Capítulo XXVI

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La vidente y el lobo llevaron a su hermano de vuelta a casa. Tuvieron que avisarle a Talia que ellos lo habían encontrado pues la manada entera estaban buscándolo como locos en especial Derek.

Uno a uno fueron todos a verlo para poder darle palabras de aliento aunque estas no le daban la paz que necesitaba. Talia y sus esposo fueron a visitarlo para pedirle disculpas por todo lo que estaba pasando, pero él les pidió que se retirarán pues quería estar solo. Stiles pidió hablar a solas con Scott.

- Stiles...

- No digas nada Scotty. Necesito que me hagas un favor.

- Dime.

- Pídele a Deaton que me envíe cenizas de serbal.

- Pero Stiles...

- No quiero verlo y sé que el vendrá por la noche. Solo hazme ese favor porque necesito estar solo.

- Está bien le diré que te las traiga. - Scott se marchó en busca de las cenizas.

Después de tanto llanto Stiles se quedó dormido por un momento y tuvo un sueño demasiado extraño.

- Es muy hermoso ¿no crees Hannah?

- Claro que lo es Claudia. Será un gran alfa como sus padres te lo aseguro. - la madre rió y extendió su dedo hacia su pequeño hijo quien lo sostuvo con firmeza.

- Entiéndelo Deucalion, no permitiré que hagas tal cosa. Eres mi amigo y por eso te suplico que desistas de tu locura.

- Tú no lo entiendes Noah, si lo hago tú y yo seremos más fuertes que cualquier alfa y extenderemos el poder del clan.

- Se te olvida a caso de lo que la ambición de poder nos trajo hace años. - ambos alfas discutían en el pasillo que conducía a la habitación del pequeño príncipe.- Desiste de esto Deucalion, no me obligues a enfrentarte.

- De acuerdo Noah, te lo prometo. - claro que estaba mintiendo. Ambos alfas entraron a la habitación del bebé encontrando a la madre y a la druida de los Stilinski.- Oh mil disculpas Claudia, no queríamos importunarlas.

- Tranquilo Decaulion, solo veníamos a revisar como estaba Stiles y al parecer tiene el sueño muy pesado.

- Es increíble que un bebé como él se convertirá en el líder de la mayor fuerza de lobos del planeta. - Deucalion se acercó a la cuna en la descansaba el bebé. - Larga vida al príncipe Stiles. - Deucalion iluminó sus ojos con un rojo tan intenso que lejos de indicar una buena intención era señal de una declaración de guerra.

Stiles se despertó asustado y respirando demasiado rápido. Estaba sudando demasiado así que fue a darse una ducha fría. Eran alrededor de la media noche cuando el sonido de alguien queriendo entrar por su ventana, pero debido a que Stiles se había encerrado con la ayuda de las cenizas de montaña no podía entrar. Se acercó y se dio cuenta que se trataba de Derek.

- Déjame entrar Sti, por favor. - decía el lobo desesperado. - Necesitamos hablar, déjame entrar.

- Vete Derek, vete de una vez y olvidate de mí.

- Entiende que no puedo hacer tal cosa. Mi corazón solo late por ti Stiles.

- Derek...

- Solo hablemos y si después quieres que me marcha lo haré, te lo prometo. - Stiles rompió el círculo y la barrera que lo protegía desapareció para que Derek pudiera entrar. En cuanto el lobo entro se lanzó y apricionó a Stiles contra su cuerpo. - Cree me que no quise que esto pasara Sti, no quiero perderte de nuevo. - Derek lloraba y aunque Stiles también quería hacerlo se comportó frío y ausente. - Dime algo por favor.

- No sé qué esperas que te diga Derek.

- Mis padres quieren que me case con Jennifer, pero si tú me pides que no lo haga yo no lo haré. Estoy seguro que puedo encontrar otra solución y...

- No Derek, no te voy a pedir eso.

- Pero...

- Es que tú no entiendes. - dijo molesto. - No puedo pedirte tal cosa porque lo que me pides es que deje a ese niño inocente si su padre. Tú sabes muy bien lo que yo he sufrido al no tenera a mis padres conmigo y no soy quien para hacerle lo mismo a tu hijo.

- Sti por favor no me pidas eso.

- Vete Derek, Jennifer necesita de ti ahora.

- Pero yo te amo.

- Y yo a ti y por esa misma razón te pido que te olvides de mí. Enfócate en tu familia ahora, olvida que me conociste, olvidate de que existí.

- Stiles...

- Vete, no quiero volver a verte nunca. - Derek quería romper todo lo que habia en la habitación. Fue tan tonto por lo que hizo y el precio que estaba pagando era grande. Estaba perdiendo a Stiles de nuevo.

- Esto no es un adiós Stiles, nada ni nadie te alejará de mi nunca. - dijo antes de salir por la ventana del castaño.

- Me temo que sí Derek, esto es una despedida. - susurró para que el lobo no lo escuchara.

Un príncipe peligrosoWhere stories live. Discover now