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-"Richard, enserio no estoy de ánimo para esto" Mencionaba la ojiverde viendo cómo el periodista conducía su automóvil fuera de la ciudad, confiaba en el hombre si no probablemente ya estaría alarmada.

-"Tranquila Ren, te dije que confiaras en mi" Pidió el hombre guiñándole un ojo, miro el GPS en su celular y vio que pronto estarían llegando, aún así Lauren solo le hizo una mueca de cansancio pero no volvió a protestar.

La obscuridad ya se había apropiado de la ciudad, hace una media hora había enviado el artículo a su nuevo jefe para que la información fuese publicada mañana a primera hora. Al final había decidió pedir una computadora a Lauren para hacerlo antes de salir, había tardado casi dos horas pero había quedado bastante interesante, todo se lo había dado en bandeja de plata la ojiverde, casi eran las diez de la noche cuando estaciono el automóvil en unas viejas bodegas abandonadas.

Lauren tuvo un poco de miedo al ver lo solitario del lugar.

Richard inmediatamente bajo, ya más temprano había ido a verificar que la mercancía estuviera allí, por eso ahora bajaba seguro, ayudando a la empresaria bajar caballerosamente.

-"Richard, este es lugar indicado?" Preguntó una temerosa mujer, el hombre asintió con una sonrisa.

-"Por supuesto. Ya veraz" Dijo Feliz, guiando a la mujer hasta las grandes puertas oxidadas. Le pidió a Lauren que esperara mientras volvía con un par de linternas que había olvidado en el auto, entrego una a Lauren y otra la mantuvo el.

Abrió un poco una de las puertas con algo de dificultad, y después le pidió a Lauren que entrará, ambos entraron a ciegas sin encender las luces, para así dejar todo a la sorpresa.

La ojiverde se sentía nerviosa pero aún así confío en su amigo.

Le pidió que cerrará los ojos cuando el encendió su linterna y la de la propia Lauren. Cuando se dió cuenta que se podía ver parte de la mercancía gracias a la luz, fue entonces que le pidió a la ojiverde que abriera los ojos.

Lauren tardo en darse cuenta de que se trataba pero cuando lo hizo, un grito de emoción salió de sus ojos y corrió a ver de cerca que efectivamente se trataba de los equipos REG.

Su felicidad era tal que recorrió el grande lugar viendo cada uno de sus productos. Richard reía feliz, tras ella.

Cuando la mujer se dió cuenta de la presencia de su amigo, corrió hasta el. Abrazándose a Richard fuertemente, el la recibió encantado.

-"Como lo hiciste?" Dijo separándose apenas de el.

El solo se encogió de hombros.

-"Recuerda que soy periodista y tengo mis contactos" Guiño el ojiazul, aún con la mujer entre sus brazos.

-"No se cómo voy agradecerte" Menciono emocionada la empresaria.

El hombre simplemente se encogió de hombros -"Con verte feliz es más que suficiente" Respondió aunque en cambio quizó decir que ya lo había hecho.

-"Pero si me aceptas una cita, estaría encantado" Completo juguetonamente haciendo reír a Lauren, quien no se contuvo y beso sus labios. Pero cuando el ojiazul estuvo a profundizar se alejo volviendo a mirar todo su cargamento.

-"Creo que hay que hablarle a Allen para que se haga cargo de llevar todo a nuestros almacenes" Se aclaraba la garganta cambiando radicalmente de tema y sin responder la pregunta de Richard.

-"En realidad ya hablé con él antes de venir, no tardará en llegar camiones de carga" Comento el periodista acercándose para abrazar a Lauren por la cintura, quien se removió incómoda.

-"Entonces... sobre la cita, aceptas?" Volvió al tema importante para el el ex heredero susurrando al oido de la ojiverde, quien suspiro y se volteo para estar de frente al hombre quien le sonreía casi ilusionado.

Lauren le devolvió la sonrisa, pero está era una de disculpa.

-"Y si lo dejamos para más adelante. En este momento tengo muchas cosas en la cabeza, y ciertamente Richard creo que no te mereces que te dé esperanzas cuando mi corazón en este momento es un caos" Explico dulcemente la ojiverde a su amigo mientras le acariciaba la mejilla.

El periodista solo asíntio con una media sonrisa, pero claro que le había dolido el rechazo. Por supuesto trato de ocultarlo.

La joven CEO de Jag Telecom camino unos pasos para hablar ella directamente con Allen, después de que esté le confirmara que efectivamente iba hasta allá personalmente para verificar que todo estuviera en las manos de Jag Telecom. Lauren por fin decidió salir de allí hacia su pen house, había sido un día agotador y doloroso.

Todo el camino fue en completo silencio, ahora la que conducía su propio vehículo había sido la ojiverde, antes de llegar a su hogar decidió dejar a Richard en el hotel donde esté se hospedaba.

Todo el camino fue meditando, y de alguna manera sabía que ahora que tenía la mercancía en sus manos ya no quería hacerle ese tipo de daño a Camila.

Era cierto la castaña ni siquiera lo había pensado al intentar dañarla, pero también entendía que ella no era ese tipo de persona. No podía hacerle eso a Camila y mucho menos a Max. Al final el pequeño ojimarron era el menos culpable si salía expuesto ante los medios.

Estaciono frente a la puerta del hotel esperando que Richard bajara.

-"Gracias por traerme" Menciono el ojiazul sonriendo.

-"Gracias a ti Richard. No sé cómo pagarlo" Informo Lauren con una sonrisa, apagando el vehículo para después continuar.

-"Richard se que habiamos quedado en algo. Pero podemos dejar lo de la señora Dubois entre tu y yo" Pedía la ojiverde mirando a los ojos a su amigo.

El rubio la miro durante un momento confundido. -"Como?"

-"Eso. No me siento capaz de exponer su vida de esa manera. No tenemos derecho, si ella lo ha mantenido oculto es por algo, y no quiero hacerle eso a ella ni mucho menos al pequeño" Explico Lauren con una sonrisa de cariño recordando el único encuentro que había tenido con Max Cabello, un niño dulce y extremadamente parecido a su madre. No quería destruir su vida, por una venganza que no le traería nada bueno, al final ya había recuperado lo que quería.

-"Ren, pero ella te hizo daño" Fue lo único que mencionó Richard.

-" Ya no importa. Yo no puedo hacerle esto, me siento estúpida y patética, pero no me siento capaz de destruirle la vida. Así que por favor borra todo eso, es lo mismo que haré yo apenas llegar a mi hogar" Suplico Lauren, el hombre asíntio pero no dió ninguna respuesta.

Simplemente dió un beso en la mejilla de la empresaria, dejándola confiada en que su amigo haría lo correcto. Poco sabía que los diarios impresos de Washington Post ya estaban siendo impresos de manera masiva.

***

Camila estaba molesta después de leer el mensaje de Jenna dónde le decía que regresarían a vivir a su casa a las afueras de la ciudad porque Max no había estado agusto lejos de su habitación.

Camila había llamado insisantes veces tratando de convencerla pero al final había desistido sabiendo que quizá eso era lo mas cómodo para su hijo, igual ahora tenían un guardia noche y día rodeando la propiedad.

Habían pasado ya varios días desde la noche que descubrió a alguien espiandolos, y pensó que si algo iba a pasar ya lo hubiera hecho.

Probablemente cómo todos se lo dijeron, había exagerado. Y lo mejor para su pequeño era estar en su hogar.

Poco sabía Camila que su vida tranquila estaba a punto de cambiar, a la mañana siguiente.

***

Ahora si, bye 😀🔫

Por cierto dije que eran 50 caps, pero veremos igual se larga uno o dos más.

En cuanto a su preocupación de la Camren juntas solo diré que hay amores toxicos que al final se dan aunque no deban 😉

Y aquí les dejo este como disculpa por el atraso que tuve🙏

Delirio Prohibido Where stories live. Discover now