" 𝐄𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝"
La vida es una lucha constante desde el primer momento, dependiendo de tus decisiones se va formando tu futuro.
Pasaron 97 años para volver a pisar la tierra , cuando 100 criminales bajen a la tierra y descub...
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────༺𑁍༻────
𝐌𝐄𝐒𝐄𝐒 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐒
Kaylee llevaba muy pocos días de vuelta en polis y tenía un sentimiento extraño pero sabía que había hecho lo correcto para ella; por primera vez se había puesto ella sobre los demás.
—Es muy bonito aquí— Exclamo Mikkel adentrándose en la habitación— ey, ¿todo bien?
— Si, por supuesto— Intentó que no notará sus ojos rojos— ¿Aarón te llevó a conocer polis?
— Si, nunca imagine que algo así pudiera existir, estuviste todo este tiempo como de la realeza— el pelinegro se colocó a su lado mientras la abrazaba— Me gusta mucho más este lugar que el campamento.
— A mi también, la gente es tan diferente y puedes aprender muchas cosas nuevas— Kaylee amaba a polis y a su gente.
— ¿Segura que estas bien?— Volvió a preguntar mikkel.
— lo estoy, mik— aseguro kaylee— nada de que preocuparse.
De alguna extraña forma, sabían cuando el otro no se encontraba bien; muchos años juntos les había formado una conexión
— ¡Por dios que tiernos!— Exclamo con sarcasmo Devon entrando a la habitación de la morena.
— ¿que necesitas, Devon?— pregunto la joven, el chico miró fijamente a Mikkel; desde que el había llegado se comportaba más insoportable de lo normal.
— Solo venía a recordarte que tienes entrenamiento de estrategias— Devon comento sonriéndole, kaylee asintió recordando su clase.
El pelinegro salió de la habitación de la joven dejando a los dos amigos en el lugar, mikkel miró a kaylee y quiso largarse a reír por lo incómodo de fue.
— El es extraño— Murmuro White con una sonrisa, por lo poco que conocía al menor de los príncipes había notado que era el más malhumorado y fastidioso algo que representaba muy bien al joven Devon.
La chica rio por lo que dijo su amigo, estando de acuerdo con el.
𝐏𝐑𝐄𝐒𝐄𝐍𝐓𝐄
Cuando kaylee recobró la conciencia de dio cuenta que estaban como en un sótano, miró a su lado a Aarón quien estaba amordazado y bastante golpeado, tenían las manos amarradas por cadenas.
—¿Aarón? ¿Puedes escucharme?
— lo hago— logro decir el rubio, tosiendo en el proceso.
