Capítulo 56: Soledad

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Cuando Charlie abrió los ojos lo único que vio oscuridad, la casa estaba en penumbras porque no encendió ninguna luz al bajar a contestar el teléfono. Estaba confundida sin recordar por qué estaba en el suelo hasta que su vista se acostumbró a la falta de luz y vio el teléfono en el suelo al lado de su cabeza. Habían cortado la llamada desde el otro lado pero el sonido del teléfono descolgado parecía resonar por toda la sala.

Le dolía la cabeza, probablemente se la había golpeado al caer y de repente todo los recuerdos le llegaron de golpe; había dejado a Nick, había recibido una llamada y sus padres habían tenido un accidente. ¡Sus padres habían tenido un accidente!

Se sentía demasiado cansada, lo único que quería era seguir durmiendo un momento más pero no podía hacerlo, tenía que levantarse. Afirmándose del mueble en el que estaba el teléfono, tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para por fin ponerse de pie y da un par de pasos, mientras subía la sentía como si llevara un peso demasiado pesado sobre los hombros pero se obligó a seguir, tenía que llegar cuanto antes a la clínica y ver a sus padres, tenían que estar bien, no podía mo... se regañó por siquiera pensar en esa posibilidad; sus padres estaban vivos, lo sabía, si no lo estuvieran ella creía que lo sentiría de alguna forma.

Llamó a una compañía de taxis para pedir uno y luego buscó sus zapatos, una vez más recuperada, salió corriendo de la casa a esperarlo, por suerte solo tardó un par de minutos. Ya de camino, sacó su teléfono, no sabía a quien llamar, estaba completamente sola. En cualquier otra situación habría llamado a Nick y sabía que él iría enseguida pero ya no podía hacerlo, no después de lo de esa tarde así que decidió enviarle un mensaje a Maddie, sabía que su amiga no estaba en la ciudad pero al menos la apoyaría desde lejos.

Pocos segundos después, su teléfono comenzó a sonar en el silencioso taxi y eso la sobresaltó hasta que vio que quien llamaba era su amiga.

—¿Charlie? ¿Cómo es eso que tuvieron un accidente? ¿Cómo están?

—No sé, yo... creo que me desmayé cuando me lo dijeron y ahora voy a la clínica, no sé nada, Maddie —su voz se quebró y las lágrimas volvieron a salir a borbotones por sus ojos—, tal vez estén... m...

—¡No digas eso! Estarán bien. ¿Estás sola?

—Sí.

—¿Y Nick?

Cerró los ojos con fuerza, no quería responder eso pero finalmente igual lo hizo. Después de todo, era su mejor amiga.

—Nosotros... ya no estamos juntos.

Maddie soltó un grito ahogado sin podérselo creer y una vez recuperada, habló con decisión.

—Viajaré ahora mismo, si tengo suerte podré estar ahí en unas cinco horas.

—No es necesario, Mad, arregla tus cosas, yo estaré bien.

—No quiero que estés sola.

—No estaré sola, cuando llegué a la clínica estaré con mis papás. De verdad, estaré bien.

—Prométeme que me llamarás por cualquier cosa y ten seguro de que si me necesitas, viajaré enseguida.

—Lo sé, Maddie, eres la mejor amiga que he tenido en la vida. Gracias.

—Tú también lo eres, Carlangas. Ahora, no te escuché prometerlo.

Charlie dio un largo suspiro antes de contestar:

—Está bien, lo prometo.

Cortaron la llamada y unos minutos después el taxi se detuvo frente a la clínica Davis, Charlie pagó con rapidez y ni siquiera esperó a que le dieran el cambio porque lo único que necesita era saber si sus padres estaban bien. Entró corriendo a la sala de urgencias, logrando que muchas personas pusieran la vista en ella con curiosidad pero los ignoró y se dirigió directamente hacia el mesón en el que había una secretaria.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now