Capítulo 60: Enfrentamientos

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Charlie volvió a la mesa que compartía con sus amigos y bebió de un trago el vaso que había dejado intacto antes de levantarse al baño, seguido de eso, tomó el vaso de Iván y también se lo bebió completo. Miro hacia el de Maddie pero sabía que solo era jugo, no le haría ningún efecto así que levantó el brazo hacia el camarero para indicarle que querían una ronda más.

Iván y Maddie intercambiaron una mirada sorprendida, ninguno de los dos sabía siquiera que Nick también estaba en ese lugar así que no podían sospechar qué era lo que pasaba con ella. Iván soltó un silbido.

—¿Ha pasado algo?

—No, ¿por qué iba a pasar algo?

—Porque acabas de llegar con la cara del color del papel, los ojos llorosos y te has bebido dos vasos enteros de alcohol sin hacer ni siquiera una mueca —respondió Maddie, preocupada—. Algo debió haberte pasado ahí.

—¿Por qué tardaste tanto? —se unió Iván y Charlie se encogió de hombros, fingiendo indiferencia.

—Porque estaba muy ocupada besando a tu hermano y arruinando mi salud mental... otra vez.

Maddie sin poder evitarlo, escupió el jugo que había bebido y comenzó a toser sin parar. De todas las respuestas posibles, claramente no se esperaba esa.

—¿Nick está aquí? —preguntó Iván mientras dibujaba círculos con la mano en la espalda de Maddie, en un intento por ayudarle.

—Estaba hace un momento pero creo que se fue —se volvió a encoger de hombros justo cuando el camarero dejaba las nuevas bebidas sobre la mesa—. Oh, gracias.

Tomó nuevamente su vaso y se lo habría bebido de un trago si Iván no se lo hubiese quitado de las manos en el último momento.

—Tómatelo con calma, Charls.

—Aguafiestas —la chica hizo un puchero pero no intentó volver a tomar su vaso.

—Por la mañana me lo agradecerás.

Una vez recuperada, Maddie le exigió todos los detalles y cuando Charlie terminó de hablar, le permitieron beberse su trago al fin. No supo cuántos bebieron, solo que despertó a la mañana siguiente en la habitación de su amiga y tuvo que correr al baño para vomitar, se prometió que no volvería a beber nunca más en su vida pero esa solo fue la primera de muchas promesas en vano que le siguieron durante las próximas semanas.

***

Charlie se lo estaba pasando de maravilla, durante las semanas siguientes a su encuentro con Nick, se había dedicado a salir con sus compañeros de universidad y como ellos no conocían toda la historia, no les parecía extraño que se quisiera emborrachar igual o más que ellos. Eran solo estudiantes de primer año que aprovechaban cada fiesta a las que se les invitaba y a las que no también.

Pero para Maddie e Iván no era así porque ellos la conocían, sabían que una Charlie que estuviera bien nunca haría eso y por esa razón, Charlie no les había contado lo mucho que estaba saliendo esos días. Maddie había vuelto a viajar a su antigua ciudad, no les había contado por qué esa vez pero Charlie sospechaba que era algo importante, sabía que cuando volviera se lo iba a contar y no iba a presionarla, era consciente de lo mucho que le costaba a su amiga hablar de su familia.

Estaban en la cuarta fiesta de la semana, un viernes por la noche. Charlie no sabía cómo, pero se encontraba bailando arriba de una mesa junto con Mini mientras varias personas gritaban sus nombres, animándolas a seguir bailando para ganar algún tipo de concurso improvisado del club. Habían bebido desde temprano y luego un amigo de un amigo que no recordaba el nombre les había ofrecido algo de fumar que claramente no era tabaco. Charlie nunca había probado la marihuana y al principio creyó que no le había hecho ningún efecto hasta ese momento cuando estaba a punto de quitarse la camiseta y lanzarla a nadie en específico.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now