Capítulo XXV

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Habían pasado cuatro meses ya desde que habían oficializado su relación. Cuatro meses que habían sido los mejores de toda su vida en los que no existían problemas. Incluso el alfa había desaparecido lo que alegraba a Talia de gran manera. El viernes por la tarde Derek fue por Stiles a la escuela pues saldrían al centro comercial para comprar algo para la boda de Carmime y Thimoteé. Al fin verían feliz a Lanster al lado de alguien que lo amaba demasiado. Stiles no se equivocó al darle aquel consejo en el hospital.

- ¿Qué te parece esto?

- Hablas en serio Derek, quieres regalarles una cortina de baño.

- Bueno, no es como si a Carmine le hiciera falta algo. Literalmente lo tiene todo.

- Si y eso lo hace más difícil.

- Yo opino que... - el celular del alfa comenzó a escucharse. - ¿Hola? - se alejó un poco de Stiles pues este estaba muy distraído escogiendo el regalo. - Está bien iré para allá.- el lobo tenía un semblante de preocupación.

- ¿Sucede algo?

- No es nada Stiles sólo debo ir a hablar con mi madre. Le he enviado un mensaje a Scott y dijo que vendría para estar contigo y con Allison.

- Chicos. - les saludo Scott quien había llegado muy rápido. Algo andaba mal.

- Te veo después. - le dio un beso en los labios. - Te amo.

- Y yo a ti.-dijo embobado.

- Si que te trae loco hermano.

- Cállate Scotty. - le reprimió. Allison le ayudó a escoger el regalo. Fue más fácil de esa forma que con Derek o con Scott. El día avanzó y decidieron ir a comer algo al área de restaurantes.

Su mejor amigo y su novia lo veían extraño porque Stiles había ordenado una cantidad sobre humana de comida. Además lo habían empezado a notar un poco más llenito.

- Si sigues comiendo así ya no entraras en los pantalones.

- ¿Estás diciéndome gordo?

- Lo que Scott quería decir es que quizás te estás excediendo con tus comidas. - habló Allison.

- Lo sé Allison, pero es que no puedo evitarlo. He tenido demasiada hambre e incluso antojos muy extraños.

- Pareciera que tú... - Scott no pudo terminar porque Stiles se levantó y corrió hacia al baño para poder vomitar. Scott lo siguió, pero recibió una llamada. - ¿Qué sucede Derek? - Stile escuchó qué mencionaban el nombre de su novio así que se acercó a la puerta para oír mejor. - Sí, sigue a a conmigo y tranquilo evitare que vaya a la mansión Hale hasta que resuelvas el asunto de Jennifer. - escuchó mencionar ese nombre y supo que algo andaba muy mal. Scott colgó la llamada y Stiles salio del cubículo. Se dio cuenta que Scott estaba demasiado lejos como para que hubiera podido escuchar la conversación tan clara.

- ¿Qué demonios sucede Scotty?

- ¿De qué me hablas?

- Lo escuché todo y quiero que me digas porque Derek quiere que no vaya a la mansión, pero sobre todo dime que tiene que ver Jennifer en todo esto.

- Pero como oíste si....

- Eso no importa, dímelo ahora o yo mismo me iré a averiguar lo que sucede.

- Stiles no puedo decírtelo, pero debes dejar que Derek lo arreglé todo.

- De acuerdo, puedes llevarme a mi casa creo que no me siento bien.

- Claro, vamos por Allison. - el alfa y la cazadora llevaron a Stiles a su casa para que descansara y esperaron un momento para asegurarse de que el castaño no hiciera alguna locura. Después de un rato salieron directo a la mansión Hale para poder ayudar en el problema.

Stiles espero un tiempo hasta que por fin pudo salir. Quiso ir en su jeep, pero sus hermanos se lo habían llevado para una revisión médica de Alicia así que pidió un taxi. Al llegar notó que toda la manada estaba allí así que caminó lentamente para no alertar a los lobos de su presencia.

- NO PUEDES PEDIRME QUE HAGA ESO MADRE. - decía Derek molesto.

- Lo siento Derek, pero debes hacerte cargo de tus acciones.

- Tú no entiendes, no puedo hacerle eso a Stiles.

- Pues debiste pensarlo antes Derek. Dejaste que tu estúpido orgullo te controlará y ahora Stiles será quien pague las consecuencias de tus decisiones. - le decir Laura molesta. - Debiste dejarlo ser feliz con alguien más.

- Hijo, comprendo que amas a Stiles, pero ahora deberás hacerte cargo de lo que has hecho. Jennifer está esperando a tus cachorros y no puedes dejarla sola ahora. Quizás Stiles lo entienda, pero el daño que le causará... Tal vez sea mejor que te despidas de él.- dijo el señor Hale.

Stiles no pudo contenerse más y abrió brucamente la puerta. Sus ojos estaban brillando y al verlo entrar todos lo veían con lástima. Quería golpear a Derek, pero al ver a Jennifer a quien ya se le notaba su pequeña barriga de embarazo. No pudo más y salió corriendo de la mansión. Todos gritaban su nombre, pero el solo corrió al taxi y le dijo que arrancará rápido. No sabía a dónde ir porque quería estar solo así que debía ir a un lugar que nadie conociera y él sabía donde estaba ese lugar. Le ordenó al taxista que lo llevara a las afueras de Beacon Hills. Le pagó y se adentró en el bosque hasta que llegó al mismo lugar en el que había despertado cuando el alfa lo secuestro.

Se sentó en una esquina oscura y dejó salir sus lágrimas. Estaba cansado de qué la vida siempre se enfrascara en quitarle todo aquello que le hacía feliz. Ya no aguantaba un golpe más y lo único que quería era desaparecer.

-¿POR QUÉ? - gritó con toda su fuerza y eran tan desgarrador que cualquiera sentiría lástima por él. El castaño no dejaba de llorar, jamás podría ser feliz con alguien.

- ¿Stiles?

- ¿Cómo me encontraron?

- Soy una vidente recuerdas.

- ¿Tú lo sabías?

- Si Stiles.

- Y porque no...

- Porque si te lo decía no hubieras pasado tantos momentos felices con Derek. A veces debemos sufrir para ser felices Stiles.

- Eso pueden decirlo porque ustedes han sufrido, pero la paz después de su tormenta por fin llegó. Pará mí ese día  jamás llegará porque cada vez que intentó ser feliz todo se termina arruinando. Dime ¿seré feliz algún día?

- Claro que lo serás Stiles. Nadie se merece ser más feliz que tú. - le dijo Ray mientras se posicionaba a su lado izquierdo y Alicia en el derecho. Envolvieron a Stiles en sus brazos para que pudiera calmarse.

- Saben, esto es muy irónico. Hace años Carmine me dejó porque en ese momento no sabía que yo podía darle hijos y ahora Derek me dejará por casi la misma razón. - los hermanos de Stiles se vieron nerviosos pues Alicia sabía algo más que cambiaría la vida de Stiles para siempre, pero prefieron no decirle nada aún. Acababa de recibir un golpe muy fuerte como para recibir otro. Era inevitable que él no se diera cuenta así que deberían confesar pronto pues en Stiles ya no se escuchaba el latir de un solo corazón sino el de dos.

Un príncipe peligrosoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon