Capítulo II

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- Maldita sea Stiles, al fin te encontré.

-Dejame solo Alicia, no quiero hablar con nadie.

- No Stiles, preocupaste a toda la manada de Talia, a tu manada, a mi y a Ray. No puedes  salir corriendo cuando se te da la gana.

- Sabes muy bien porque lo hice.

- Lo sé, pero ya debes dejar a un lado ese sentimiento Stiles. Para Derek eres insignificante y lo sabes muy bien. Debes olvidarte de él.

- Lo sé Alicia y créeme que lo estaba intentando, pero verlo de nuevo hizo que algo se removiera dentro de mí. No estoy seguro, pero Derek causa algo en mi que no puedo explicar.- Alicia lo miró sorprendida, era posible que el Hale fuera... No, no podía ser posible.

- Escuchame, puedo hablar con tu tío. Ya no eres el niño que solías ser, puedes defenderte ahora así que puedo pedirle que nos muevan a otro lugar.

- ¿Harías eso por mí?- dijo mientras secaba sus lágrimas.

- Lo intentaré, pero deberás buscar la manera de explicarle a Scott. Eres parte de su manada ahora.

- Lo haré, gracias Alicia, por todo. - el ojimiel abrazó a su guardiana. Pará él Alicia y Ray eran como sus hermanos mayores, eran la única familia que había conocido al igual que la manada. Alicia y Stiles se levantaron para poder volver a la mansión Hale.
Mientras tanto muy cerca de ellos Laura y Derek continuaban buscando al castaño.

- STILES ¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS? - gritaba Derek molesto.

- Calmate Derk si sigues gritando de esa forma lo espantaras aún más.

- Es que Stiles me vuelve loco.

- Así que si te gusta. - Laura lo vio sonriendo.

- Estás loca Laura, si se te olvida detesto a Stiles.

- Bueno, no siempre fue así.

- Eso fue cuando éramos niños.

- Si, lo recuerdo bien. Es una costumbre para Stiles huir hacia el bosque y eras tú quien siempre lo encontraba y lo llevaba a casa agarrado de su mano.

- Ni me lo recuerdes. Eso era antes de que me diera cuenta de lo tedioso y castroso que Stiles podía ser. Además, si Stiles me gustará aunque no es así.- aclaró. - Nada me garantiza que Stiles siente lo mismo por mí. - Por un momento Laura detectó cierto olor a tristeza cuando escuchó a Derek, pero el olor fue reemplazado por uno de rabia y enojo. Laura vio hacia dónde Derek veía y ahora comprendía su rabia. Alicia y Stiles corrían en medio de un claro mientras que un enorme lobo negro los perseguia. Era el alfa del que Talia les había hablado. Ambos hermanos se transformaron y corrieron a ayudar a los demás.

- CORRE STILES. - Le gritaba Alicia pues sabía que su prioridad era Stiles. El lobo estaba a punto de lanzarse sobre la chica cuando los Hale lo taclearon. Era una lucha interminable y Stiles no podía hacer nada para evitar que ese monstruo acabará con su familia. Laura estaba muy herida al igual que Alicia. Derek era el último que quedaba en pie y no por mucho pues el alfa lo tenía debajo de él a punto de clavar sus garras en su cuello. Stiles no podía dejar que eso pasara y si el alfa lo quería a él se entregaría sin oponer resistencia.

-¡HEY! - le gritó Stiles al lobo. - VEN POR MÍ.

- No Stiles. - suplicaba Alicia.

- QUÉ ESPERAS, VEN POR MÍ.

- VETE STILES. - gritó Derek mientras que el alfa corría hacia Stiles. - NOOOOOO.

Stiles sentía como su pulso aumentaba, pero no dejaría que nadie lastimara a su familia en especial a Derek. Veía como el lobo negro corría hacia él. Cerró sus ojos por un momento y sintió como una enorme corriente eléctrica recorría su cuerpo. El animal se lanzó sobre él y de un momento a otro Stiles le habia soltado un enorme golpe que lo envió hacia un árbol en el que se estrelló con fuerza. Incluso el alfa estaba atemorizado ante lo que el chico había hecho y no hablar de Derek. Era imposible que alguien tan debilucho como Stiles hubiera podido hacer tal cosa. El alfa había desaparecido y Stiles sostenía a Derek tratando de que este siguiera con él.

- Vamos Derk, acabas de volver así que no puedes irte tan pronto. Por favor, quedate conmigo.

- Sti. - dijo Derek antes hundirse en la oscuridad. Pero antes de hacerlo juro haber visto como los ojos de Stiles cambiaban su color miel por unos verdes encendidos.

Un príncipe peligrosoWhere stories live. Discover now