Capítulo 49: Complicaciones

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Mientras Nick iba a buscar a los niños, Charlie se quedó sola en el departamento y comenzó a preparar la cena. Se había ofrecido a hacerlo aunque él le había dicho que no era necesario, no le costaba nada y así pasaba el rato. Mientras se movía de un lugar a otro, esperando que llegaran, se sorprendió a sí misma de lo natural que todo eso le resultaba, como si lo hubiese hecho toda la vida.

Luego de meter la comida en el horno y programar el temporizador, llamó a Maddie para desearle una Feliz Navidad y para pasar el rato. Como siempre, su amiga la entretuvo con sus locuras mientras le contaba que se había encontrado con Iván la noche anterior, lo que había sido bastante extraño.

—Ustedes son bastante extraños —soltó Charlie poniendo los ojos en blanco—. ¿Pueden dejarse de estupideces y ser novios de una vez?

—Yo podría decir lo mismo de ustedes, así que si fuera tú no diría nada.

Touchè.

Pero yo no niego lo que siento.

—Yo tampoco.

—Haré como que te creo —escuchó la llave entrar a en la cerradura así que se apresuró a cortar—. Me tengo que ir, ya llegaron. ¿Nos vemos el lunes?

—Claro, que te vaya bien... madrastra.

Soltó una risita y cortó antes de que Charlie pudiera decirle algo con indignación pero se olvidó bastante rápido cuando vio aparecer a Adán seguido de Cielo y Nick. Les sonrió y se acercó a saludarlos con un abrazo y a desearles también una Feliz Navidad.

—Tengo algo para ustedes, pero es pequeñito así que no se hagan demasiadas ilusiones —les dijo mientras levantaba a Cielo del suelo y la cargaba en sus brazos.

—¿Un regalo? —preguntó la pequeña con los ojos iluminados y Charlie asintió sonriendo—. ¿Qué es?

—Si te lo digo ya no será sorpresa.

Se acomodaron en los sillones y Charlie les entrego uno a cada uno, no eran demasiado grandes pero eso no les importaba, un regalo era un regalo. Adán fue el primero en abrirlo y se encontró con un videojuego que le gustaba pero que no había tenido posibilidad de conseguir, estaba sorprendido y le agradeció a la chica, disculpándose por no haberle comprado nada.

—Ah, no te preocupes por eso —le restó importancia haciendo un ademán con la mano.

—¿Me ayudas a abrir el mío? —le preguntó Cielo y ella se acercó.

—Claro.

La ayudó a rasgar el papel y los ojos de la pequeña se iluminaron al ver el lindo libro de cuentos que tenía en frente. Era un libro empastado, auténtico y original, con algunos cuentos que había escrito Charlie a lo largo de su vida, unos que ya les había contado y otros más nuevos que había creado no hacía mucho tiempo, también tenía unos dibujos muy bonitos hecho a computador en varias de las páginas que a Cielo le fascinaron.

—Son los cuentos que te he contado y otros más, para que cualquiera pueda leértelos y no tengas que esperar a que venga yo.

—Pero a mí me gusta cuando me los cuentas tú.

—Y lo seguiré haciendo, pero no nos vemos todos los días así que pensé que te gustaría.

—¡Me encanta! —la niña cerró el libro y lo abrazó con fuerza, luego volvió a abrirlo y se quedó embobada viendo los dibujos.

—¿Lo hiciste tú? —preguntó Nick, sorprendido al ver lo profesional que se veía todo.

—Bueno, yo escribí los cuentos pero el mérito no es todo mío. A mi amigo Sammy se le da muy bien todo eso del dibujo y el diseño gráfico así que le pedí un poco de ayuda, los dibujos los hizo él así que no creo que los encuentres en otro lugar.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now