Lee Jordan

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El moreno sentía su pulso más acelerado que nunca, tanto que sentía que el corazón saldría de su pecho en cualquier momento.

Se acercaba el día del baile y él aún no tenía pareja. No es que le importara mucho todo aquel asunto pero sentía una tremenda presión social que en un momento de furia dijo que invitaría a una de esas chicas francesas.

En cuanto lo dijo, sin siquiera pensarlo, los gemelos lo retaron. Dijeron que ni en un millón de años se atrevería a pedírselo a una de esas chicas. El orgullo de Lee fue más grande que aceptó el reto sin dudarlo.

Pero allí estaba, con las piernas hechas gelatina y temeroso de ser rechazado frente a muchas chicas lindas y ser la burla de las mismas. Aunque luego de lo que le había pasado a Ron Weasley, estaba seguro que lo que le pasara a él no podría ser peor.

Respiró profundamente y visualizó a una chica que había notado desde el primer día que llegó. Lo único que sabía de ella era su nombre: Juliette.

La chica estaba rodeada de todas sus amigas y eso sólo lo hacía sentir inferior, sin embargo, se armó de valor y caminó hasta el grupo de chicas.

Comenzó a hiperventilar cuando seis francesas lo miraron fijamente.

—Juliette— dijo de pronto y la nombrada sonrió— ¿baile,  conmigo?

Tartamudeo y los nervios fueron tantos que antes de escuchar una respuesta salió corriendo. 

Las seis chicas vieron al moreno irse corriendo y se miraron confudidas para después seguir con su conversación.

Lee estaba en la sala común intenta olvidar la vergüenza que había pasado y los gemelos sólo se burlaban de él.

—Ojalá hubiera estado allí— dijo George mientras reía.

—Habría pagado cien galeones por haber estado allí— esta vez habló Fred.

Lee cubría su rostro con ambas manos, al menos así se sentía un poco más seguro.

—Lee— le habló Seamus.

El nombrado miró a su compañero esperando a que se burlara de él.

—¿Si?

—Uhhh... una chica de Beauxbatons te está buscando. Está afuera.

El moreno miró a sus pelirrojos amigos quienes también lo miraban impresionados. Lee corrió hasta la entrada de la sala común, no sin antes tropezarse y caer al suelo.

Allí estaba Juliette, con una adorable sonrisa.

—Lee, ¿ciegto?— dijo dudando un poco— el chico de antes me ha dicho que ese es tu nombre.

El moreno asintió rápidamente y sin poder creer que aquella chica estaba frente a él.

—Sí, Lee Jordan— extendió su mano y la chica la estrechó.

—Bueno, Lee Jogdan. Quisiega decigte que me encantagia ig al baile contigo.

El moreno evitó saltar de felicidad y mantuvo la compostura.

—Genial, entonces... te veo allá.

—Hasta entonces.

La francesa se despidió y regresó por donde había llegado.

Lee entró a su sala común y comenzó a saltar y festejar. Luego se dirigió a los gemelos y les contó lo que había sucedido. Ambos chicos, aunque sin creerlo, lo felicitaron.

Lee se alegraba de al menos ser un fantástico bailarín y estaba emocionado por que llegara el día del baile.

One shots ⇝ Harry Potter ✔Where stories live. Discover now