Capítulo 37: Invitaciones inesperadas

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Cuando esa mañana, mientras Charlie vivía una de las peores resacas de su vida, Nick recibió una llamada de Gianluca para invitarlo a la pequeña celebración de cumpleaños de su hija Venecia en casa de Lexie, no sabía qué pensar sobre eso. Sí, hacía un par de meses estaban en paz —o Nick estaba en paz porque estaba seguro de que el italiano nunca consideró lo suyo como una guerra— pero no se esperaba esa invitación; parecía algo íntimo y familiar, no sabía qué haría ahí pero se animó un poco cuando vio que también estaba Jo y su familia, al menos tendría con quién hablar. La única persona desconocida ahí hasta el momento era una castaña muy parecida a Gianluca pero varios años más joven y que cargaba un bebé en sus brazos, supuso que era Giovanna Maccioni; Lexie la había mencionado varias veces.

La primera persona que lo recibió con un gran abrazo y colgándose de su cuello, claramente fue Cielo, luego lo llevó de la mano hasta Venecia para presentárselo como si nunca lo hubiese conocido antes y Nick le siguió el juego después de felicitarla con una voz graciosa, poniéndose a su altura. Se le daban bastante bien los niños, esa era una de las razones por la que todos sus cercanos lo consideraban un muy buen padre desde el primer día a pesar de lo joven que era cuando nació Adán.

Nick esperó pacientemente hasta que las niñas decidieran prescindir de su compañía y se levantó del suelo. Estaba sacudiéndose los pantalones por si se habían ensuciado cuando Jo sigilosamente se acercó a él con mirada curiosa.

—¿Es cierto lo que dicen? —preguntó en un susurro sin dejar de sonreír ni de mirar hacia a su alrededor como si no estuvieran hablando.

Nick tenía claro a dónde iba dirigida la pregunta pero decidió hacerse el desentendido, tampoco sabía qué era exactamente lo que quería saber Jo.

—¿Qué es lo que dicen?

—Que te acostaste con una de tus clientes y resultó que solo te decía mentiras.

No pudo evitar sonreír al mirar a su amiga, Jo nunca se había ido con rodeos, siempre iba directa al grano y por eso era una de sus personas favoritas para hablar, le gustaba que le dijeran las cosas de frente.

—No creas todo lo que dice la prensa, Josette. Ojalá todo hubiese sido tan simple como eso —soltó un largo suspiro de resignación. Jo notó que era un tema complicado, así que intentó desviarlo y no insistir más.

—¿Entonces era mentira? —hizo un puchero y le lanzó una sonrisa maliciosa, olvidando ya que quería disimular esa conversación—. Y yo que pensaba que la aburrida vida de Nicolás Johnsonn por fin se estaba poniendo interesante.

—¡Mi vida no es aburrida!

—¡Vamos! Eres abogado y de los buenos, eso solo puede significar que eres un traga libros y un nerd, por lo tanto —hizo el sonido como de una chicharra—... Aburrido.

Justo en ese momento, Adán entró en el departamento casi dando saltos y aunque todos sabían que se debía a su salida con Lucy, el chico no dejaba de repetir que se encontraba así de contento por la celebración que estaban teniendo. Luego en la cena, Nick no pudo evitar observar todo con atención, se sentía muy cómodo como si estuviera con personas con las que hubiese compartido toda la vida a pesar de que no era así, la hermana de Gianluca le pareció muy divertida y siempre tenía un comentario o una broma para cada situación. Pero lo que más llamó su atención fue ver la normalidad con la que sus hijos estaban ahí, habían aceptado su separación de la mejor manera y se llevaban de maravilla con el novio de Lexie, se veían muy cómodos, acostumbrados a la situación y se preguntó si tal vez...

Apartó esos pensamientos de su mente sin saber en qué momento sus ideas se comenzaron a desviar hacia esa pequeña castaña a la que menos de veinticuatro horas antes había tenido en sus brazos. Se preguntó qué estaría haciendo en ese momento, ¿pensaría en él como él en ella? ¿O estaría distraída escribiendo en su computador? Un leve recuerdo de la sensación de sus labios sobre los suyos y sus manos recorriendo el pequeño cuerpo de la chica hicieron que el calor le subiera a las mejillas y se obligara a volver a concentrarse en la conversación que tenían en la mesa, o en último caso, a pensar en cualquier otra cosa que lo distrajera.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now