Capítulo 70: Encuentros inesperados

241 22 6
                                    

—Así que el pequeño Sammy está enamorado de ti —Iván soltó una carcajada, recibiendo por respuesta una almohada en la cabeza desde el otro lado de la habitación.

—¡No te burles, Iván! —lo regañó Charlie antes de llevarse las manos a la cara y taparse con ellas—. Lo estoy pasando pésimo

—Es que era obvio, Charlie, no puedes ser más ciega.

Su amigo se incorporó de la cama y avanzó hacia ella para apartarle las manos y que lo mirara.

—El chico tiene corazones en los ojos cada vez que te ve, en serio creí que lo sabías pero te hacías la tonta para no romperle el corazón.

—¡Nunca haría eso! Por eso preferí decirle la verdad, no me perdonaría nunca hacerle daño a propósito pero inconscientemente se lo hice. ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?

—No es complicado, simplemente a veces les gustamos o nos gustan personas que no son correspondidas y no hay nada que podamos hacer contra eso, no se pueden forzar los sentimientos porque al final terminamos haciéndonos daño a nosotros mismos por fingir algo que no sentimos realmente y sin quererlo también dañamos a la otra persona de todas formas.

—La vida es injusta.

—Estoy de acuerdo.

Iván abrió los brazos para su amiga y Charlie después de hacer un puchero, se dejó envolver por ellos. Últimamente era su lugar favorito para estar, se sentía muy protegida; sabía que él nunca dejaría que le pasara nada malo.

—Arriba ese ánimo, el sábado tenemos una boda que celebrar y tal vez ahí conozcas a tu príncipe azul.

—No quiero conocer a nadie —contestó ella todavía con la cabeza enterrada en su pecho por lo que se le entendía a medias lo que decía. Luego se apartó unos centímetros para mirarlo—. ¿Te molestaría si no vamos?

—Claro que no, yo solo soy tu invitado pero estabas muy emocionada por esto, ¿en serio no quieres ir?

—No tengo vestido y realmente me muero de vergüenza de volver a ese lugar, la vendedora me encontró en el suelo en ropa interior en pleno ataque de pánico, no me extrañaría que hubiese un letrero con mi cara que dijera: «prohibida la entrada a esta loca». No tengo energía para eso.

—¿Pero si tuvieras vestido seguirías queriendo ir?

Charlie suspiró con fuerza.

—Claro, Esther es mi prima favorita y espero que se case una sola vez en la vida así que sí, me pone un poco triste no ir.

No dijeron mucho más, simplemente se quedaron ahí abrazados por un rato y luego decidieron salir a dar una vuelta caminando a ver si Charlie se despejaba un poco y lo hizo. Siempre le daba un poco de miedo salir a la calle pero le encantaba pasear con su amigo, hablando de todo y nada o simplemente en un silencio cómodo.

Al día siguiente cuando Charlie despertó, encontró una caja a los pies de su cama con una nota pegada. Extrañada, se levantó para mirar la nota y una sonrisa de confusión se extendió por su cara mientras la leía.

«Servicio de hada madrina, ¿será que contra todos pronóstico cenicienta podrá asistir a la boda?»

El corazón de Charlie se aceleró cuando abrió la caja y encontró el vestido que se había probado antes de su crisis, el que había sentido que era el indicado y lo observó con detenimiento. Era su talla exacta.

Tomó el teléfono y marcó el número sin poder dejar de sonreír. El tono sonó varias veces y miró la hora antes de hacer una mueca, no se había dado cuenta de que era tan temprano.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now