D MAIL [YOONMIN]

t r e i n t a y u n o

—¿Está bien tu cara? ¿Peleaste con alguien? —SunMin noona fue la primera en preguntar, le sonreí en grande antes de explicarme.

—No tienes que preocuparte noona, no fui quien se llevó la peor parte.

—Escúchalo ¡habla como todo un vándalo! Eres demasiado tierno—me tomó de la mejilla que no tenía ningún moretón y su palma cálida se mantuvo ahí unos segundos antes de dar vueltas por la sala de descanso.

—Lo escucho, lo hago—KyuNim estaba ocupada en su computador, pero me hizo un gesto al levantar la mirada con ojos curiosos mientras SunMin me servía el té con una sonrisa cordial, ambas hermanas eran opuestos, mientras KyuNim se recogía el cabello con gracia y sus labios resaltaban en rosa, SunMin tenía un tono más pálido y su cabello estaba siempre suelto en una larga melena oscura.

Ambas tenían ciertos rasgos que me recordaban a SeokJin, esa forma curiosa en que KyuNim levanta la cabeza y entreabre los labios antes de hacer alguna exclamación con completa seguridad; la forma en que SunMin se toma el tiempo para examinar y frunce el ceño cuando algo no está como ella quiere, siempre fijándose en los detalles, pero si al final no hay solución salta de ellos y sigue adelante como si no importara. Estuve tanto tiempo cerca de ellos que aprendí ciertas de sus cualidades comunes.

—Eso es algo difícil ¿lo sabes? —la sonrisa seguía ahí, pero a mí se me había detenido el corazón cuando KyuNim escucho mi respuesta, esa no fue la respuesta que esperaba, pero me erguí tanto como fue posible.

—Lo sé.

—Tengo curiosidad ¿Cómo lo has decidido? —saqué la libreta de mi mochila, estaba divido en una página en específico, aunque muchas de ellas estaban manchadas con borradores, tachones de tinta negra y extensos detalles que seguro no eran del todo compresibles.

—JiMin-ah, de verdad te esforzaste en esto—SunMin parecía impresionada, su cuerpo estaba muy cerca del de KyuNim desde su espalda casi sobre ella mientras ambas ojeaban cada página, me daba algo de vergüenza mi forma de escribir arrebatada por el momento en que trace todos esos garabatos rezagado sobre el piso de mi cuarto después de una pelea más que sumar a la lista.

— ¿Qué piensas KyuNim noona? —pregunté, de algún modo la opinión de ambas me resultaba importante, no sabía porque, pero cada que KyuNim noona me sonreirá era como ganar algo reconfortante, estaba ahí para mí una sensación nueva.

—Pienso que... eres capaz de hacer lo que sea, si no lo pensara no te habría dejado elegirlo tú solo.

—No lo hice solo—me sonrojé—de verdad fuiste de mucha ayuda—nunca me habían sonrojado las palabras de una chica, pero en general nunca me sentía tan halagado sin importar lo que nadie dijera como lo hacían las palabras de las gemelas Kim.

— ¡Perfecto! Deberíamos celebrar ¿llamo a Jin? Le encantaría estar aquí—SunMin noona comenzó a buscar su celular apresuradamente.

—No es necesario, debe estar ocupado y yo debo volver a casa—me excusé, ella frunció el ceño y meneó la cabeza.

KyuNim noona chasqueó la lengua.

—Cálmate Susu, celebraremos otro día ¿Qué tal cuando pases el examen? Arquitectura es una carrera difícil, y veo que la escogiste porque te gustan los retos.

—Me das mucho crédito, soy bastante terco—tomé un sorbo con una sonrisa

— ¡Me debes una celebración, pequeño JiMin! —SunMin noona tomó de su taza, ambos estábamos sentados frente a la pequeña mesa redonda en la esquina de la habitación, olía a limón y ambas mujeres tenían una mirada fuerte.