Capítulo 63: No estoy bien

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Lexie entró en el departamento de Nick un par de horas después, hace un rato que había anochecido y seguía sin tener noticias de su ex-esposo ni de su ex-cuñado quien supuestamente había ido a buscarlo. La puerta no estaba cerrada del todo y apenas entró, un olor nauseabundo llegó a ella e hizo una mueca antes de recorrer con la mirada toda la sala.

En una esquina había una charco de algo de dudosa procedencia y cuando su vista se fue al sofá, vio a Iván durmiendo profundamente mientras sostenía una botella vacía de whisky en la mano.

—¡No puedo creerlo! —exclamó y se dirigió hacia el chico para moverlo—. ¡Iván, despierta!

—Un ratito más, mami —abrió un ojo y al ver a la rubia con las manos en las caderas, se despertó de golpe haciendo una mueca—. Oh oh.

—¿Qué crees que estás haciendo? Tu madre está vuelta loca, no solo desapareció uno de sus hijos sino que el que fue a buscarlo también y resulta que lo encuentro borracho durmiendo de lo más bien. ¿Dónde está Nick?

—Creo que está durmiendo —Iván se pasó una mano por la cara para intentar despertar del todo, la habitación le daba vueltas pero no diría nada al respecto porque sabía que Lexie estaba molesta y cuando eso pasaba, mejor no decir mucho—, o tal vez esté vomitando.

—Idiotas.

Lexie se dirigió a la habitación de Nick a paso firme y se lo encontró boca abajo en la cama, estaba acostado en diagonal ocupando toda la cama y dormía profundamente. Pensó en dejarlo descansar, pero luego la furia la recorrió, había dicho que volvería a la hora de almuerzo, luego eran las seis de la tarde y seguía sin dar señales de vida, tenía el teléfono apagado y Mary ya estaba desesperada porque su hijo se había ido hecho una furia de su casa en la mañana.

Tomó una almohada y lo golpeó en la cara con fuerza.

—¡Despierta!

Nick abrió los ojos e hizo una mueca, las náuseas lo golpearon como un torbellino y se levantó de golpe para correr al baño y expulsar lo poco que había en su estómago, que en ese momento solo era alcohol. Luego tiró la cadena, y se sentó, apoyando la espalda en la pared y cerrando los ojos para detener el mundo que no dejaba de girar a su alrededor.

Todo el enojo pasó al verlo así, tan vulnerable. Lexie sabía que Nick no se emborracharía por cualquier cosa, él no era irresponsable, a veces era demasiado correcto y debía haber una muy buena razón para que estuviera así. Dio un largo suspiro y se sentó a su lado.

—¿Qué pasó?

—Fui un idiota... —Nick no abrió los ojos mientras hablaba— otra vez.

—¿Quieres contármelo?

—No tienes por qué escucharme, estaré bien.

—Vamos, ¿somos amigos o no? ¿Qué pasó?

Entonces Nick le contó todo lo que había pasado esa mañana, todo lo que había sentido al ver a su hermano con la castaña que le robaba el sueño y lo avergonzado que se sentía de haber deseado golpear a Iván. Lexie era una de las pocas personas que sabía lo que había sufrido Nick desde pequeño y siempre intentó convencerlo de que lo denunciara, que su madre se pondría de su lado pero Nick nunca se atrevió, no quería romperle el corazón a la mujer que le dio la vida y sabía que si se lo contaba lo haría, su padre era otra persona en frente de Mary, se comportaba como el hombre perfecto nunca le daba motivos para desconfiar hasta ese día.

Mary había vuelto temprano de una reunión con su club de lectura y había escuchado gritos, cuando subió las escaleras vio a su esposo salir de la habitación de Nick, parecía alterado pero le aseguró que todo estaba bien antes de desaparecer por el pasillo. Sin quedarse con esa respuesta, Mary entró en la habitación de su hijo y lo encontró hecho un ovillo en el suelo y con las manos sobre su estómago, su boca sangraba y lágrimas caían por sus mejillas aunque él intentó limpiarlas apenas la vio. La mujer se arrodilló al lado de Nick.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now