Capítulo XXII

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El clan tuvo que esperar a que Alicia se recuperara para poder reunirse y decidir lo que harían con ellos. No tuvieron que esperar demasiado pues la vidente fue dada de alta al siguiente día. Alicia y Ray estaban demasiado nerviosos pues la sentencia que recibirían sería la muerte de ambos. La manada entera se reunió en la casa de Stiles y tuvieron que quedarse afuera mientras que el clan, los guardianes y Talia discutían sobre el destino de los hermanos de Stiles.

- Vamos dime que están diciendo. - lo suplicaba Stiles a Derek.

- Ya te dije que no pequeño. Mamá me hizo prometer que ni yo ni nadie escucharía la reunión.

- Pero...

- Si Stile, si Talia se da cuenta que estamos espiando seguro nos mata. - dijo Peter.

- Pero llevábamos mucho tiempo esperando y no nos dicen nada. - habló impaciente.

- Ahhh está bien yo te diré que están hablando. - dijo Malia.

-Siii. - chillón Stiles de la alegría.

Mientras tanto la sala de Stiles parecía  una sala de juicios. Steve y Talia trataban de defender a los guardianes pues no era justo que recibieran esa sentencia después de tantos años de lealtad y servicio al clan.

- No, entiendan que no pueden hacer cumplir esos tipos de sentencias tan bárbaras. - dijo Talia.

- Lo siento Talia, pero nuestras leyes son sagradas y ellos juraron con un pacto de sangre. - dijo molesto Augusto Strauss uno de los alfas más antiguos y conservadores del clan.

- No Augusto, Claudia y Noah lucharon para abolir estos tipos de sentencias. Además, ponte es su lugar son dos chicos que se enamoraron y sumale el hecho de que Alicia está esperando a un bebé. No puedes decidicir acabar con la vida de un inocente.

- Esperemos a que nazca el niño para cumplir la sentencia entonces. - habló otro alfa del clan.

- Deben estar bromeando. - volvió a hablar Talia. - No pueden dejar a ese niño sin sus padres. Solo imaginen lo mucho que Stiles ha sufrido al no tener a Claudia ni a Noah. Ustedes quieren hacerle lo mismo al bebé de Alicia.

- Entendemos Talia, pero un juramento es inquebrantable. - dijo Noelia Truman otra de las alfas más antiguas del clan.- Sin embargo, no quiero dejar a ese niño solo así que propongo algo al clan. Para cumplir con la sentencia de ambos guardianes Ray puede pagar la sentencia de Alicia. De esta forma el único que deberá morir es el padre del niño.

- Eso no....

- No Steve, aceptó la decisión del clan siempre y cuando  Alicia y  el bebé resulten ilesos. - habló Ray.

- Qué así sea. - dijo Augusto. En ese instante alguien abrió la puerta. Stiles había escuchado todo gracias a Malia y ahora era su turno de hablar.

- NOOOOOOOO. - dijo molesto.

- Stiles no creo que...

- No tío Steve. Lo he escuchado todo y no puedo creer que ustedes sean capaces de hacer tal cosa. Se suponen que ustedes velan por la paz y evitan que los inocentes sean lastimados, pero con esta acción demuestran lo contrario.

- Joven Stiles, le recuerdo que usted aún no tiene la autoridad para hablarnos de esa forma. - remarcó Augusto. - Y mucho menos tiene voz y voto para decidir en este caso.

- Oh claro que lo tengo. Hace años los padres de Alicia y Ray hicieron el primer juramento en el que los entregaban al servicio del clan, pero al llegar su mayoría de edad el juramento se rompió y fueron ellos los que juraron servirme a mí y no al clan. - Stiles vio un papel muy importante sobre la mesa.

Ese era el juramento de Alicia y Ray firmado con la sangre de cada uno de ellos. Eran juramentos que no podían romperse en todo sentido de la palabra. Cualquiera intento de romper el papel era inútil porque el contrato sólo podía ser roto por el beneficiario del mismo en este caso debía ser roto por Stiles.

- Por ello yo Stiles Stilinski hijo de Noah y Claudia Stilinski y heredero al mando del clan de los doce otorgó la libertad a mis guardianes para que puedan ser felices junto a su hijo. - tomó el contrato y lo rompió en varios pedazos. Ningún miembro del clan podía creer lo que Stiles había hecho e incluso la manada veían asombrados la escena.

- Como te atreves. - dijo Augusto mientras hacía irradiar sus ojos. Se preparó para golpear a Stiles, pero antes de que pudiera hacerlo el castaño lo detuvo. Mantenía los ojos cerrados.

- Me atrevo porque yo soy su alfa. - dijo con una voz aterradora mientras  abría sus ojos y estos tenían ese brillo verde tan extraño. Augusto comenzó a sentir temor y aunque se resistió no pudo evitar inclinar su rostro ante el chico. Todos lo miembros del clan se habían inclinado incluyendo a los miembros de la manada. El brillo afectaba a los hombres lobos, a la vidente, la banshee e incluso a los humanos. Algo muy raro sucedía con Stiles y debían averiguar que era.

Un príncipe peligrosoWhere stories live. Discover now