Love Happens (LIH #2)

Capítulo 64: Golpe de realidad

Nick dio un portazo al salir del departamento de su mejor amigo, ¿o debería decir ex mejor amigo? ¿Cómo Tyler pudo hacerle algo así? ¿En qué mente malvada podría entrar que un encuentro casual entre él y esa mujer podría salir bien?

Escuchó la voz de su amigo a través de la puerta, se escuchaba furioso pero su mente no era capaz de procesarlo en ese momento, se sentía traicionado y no quería pasar ni un segundo más en ese lugar así que comenzó a avanzar hacia el ascensor con grandes zancadas pero al ver que estaba detenido varios pisos más arriba, decidió utilizar las escaleras.

Estaba llegando al portón cuando escuchó que Tyler lo llamaba pero no se detuvo hasta que una mano lo agarró por el hombro y se dio la vuelta, furioso.

—¡Eres un amigo de mierda, Tyler Campbell! —le gruñó, echando chispas por los ojos—. No se te ocurra volver a hablarme en tu puta vida.

—¿Puedes calmarte un momento? ¡Yo no tengo nada que ver!

—¿Cuál era el plan? ¿Qué esperabas? ¿Que porque tu relación tóxica de mierda con Heather parece estar funcionando después de la décima oportunidad, yo podría retomar lo que sea que tuviera con Sierra después de lo que hizo?

—Alto ahí, para un poco —Tyler lo afirmó con fuerza, presionando sus manos sobre los hombros de su amigo—. Sé que estás enojado, yo también estoy enojado por lo que pasó pero no por eso me tienes que tirar toda la mierda a mí. No tenía idea de que Heather había invitado a Sierra, mierda, ¡ni siquiera tenía puta idea de que todavía eran amigas! ¿Cómo puedes pensar que te haría algo así? Sabes lo que opino sobre esa mujer y lo que siempre opiné respecto a ustedes, ¿de verdad crees que me gustaría verte con alguien así?

El enojo de Nick cedió un poco, lo suficiente para que su lado racional volviera; su amigo jamás le habría hecho algo así, si había alguien que odiara a Sierra más que su ex esposa, ese era su mejor amigo.

—Lo siento, Ty, se me fue la cabeza un momento.

—¿Y a quién no se le iría con semejante encuentro? —preguntó Tyler con una media sonrisa y rodeando a su amigo con un brazo—. Vamos.

—¿A dónde?

—A un bar de mala muerte a pasar la frustración con cerveza o algo más fuerte, yo invito. Mi novia causó esto, es lo justo.

—No sé si es recomendable beber alcohol con las pastillas que me dio la psiquiatra.

—¿Qué prefieres? ¿Volver a casa a ver cómo Lexie se besuquea con el italiano en el sillón?

—Eres despreciable.

—Sí, lo soy. Ahora vamos.

Nick negó con la cabeza pero no pudo evitar sonreír, después de todo, su amigo siempre lograba sacarle una sonrisa hasta en los momentos más complicados. Comenzó a caminar hacia el taxi que recién se había detenido frente a ellos y mientras abría la puerta se detuvo al escuchar la voz de Tyler que se acercaba a la puerta del otro lado.

—Ey, Nick. Para tu información, es la novena.

Nick lo miró con confusión, sin entender lo que su amigo estaba diciendo ahora. ¿Se habría bebido algo antes de salir del departamento?

—¿La novena qué?

Tyler se limitó a mirarlo con esa sonrisa arrogante que tanto lo caracterizaba cada vez que lanzaba una broma.

—Es la novena oportunidad con Heather, no la décima. Por favor, no me vuelvas a ofender de esa forma.

Nick soltó una carcajada, luego puso los ojos en blanco y apuntó hacia la puerta del auto para indicarle que se subiera de una vez antes de decir con una sonrisa de oreja a oreja: