Capítulo XXIII

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Advertencia : contenido smut así que si no es de tu agrado evita leerlo.

Unos días después los miembros del clan se marcharon luego de que Stiles les demostrará sus nuevas habilidades. Necesitaban hablar con urgencia con sus emisarios para comprender lo que sucedía con el castaño. Talia también habló con Deaton pues necesitaba saber si esa habilidad de Stiles podía representar un peligro para todos. Sin embargo, ningún druida podría explicar lo que sucedía con Stiles excepto Hannah. Eran pocas las cosas que los emisarios del clan habían descubierto con la pruebas que le hacían a Stiles cuando eran niños, pero aún habían muchas cosas que les faltaban por descubrir.

En la casa del castaño sus ahora exguardianes no encontraban la forma de agradecer lo que había hecho por ellos. Enfrentarse al clan para defenderlos era algo que jamás podrían olvidar.

- No sabemos cómo pagarte esto.

- No tienen nada que agradecer Ray. Ustedes han cuidado de mí por mucho tiempo así que era mi turno de cuidarlos. - Stiles bajó su rostro para evitar que sus hermanos vieran su tristeza. - Supongo que ahora querrán irse y formar su propia familia.

-Debes estar bromeando Stiles. No pensamos dejarte solo ni ahora ni nunca. El juramento no era lo que nos mantenía a tu lado sino el amor que te tenemos. Eres y serás parte de nuestra familia para toda la vida. - ambos abrazaron a Stiles.

- Además nuestro hijo o hija necesitará de un tío tan alegre y vivaz como tú ¿dónde encontraríamos a otro Stiles? - dijo Ray. Los tres estaban felices de no separarse y poder ser la misma familia de siempre claro que con un integrante más.

Sin embargo aún había algo que le preocupaba a Stiles y era que esa noche tendría su cita romántica con Derek. Siempre se ponía así cuando alguien le decía que había preparado una sorpresa y el lobo le había dicho que le daría una.

- No estés nervioso Stiles piensa que tal vez Derek por fin te pedirá que seas su novio. - le decía Alicia.

- Eso es lo que me pone nervioso. - dijo con las mejillas coloradas.

- Pero si tú lo quieres ¿no?

- Por supuesto que si, pero sé que Derek hará algo grandioso y yo estaría bien con que me lo preguntará y ya porque de otra forma yo no sabré que decir.

- Solo dile que sí Stiles. - dijo Ray.

- Sé que debo decir que sí, pero de seguro me voy a quedar paralizado o sin voz como siempre lo hago. - eso era cierto pues aunque siempre fue muy interactivo desde niño cada vez que debía hablar en público o le hacían preguntas muy directas se ponía tan nervioso que se paralizaba o se quedaba sin voz.

- Ya le respondiste a un anciano poderoso dudo mucho que Derek sea un gran reto para ti. - Ray se burló.

- Lo sé, creo que eso fue demasiado intenso.

- Mucho y creo que es un tema que debemos hablar Stiles. - dijo Alicia. - ¿Desde cuando puedes hacer que tus ojos brillen de esa forma?

- Recuerdas cuando el alfa nos atacó la primera vez.

- Claro, casi muero ese día.

- Bueno ya sabes que yo sané tus heridas, pero Talia no te dijo que fue gracias a que mis ojos brillaron.

- Si, ya sé que puedes curar a las personas.

- Pero lo que no sabes es que Derek murió ese día y fui yo quien lo trajo de vuelta.

- ¿QUÉ? - dijeron ambos enamorados.

- Esto será complicado, pero les diré lo que sé. - Stiles empezó a explicar todo lo que sucedió ese día y de cómo golpeó al alfa. Ray se sentía orgulloso de su hermanito. También les habló de cómo había usado sus habilidades para sanar a Holly y al parecer podía controlarlas ahora por alguna extraña razón.

Un príncipe peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora