41. La traidora se vistió de amiga ella era así y se puso su mejor disfraz

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CLOE


El día de ayer fue mágico hasta hoy. Justo Lola apareció para fastidiarlo todo, como siempre.

¿A quién podía creer? ¿A mi tóxica ex mejor amiga o al chico de mis sueños?

Yo salía del portal cuando me la crucé, creyendo que era por casualidad. Pero ahora estaba segura de que esperaba a que bajara a Zeus a pasear, porque su actitud era como si estuviese deseosa por contarme algo. Mi madre me pidió que buscara unas cosas en el supermercado y ella me esperaba en las escaleras.

—¡Amiga! ¿Qué tal vas con Erik? —Saludó hipócrita con mirada retadora.

—Creo que no es problema tuyo —respondí con seguridad. Esta zorra no me iba a fastidiar.

Seguí caminando tratando de ignorarla, pero ella contraatacó, diciendo:

—Por supuesto que es mi problema, porque te dije en San Juan que Erik es mío y te estás metiendo donde no te llaman.

¡Uyyyy! Me huele a celos...

—Yo creo que él no opina lo mismo. —Me giré y la miré de frente. Su gesto denotaba ira.

—¿Estás segura? —Se acercó con las manos en la cintura queriendo que adivinara algo.

—Completamente segura. —Rebatí tajante.

El rubio había sido muy especial conmigo y confiaba en él.

—A ver, ¡déjame adivinar! —Tocaba su barbilla a modo de juego— ¿Fuisteis al cine ayer?

Eh... ¿Cómo lo sabía? Un nudo me atravesó la garganta. ¿Nos estaba espiando? Conozco a Lola, cuando se empeñaba en alguien del instituto lo perseguía para averiguar sus movimientos, dónde vivía y demás actitudes de detective, hasta conseguir su objetivo: ligar con su siguiente víctima. ¿Era Erik su víctima o su cómplice?

Procuré no mostrar mi enfado pero era evidente.

—¿Qué quieres Lola? Me tienes un poco cansada —resoplé aburrida.

—Ay, nena, mira, relájate.

—Yo estoy muy relajada —respondí demostrando desinterés. Sé que eso le jodería mucho.

—Estoy hablando contigo por hacerte un favor, ¿sabes? Tantos años de amistad tienen que valer de algo, ¿no crees? Yo solo quería comentarte una cosa con el corazón. Después de que vierais la película y lo pasarais fenomenal vino a mi casa y uff, amiga, lo siento de verdad, pero tu relación no va muy bien.

Me quería morir, mi corazón se caía a cachos y no los iba a recoger.

—¿Qué te parece si te vas un poco a la mierda? —Intenté abrir el portal, pero ella me bloqueó el paso.

—Está conmigo porque lo pasa mejor. ¿Os habéis liado ya, o sigues siendo una mojigata renegada que no hace nada hasta el matrimonio? —Se removió retándome, pero no iba a caer en su juego.

—Yo no tengo prisa —exhalé exasperada con la adrenalina a mil bombeando mi cerebro.— Eres lo peor que he conocido en mi vida, siempre te sales con la tuya y sabes que en el fondo no eres más que una fracasada.

—Ay, mi cielo. Tú misma lo has dicho: siempre me salgo con la mía y lo que me apetece ahora es Erik.

Me abrió paso como finalizando la conversación y mis diosas se alinearon para responder a su ataque:

Mis días de adolescente.  Amar. I (Publicado en físico)Where stories live. Discover now