Capítulo 65: El desastre

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Jo la soltó y dio un paso hacia atrás llevándose una mano al pecho, Charlie no pudo evitar pensar que ese había sido el momento en que su corazón se había roto, que le dolía y esa sensación que no le dejaba respirar del todo bien y que con su mano intentaba que cediera. Se había sentido así varias veces y no se lo deseaba a nadie.

—Yo... sé que no el algo para decir así de sopetón pero estoy...—se disculpó Charlie pero se quedó en silencio cuando Jo levantó su mano libre para pedirle que no hablara más—. Lo siento —susurró.

Jo se tomó unos momentos y luego, a pesar de que le temblaba todo el cuerpo volvió a abrazar a Charlie con cariño y depositó un beso en su cabello. La estaba sosteniendo con fuerza pero lo que la chica no imaginaba es que Jo necesitaba aferrarse a Charlie en ese momento tanto como ella.

—No te disculpes, cariño, gracias por decírmelo. Eres una buena amiga.

—No creo que Maddie piense lo mismo cuando sepa que te lo dije.

—Un buen amigo hace lo que cree es correcto para su amigo cuando está en una situación que no puede controlar, aunque él no esté de acuerdo o no pueda verlo. Hiciste bien, Charlie y espero que Maddie se dé cuenta algún día.

Entraron a la casa y Jo le pidió a Charlie que le contara todo lo que sabía, al igual que la chica, Jo se había dado cuenta de los pequeños cambios que había tenido su hermana pequeña y nunca entendió por qué Maddie seguía volviendo a casa de sus padres si siempre odió estar ahí pero tampoco podía prohibirle irse, más que mal, su hermana pequeña ya era una adulta.

—Debo llamar a Lexie —dijo después de un momento de silencio y le levantó para tomar su teléfono. Eso sobresaltó a Charlie.

—¿Qué?

Jo se encogió mis hombros.

—Es mi mejor amiga y es psicóloga, ella sabe mucho más de esos temas que yo y Maddie se atendía con ella. Nos puede ayud... —Jo se detuvo de golpe y le dio a Charlie una mirada de disculpas—. Soy una idiota, lo siento. Es solo que, necesito llamarla, es...

—Tu mejor amiga, claro que tienes que llamarla.

—No quiero que te sientas incomoda.

—No lo hago —aseguró Charlie y sorprendida, se dio cuenta de que era la verdad—. Lexie es una buena persona y no ha hecho nada malo, solo es la que ex esposa de mi ex casi algo, y eso no es culpa ni suya ni mía.

—Ya lo sé pero...

—Pero nada, he buscado razones para odiarla, créeme que lo he hecho pero no he encontrado ninguna, ha sido buena conmigo aunque no tenía que serlo. Y aunque la odiara o me incomodara, Maddie es mi mejor amiga, haré lo que sea por verla bien.

Los ojos de Jo se llenaron de lágrimas y volvió a abrazarla.

—Eres un ángel, Charlie, agradezco a la vida por ponerte en el camino de mi hermana.

Se aparó y llamó a Lexie, quien solo tardó veinte minutos en llegar. Estaba vestida con un pantalón de chandal y una chaqueta que le quedaba enorme, su pelo estaba amarrado en un rodete desordenado y tenía las ojeras más profundas que Charlie había visto en su vida pero de todas formas, seguía siendo una de las mujeres más hermosas que había conocido. Pero ni aún así, no podía odiarla por eso. Su madre le había enseñado desde pequeña que las mujeres no estaban compitiendo entre ellas, que no había que envidiar a nadie porque todas eran hermosas de una forma u otra y que se lograban muchas cosas más trabajando una al lado de la otra en vez de enfrentándose.

Hablaron un largo rato y después de plantearse muchas cosas, decidieron que lo mejor sería buscar un centro de rehabilitación en el que internarla. Intentaron que pudiera superar su adicción por su cuenta pero eso no fue posible, casi nunca lo es y Jo volvió a llorar por lo ilusa que había sido.

Love Happens (LIH #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora