— ¿Qué pensamientos te dan miedo? —hasta donde nos había llevado la conversación.
—Me pregunto si quizás, le hubiera dado más tiempo, si hubiera estado cuerda, sobria o si yo no hubiera querido morir, quizás las cosas serían diferentes.
— ¿Te sientes culpable por la muerte de tu madre?
— ¿Es correcto usar el término madre?
— ¿Tu qué piensas?—preguntó observándome sin prisa, sin ninguna expectativa sobre lo que pudiera decir.
—Pienso, que pude llamarla madre pero ¿Era su hijo? Si no soy el hijo de la persona a la que llamo madre ¿Es ella algo mío? ¿Está bien usar mis pensamientos unilaterales para ponerle un nombre?
— ¿No sientes que merezcas llamarla madre? —preguntó, estoy seguro que no fue eso lo que dije, pero al intentar hablar no pude negarlo.
—Siento que nadie merecía a nadie, éramos tres idiotas intentando vivir costa de un fantasma.
— ¿Tu madre es el fantasma? —carraspeé antes de contestar.
—Nuestro fantasma era la idea de ser una familia cuando todo lo que nos unía era el desprecio y el arrepentimiento. Ella ni siquiera era parte de la ecuación.
— ¿Por qué?
—Cuando ya no podemos pensar libremente ¿Estamos vivos? —pregunté de vuelta.
— ¿Piensas que ella no estaba viva?
—Pienso que si no soy dueño de mis acciones, no puedo llamarme yo a mí mismo.
— ¿Tiene que ver con tu problema al verte al espejo? —quizás no tenía nada que ver con nuestra conversación pero siempre intentaba llegar a ese tema.
—Problema...—analicé el nombre en mi lengua—no, es porque me veo como ellos.
— ¿Te causa disgusto o tristeza?
— ¿Ahora? Nada ¿Antes? Asco, quería poder negar que estábamos relacionados, esconderlos en el sótano o en el fondo de mis pensamientos como las cosas más vergonzosas, esa clase de cosas que se esconden en el ático pero tienes miedo a tirar y extrañar.
— ¿La extrañas o es solo la idea de no tenerlos más lo que te asusta?
—La idea de tenerlos cerca me quita el aliento, la idea de no tenerlos me alivia pero ¿Por qué pienso que aparecerán en cualquier momento?
—Tienes miedo de que sean parte de tu presente, si los podías esconder los tenías a la vista para vigilar que nada pasara y se saliera de control, ahora que tu padre biológico se fue, tu madre murió y tu hermano se inscribió en el ejército ¿tienes miedo de no poder controlar cuando y como aparezcan?
—Si lo pones de ese modo, es todavía peor—contesté, mi garganta estaba seca y quería volver a mi departamento cuanto antes.
—Antes dijiste que sientes culpa ¿Eso incluye los intentos de suicidio?
—Prometí no hacerlo y ahora no recuerdo cuantas veces lo intenté, no siento como si fuera yo, cada vez que pierdo el control dejo de sentirme yo—no lo era, estaba seguro y la vez no.
— ¿Te asusta no sentirte como tú mismo? ¿O es terminar en la mutación de demencia de madre? —Mi aliento se perdió, me sentí frustrado, otra calle que no quería recorrer, conocía esa táctica de intentar explorar mis límites—Podemos detenernos aquí, siento que has hecho un gran avancé, en algún momento podremos seguir con esta conversación ¿Quieres té?
—Café está bien—contesté hundiéndome un poco más profundo en mi asiento y enviando al fondo las alarmas que brillaban en mi mente.
— ¿Cómo vas con tus rutinas?
—has he rompido algunas veces.
— ¿Para bien? —preguntó colocando la taza frente a mí evitando tocarla más de lo necesario o acercarse demasiado.
—Eso creo—contesté, el alzó las cejas esta vez con cierto interés que rara vez se mostraba en sus facciones.
— ¿Has hecho algo más aparte de eso? ¿O piensas hacerlo?
—Iré con el viejo a buscar a JiHyun, se lo prometí a Hyeon.
— ¿Cómo te sientes en compañía del señor Sang? —preguntó, estaba al tanto de que el padre de Hyeon, según él mi abuelo ahora era alguien a quien solo vi dos veces.
—Él está bien—me encogí de hombros de cierto modo ocultando que me agradaba más de lo necesario, su apatía coincidía con mi pocas ganas de hablar o socializar en general.
— ¿Qué tal JiHyun? No lo has visto desde la sesión de prueba, no fue muy bien esa vez.
—No tengo nada que decir sobre el—contesté, tome mi taza de café y la observe por un momento antes de tomar.
—Bien—no había suspiró, o derrota, solo pequeñas anotaciones—Recuerdas lo que hablamos antes.
El había dicho "no tienes que esconder tu enojo, sentirlo y dejarlo ser es un bien por ti"
Mi enojo estaba dividido en años, algunas veces podía sentirlo creciendo sobre mi piel como una alergia, se sentía viejo y pesado, era como cargar un cuerpo sobre mis hombros, justo como hoy, podía sentir esa ira como una raíz creciendo desde mi pecho y la vez como algo inalcanzable y lejano, imposible de alcanzar.
La había sentido demasiadas veces antes, la primera vez que explote contra JiHyun en mi habitación, la primera vez que golpee a alguien de vuelta en el instituto, cuando me despedí de JungKook, cuando alejé a Namjoon, cuando esperé pacientemente mi muerte. Me consumía demasiado rápido y no podía capturarme a mí mismo antes de dejarlo explotar en mi cara, siempre quedaban cenizas que dolían más con el tiempo.
Últimamente esa ira se convertía en ansiedad acumulada, se convertía en pesadillas mal soportadas, en atragantarme con la comida sin razón y perder el foco de mis pensamientos por minutos enteros teniendo miedo de poder regresar a mí mismo.
pero algunas veces, las cosas eran claras y simples aunque esa sensación desaparece antes de que pudiera guardarla en mis recuerdos.
DE: dboy001@gmail.com
PARA: cinnamonroll@gmail.com
ASUNTO: Virus
Aceptare una actualización de datos generales y luego todo lo demás
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Agosto 3, 2020

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D MAIL [YOONMIN]
Fanfiction[Terminado] Enviar un correo cambió todo para Park JiMin ¿Cual es el reto? R// YOONMIN Mails y narración. KofiGlitter fanfic. No adaptar o copiar ♡