10. Coruña ciudad de la felicidad

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ERIK


Llegué a casa y el delicioso olor a galletas con chocolate me indicaba que mi abuela había venido a vernos. Hacía una semana que no la veía y, cuando escuchó la puerta, me llamó. Al llegar a la cocina me dio uno de esos abrazos en los que te meces de lado a lado y me dio un sonoro beso en la mejilla. Me reí y tuvimos una corta charla, la típica para saber brevemente cómo me iba la vida.

Mi abuela era una señora de casi setenta y cinco años, los cumplirá en diciembre, bajita y delgada, con el cabello teñido a mechas, siempre perfectamente peinada, y sus ojos verde oliva eran muy parecidos a los míos. Siempre había sido muy cariñosa, sobre todo después de que mi madre se fuera de casa. Por un tiempo vivió con nosotros. Mi abuelo había fallecido y se refugió con su hijo y su nieto; para mi padre fue su gran ayuda, ya que en esa época viajaba demasiado por trabajo y ella le ayudaba conmigo para que no me quedara solo. Siempre jugábamos y nos divertíamos mucho. Con el tiempo ella decidió irse a vivir a su casa en Ourense, donde vivió desde que nació hasta casarse con mi abuelo. No regresó a la gran casa que compartió con él porque decía que era muy grande y todo se lo recordaba.

La visitaba muy a menudo, ella era una persona imprescindible para mí. Siempre sería la madre que nunca tuve.

Tenía que sacar las cosas de la mochila y darme un baño, ya que en el gimnasio había muchas restricciones y no estaba permitido ducharse. Subí a mi habitación y solté la mochila en el suelo, al mismo tiempo que saqué el móvil del bolsillo, me tiré en la cama y entré en WhatsApp. Vi que no tenía ningún mensaje importante y me fui a Instagram; como había subido la foto, tenía setenta y pico "me gustas" y un comentario:

«@soylola04: ¡Pasar los atardeceres acompañado es lo mejor!»

Me metí en su cuenta y vi que no la seguía. Era una chica preciosa y ponía en su biografía que era de Coruña.

Le di a seguir y me puse a ver las historias de mis amigos, cuando, de repente, salta una historia de la tal @clomevil «Dime algo que me alegre el día» y, como no la conocía, le puse que me gustaban mucho sus fotos, a ver si a mi amiga sin cara, se le alegraba el día ¿Qué le pasará?

En ese momento me llegó un mensaje de la chica que comentó mi foto sacándome de mis pensamientos y fui directo a la conversación.

Soylola04: Hola.

Erikr__02: Hola ¿quién eres?

Soylola04: Me llamo Lola, vi tu perfil y me pareciste súper mono.

A esta chica se le veían las intenciones de lejos.

Erikr__02: Gracias ¿qué tal estás?

Soylola04: Muy bien ¿y tú?

Erikr__02: Bien, un poco aburrido jaja.

Soylola04: Me alegro. Yo también me aburro ¿De dónde eres?

Erikr__02: De Vigo ¿y tú?

Soylola04: Soy de Coruña, estamos muy cerca.

Salí de la conversación y metí el móvil en el bolsillo para ir a hablar un rato con mi abuela. Cuando bajaba las escaleras, me saltó otra notificación...



Mis días de adolescente.  Amar. I (Publicado en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora