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Ese día despertó más temprano de lo normal gracias al insisante que había sido el sonido del teléfono fijo de su casa, con un gruñido lo ignoro pero al momento volvió a sonar sin descanso, se levantó frotándose los ojos y vio en el reloj que apenas eran las siete y media, aún faltaba media hora de sueño. Aún así tomo el teléfono, pero al ver qué el número que marcaba el identificador era de la casa de sus padres en Francia, decidió ignorarla, y solo quitar el volumen. No sabía que sus padres habían regresado a Niza, de hecho no sabía nada de ellos desde que tuvo aquella fuerte discusión con su madre. Y en ese instante lo que menos quería era hablar con ella.

A pesar de ser temprano decidió de buena vez hacer sus actividades matutinas, cuando salió del baño se vistió rápidamente al recordar que en Europa aún era de noche por lo tanto se preocupó, pensando que era una emergencia.

Fue rápido a tomar su móvil, extrañándote totalmente al ver cientos de mensajes y llamadas de Normani, Nick, y más llamadas desde el móvil de su madre, incluso había de Erick.

Su preocupación creció y cuando estaba a punto de llamar a su madre un mensaje de Mani llegó, dónde le pedía que revisara la página digital del Washington Post, así como las redes sociales.

Su corazón dió un vuelco, pero aún así tomo su laptop y navegó hasta llegar al sitio oficial de aquel diario.

Sintió sus manos temblar al ver el titular.

"Maxwell Cabello: El sucio secreto de la Sub Secretaria de Comercio, Camila Dubois"

Era el cruel título en el que se detallaba completamente su relación con Jenna y Max, y dónde faltandoles totalmente al respeto se incluían direcciones de propiedades así como fotografías del menor, dónde se comparaba su evidentemente parecido físico con la ojimarron, y no solo eso también el nombre del colegio donde asistia él menor, atentando completamente con su privacidad.

Su puño de apretó con rabia, mientras sentía una lágrima decender por su mejilla, la cual vino acompañada de cientos más.

Escuchaba a lo lejos los sonidos incesantes de su móvil y del fijo, pero los ignoro completamente navegando por más sitios de internet.

"La lesbica vida de la Sub Secretaria Dubois"

"¿Avergonzada de su familia?"

"Maxwell Cabello: El niño al que se le negó un apellido"

"Jenna Collins: la mujer del pecado"

"El niño secreto"

"Una familia bajo las sombras"

Así eran la mayoría de los títulos hirientes que destasaban su vida privada como si tuvieran algún derecho.

Tomó la portátil y la aventó con odio hacia una de las paredes de la habitación destrozandola por completo. Así como acababan de destrozar su vida en pedazos.

Entonces pensó en Jenna e inmediatamente la llamo, desviando una llamada de su madre en el proceso.

-"Camila todo es un caos" Fue lo primero que escucho la ojimarron de una alterada Jenna.

-"Lo sé, lo sé. Y Max como está?" Preguntaba Camila desesperada caminando de un lado a otro.

-"Está dormido, no pienso llevarlo al colegio. Hay un montón de periodistas y fotógrafos rodeando la propiedad Camila, no es posible" Informaba Jenna limpiando sus ojos, tenía miedo de que su pequeño saliera lastimado después de este escándalo.

-"Hijos de puta!!! No te preocupes, enviaré a alguien a qué se deshaga de ellos, es una propiedad privada. Tranquila, no dejes que Max los vea por favor, Jenna" Pidió Camila desesperada.

Delirio Prohibido Where stories live. Discover now