Capítulo XVI

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En cuanto Talia se dio cuenta de la ausencia de Stiles envío a toda la manada a buscarlo. Carmine había hablado con ella para decirle que él y Derek habían desaparecido en el bosque. Él los había buscado durante horas, pero no había rastro de ninguno de ellos.

- ¿Dónde estás Stiles?- dijo Scott quién era acompañado por Allison y Lydia.

- Tengo un muy mal presentimiento Scott. - dijo Allison.

- No voy a mentirte porque yo también lo tengo. Algo anda muy mal con Stiles y Derek.

- ¿No crees que el alfa los haya capturado?

- No lo sé Allison, pero si así es todo el esfuerzo de Talia será en vano. Deaton me confesó que hay algo muy raro en Stiles.

- ¿A qué te refieres?

- Recuerdas cuando los encontraron tirados en el bosque y Talia dijo que el alfa había huido.

- Sí.

- Eso no fue lo que sucedió Allison. Ese día fue Stiles quien derrotó al alfa.

- Debes estar bromeando.

- Eso quisiera, pero eso no fue lo único que sucedió ese día. Todos estaban muy mal heridos, pero Derek estaba muriendo en los brazos de Stiles. Sin embargo, él lo regresó a la vida y sano las heridas de Laura y Alicia. El mismo Stiles se lo confesó a Deaton. Ni siquiera el más sabio de los druidas ha logrado hacer algo como eso. Es por eso que Deaton cree que el clan está escondiendo algo referente a Stiles y es por eso que lo cuidan tanto. Mi mejor amigo puede ser muchas cosas, pero no es humano.

- No puedo creelo Scott quizás las teorías de Malia no sean tan locas como pensamos. Es posible que Stiles sea el hijo de los alfas y eso lo convierte en una especie de príncipe.

- Lo sé y eso me preocupa. Stiles a penas y puede cuidar de un hamster imagina como haría para liderar a un clan entero. - se burló Scott.

- Tienes razón. - rió Allison. - ¿Y tú que piensas Lydia? Has estado muy.... ¿Lydia? - la banshee había desaparecido y cada vez que eso pasaba solo pasaban cosas muy malas.

Alejado de donde la manada buscaba a sus amigos, en una bodega abandonado, descansaba Stiles. Se sentía mariado y su visión era muy borrosa. A penas y podía quedarse despierto y se sentía demasiado débil. Reunió las fuerzas necesarias y comenzó a caminar hacia la entrada de la bodega. Depronto los recuerdos de como el alfa se lo llevaba y de como dejaba a Derek mal herido inundaron su mente. Debía buscar al lobo porque no podia dejar que muriera y eso le dio las fuerzas necesarias para comenzar a adentrarse al bosque. También había recordado la pelea que tuvo con Derek y aunque eso lo entristecía su amor por el mayor era más grande que cualquier pelea.

Sus pasos eran muy cortos y cansados e incluso se había caído muchas veces llenándose de heridas y de moretones. Le parecía muy extraño que no hubiera nadie vigilando que no escapara o que no se preocuparon por inmovilizarlo.

- Stiles. - alguien le susurró al oído provocando que su piel se erizara. Comenzó a ver para todos lados, pero no había nadie cerca. - Stiles. - volvieron a decir.

- ¿Lydia? - reconoció la voz de la pelirroja.

- Stiles, ven. - algo comenzó a guiarlo y se dejó llevar. Después de un momento la voz dejó de escucharse y fue reemplazada por el grito característico de una banshee. Stiles comenzó a correr hacia el lugar de donde provenía el grito. Toda la manada escuchó el grito y también se dirigieron hacia su punto de origen.

El gritó viajó por todo Beacon Hills y llegó hasta los oídos de Derek quien despertó en una habitación desconocida.

- Tranquilo, estás a salvo. - dijo una mujer a su lado.

- ¿Donde estoy? - se sentía muy adolorido.

- Estas en mi casa Derek. - reconoció su voz.

- ¿Jennifer?

- Hola Derek. - Jennifer Blake la maestra de inglés de la escuela de Stiles había sido salvada por Derek una noche en la que Cora y Boyd habían perdido el control durante una luna llena.

- ¿Cómo me encontraste?

- Estaba en el bosque cuando escuché el sonido de la pelea. Cuando llegué vi como un monstruo se llevaba a Styles y te dejaba a ti herido en el suelo.

- Te lo agradezco, pero debo irme. - Derek intentó levantarse, pero el dolor de sus heridas no se lo permitió.

- Tranquilo todavía estas muy herido.

- Debo buscar a Stiles no puedo dejar que el alfa le haga daño. - Derek estaba alterando.

-Derek. - Jennifer sostuvo su rostro y lo obligó a verlo a los ojos. - Stiles estará bien. - el lobo llevó su mano al rostro de Jennifer. Era una mujer muy hermosa y sin darse cuenta ya estaba besándola apasiodamente. Una a una sus prendas comenzaron a desaparecer y ambos adultos se dejaron llevar por el momento. Derek no estaba pensando lo que hacía, no pensaba en el dolor que le causaría a Stiles y mucho menos en lo que sus acciones provocarían en el futuro. Pudo arrepentirse, pero recordar a Stiles besando a Carmine lo cegó. Nuevamente el orgullo pudo más que su amor por el castaño.

En el bosque la manada había encontrado a Lydia llorando por lo que había encontrado. Las voces la habían llevado hasta una escena demasiado aterradora. Un cuerpo totalmente mutilado e irreconocible estaba regado por todo el suelo. La banshee aseguraba que era el cuerpo de Stiles. La manada no podía creerlo y todos derramaban lágrimas sobre todo Talia pues sentía que había perdido a un hijo.

En medio de su llanto se comenzó a escuchar el sonido de alguien acercándose y todos se pusieron alerta creyendo que se tratara del alfa. Alguien comenzó a salir de los arbustos y los lobos estaban listos para atacar cuando de pronto Stiles cayó al suelo.

-¡STILES! - gritaron todos alegremente.

- Hola. - el castaño les sonrió. Todos corrieron para ayudarlo, pero una duda surgió. Si Stiles estaba vivo ¿De quién era el cuerpo que Lydia había encontrado?

Un príncipe peligrosoOnde histórias criam vida. Descubra agora