Capítulo 21: Primera cita

1.4K 123 9
                                    

Nick estaba completamente tenso, una vez que Charlie miró hacia sus pies y comenzó a hablar, ya no pudo detenerse y parecía estar tan sumida en esos terribles recuerdos que no notaba que su abogado se estremecía de vez en cuando, que se le llenaban los ojos de lágrimas más veces de las que querría ni que en el fondo de su corazón solo deseaba poder abrazarla y borrar los últimos meses de su vida. Haberla conocido antes, que no hubiese tenido que descargar esa maldita aplicación de citas aunque nada le confirmaba que eso no pasaría y no valía la pena pensar demasiado en eso, por más que uno quiera el pasado no se puede cambiar; solo queda aprender a vivir con él.

—La primera semana después de que volví fue horrible, mis padres hicieron la denuncia, me hicieron todas esas pruebas invasivas para corroborar mi versión y comenzar la investigación. No recuerdo demasiado después de eso porque me pasé el mes drogada, me recetaron una benzodiazepina así que dormía todo el tiempo hasta que mamá se descuidó un momento y... —levantó la vista por primera vez en todo ese rato y la fijó en los ojos de Nick, notó que sus propios ojos se reflejaban en los de él, brillando de lágrimas— me tomé veinte pastillas de una vez. Volví a despertar en la clínica, con una sonda en mi nariz porque me tuvieron que hacer un lavado de estómago y ya no me dejaron volver a tomar pastillas. Sin ellas, ya no pude dormir más ya que sí lo hacía, despertaba a los poco minutos gritando porque no dejaba de soñar con eso, sentía sus manos, su aliento e incluso estando despierta escuchaba su voz.

Comenzó a jugar con sus manos, nerviosa y él volvió a atreverse a tomárselas para ver si así podía tranquilizarla. Ella le regaló una sonrisa triste y le dio un leve apretón en las manos.

—Hace un par de meses, este mínimo contacto me habría puesto en alerta por completo y probablemente habría salido corriendo.

—Como cuando te abracé por lo que hiciste por Cielo.

—Lo siento por eso, no te conocía y en ese entonces ni siquiera era capaz de abrazar a mi mamá.

—No tienes que disculparte por nada, después de todo lo que has pasado es entendible. Yo soy el que debería disculparse, a veces no mido mis impulsos.

—Eres la segunda persona a la que le he contado todo, la primera fue Maddie ese día que estaba borracha. No creí que fuera capaz de repetirla ahora sin alcohol en el cuerpo pero necesitaba que lo supieras, no como abogado, sino como... amigo. Entiendo si todo esto es demasiado y ya no quieras salir conmigo el viernes.

—¿Por qué no querría salir contigo?

—¿De verdad me lo preguntas? Soy una chica de diecinueve años que no soporta el contacto físico, que cada vez que está en la calle no deja de mirar a sus espaldas porque piensa que la están siguiendo, que tiene a su madre detrás casi todo el tiempo como si fuera una niña. No soy lo que se dice, la mejor candidata para querer salir.

—Para mí sí lo eres —las manos le comenzaron a sudar levemente, sentía un nudo en la garganta que no sabía cómo eliminar pero se obligó a continuar—. Me gustas, Charlie, de verdad me gustas y después de todo lo que me contaste no puedo hacer más que admirarte, creo que eres una de las mujeres más fuertes que he conocido y por eso quiero seguir conociéndote, paso a paso. Me conformo con que me dejes tomarte la mano, el tiempo que tú quieras, así sean cinco minutos.

Charlie nunca se había sonrojado tanto, jamás imaginó que escucharía esas palabras, había dicho que le gustaba, por primera vez alguien le correspondía y era un buen hombre, uno que se preocupaba por ella a pesar de que no se conocían hacía demasiado tiempo.

—Nunca he tenido una cita antes —susurró la chica tímidamente y él sonrió.

—Yo hace años que no tengo una, desde antes de que me separara. La verdad nunca he sido de tener citas, así que también es nuevo para mí.

Love Happens (LIH #2)Where stories live. Discover now