Capítulo XXXI

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Se despertó deseando que lo que había ocurrido no fuera un sueño. Había vuelto a ver a Derek, él estaba parado frente a la cama en la que se mantenía todo el día. Tenía que afrontar la realidad de que nadie podría salvarlo esta vez. Llevaba una semana atrapado en esa cabaña en donde el frío era insoportable. Se cubría con las mantas, pero aún podía sentirse el aliento gélido del viento.

El responsable de su sufrimiento era Deucalion. Aún sabía muy poco de ese alfa o lo que quería hacer con él. Sin embargo, había descubierto que aún no podía creer.

Luego de Derek fallara en su intento de salvarlo fue llevado a una cabaña en la montañas de las afueras de Beacon Hills. Tuvieron que aplicarle un calmante para que no se resistiera y fue encerrado en una habitación helada.

Al despertar se dio cuenta que estaba a oscuras, pero había alguien parado en la ventana. La luz de la luna era tenue por lo que no podía ver con claridad de quien se trataba. Se sentía aterrado y por insistinto cubrió su vientre para proteger a su bebé.

- No creí que esto fuera posible, pero si me preguntas te ves muy lindo con esa barriga. - Stiles reconoció su voz de inmediato.

- ¿Benji?

- Hola Stiles. - el castaño se giró para poder verlo.

- Pero tú habías muerto.

- Stiles yo...

- Oh vaya, veo que ya despertaste. - dijo Deucalion. - Largo. - le ordenó a Benji quien vio con tristeza a Stiles antes de marcharse.

- ¿Qué quieres de mí?- le preguntó.

- Hay muchas cosas que quiero de ti Stiles y una de ellas es el poder que tienes por el simple hecho de llevar el apellido Stilinski. Pero lo que deseo más es ese poder tan especial que te dio la estúpida de Hannah. - Stiles lo vio sorprendido.- Oh si, se que puedes sanar las heridas e incluso revivir a una persona y estoy seguro que puedes hacer mucho más que eso, pero desconozco tu alcance. - ese era una ventaja para Stiles. Creyó qué podía hacer lo mismo que hizo cuando salvó a sus hermanos, pero sentía muy débil en especial por su embarazo. - Lo malo es que para tener todo lo que deseo, tendré que asesinarte.

- No. - dijo alterado mientras protegía aún más su vientre.

- Oh tranquilo, no quiero hacerle daño a ese bebé. Podría conservarlo para mis propósitos así que no te preocupes. Mi darach ya está buscando la manera de sacarte al niño sin que sufra daños. Aún es muy pequeño así que esperaremos un poco más.

- Por favor no hagas esto, te juro que haré lo que quieras, pero no le hagas daño a mi bebé. - suplicó.

-De acuerdo, lo haré. - los ojos de Stiles se iluminaron de la emoción, pero el alfa comenzó a reírse de él. - Eres tan fácil de manipular. Es por eso que envié a Benji para que confiaras en él. Gracias a él pude reunir la información necesaria hasta que se atrevió a traicionarme. Él debía vigilarte en esa bodega, pero se las arregló para que pudieras huir. Así que tuve que fingir su muerte y mantenerlo recluso aquí para que no interfiriera en mis planes. Así que más te vale portarte bien porque no tengo miedo de asesinar a mi propio hijo.

- Eres un monstruo.

- Tu madre creí lo mismo Stiles, pero era una gran amiga. Es una tristeza que hayan muerto en ese accidente aunque no creo haya sido eso. - le sonrió maliciosamente.

- MALDITO. - le gritó Stiles mientras que Deucalion se marchaba para dejar que se ahogara en su dolor. De esa forma sería más fácil de controlar.

No había vuelto a ver a Benji desde ese día. Le resultaba difícil creer que su amigo fuera el hijo de un mousntruo como Deucalion. Solo deseaba que esa pesadilla terminara. Quería volver a ver a su familia, quería que su hijo estuviera a salvo aunque no estuviera con su padre. Derek debía estar casado con Jennifer así que no había otra oportunidad para ellos. Extrañaba demasiado a ese lobo amargado. De pronto la puerta de su habitación se abrió y un par de lo betas de Deucalion entraron seguidos de Benji.

- Quise conseguirte más tiempo, pero él ya no quiere esperar. - Stiles sabía que ese alfa intentaría arrebatarle a su hijo. Benji acompañó a Stiles hasta una habitación con una camilla en la que debería esperar por su destino.

- ¿Por qué haces esto? - preguntaba entre lágrimas.

- Al principio lo hice porque sentía miedo de mi padre, pero ahora ya no lo tengo. Ahora voy a ayudarte, voy ayudarlos. - Stiles no comprendió a lo que se refería hasta que un gran revuelto comenzó a escucharse en el exterior de la cabaña. Luego una explosión hizo volar gran parte de la cabaña. La caballería había llegado y no se marcharian sin llevarse a Stiles a casa.

Un príncipe peligrosoWhere stories live. Discover now