Las 4- suspiró.

¿Qué estaba pasando?,  jamás había visto a aquel lobo negro, y ahora no podía sacarlo de su mente.